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| El autor en la marcha, junto al comisario inspector (RA) Daniel Juarez |
por Salvador Baratta*
Casi treinta años pasaron, desde que entramos en el sistema democrático. Nosotros los policías nuevos y otros viejos por ese entonces respiramos aliviados creyendo que nunca más íbamos a recibir órdenes arbitrarias y caprichosas de unos pocos. Pero pasaron los años y vimos como desde algún sector se nos trataba de aislar echándonos en cara a cada rato los episodios del pasado. No entendíamos nada -menos entendían los nuevos- ya que habíamos nacido en democracia. Pasaron los años y nunca dejaron de tratar de involucrarnos.En cuanto episodio surgía, todo era culpa de La Bonaerense, por ese motivo casi un centenar de hombres fueron presos por la causa AMIA, y luego se los dejo en libertad que-
dando al descubierto maniobras por demás aberrantes para involucrarlos, pero también hubo hechos donde delincuentes vestidos de azul desprestigiaron el uniforme y fuimos nosotros quienes los pusimos ante la justicia.
El tiempo pasó y las cosas no cambiaron. El viernes concurrí a la marcha con mi familia y me encontré con ex compañeros -no más de dos- que viven en Lanús y acompañaron la marcha como un vecino más. Luego me encontré con un grupo de diez policías en actividad, que trabajan en las comisarías del distrito, quienes me explicaron que no dan más, que están casi 16 horas arriba de los móviles, que están “regalados”, me contaron que no van a sus casas y que nada de lo que hacen alcanza pues la gente los insulta cansada de todo lo que pasa. Me imploraron -por mi condición de concejal- para que hable con el intendente y le explique que Lanus tiene muy poca gente. Me enteré también que cuando detienen a los autores y asesinos de Susana Dubau, a un personal -eran dos- se le traba el arma por el estado desastroso que tienen y terminó sola una chica policía enfrentada con estos asesinos. ¡Por dios después hablan de exitoso operativo cerrojo!
Pero lo mas grave vino después. Enterado por La Defensa Digital, de maniobras sobre los que concurrimos a la marcha comienzo averiguar sobre si habían realizado maniobras de inteligencia clandestina sobre mi persona, y efectivamente se me certifica que personajes oscuros que deambulan por el centro de monitoreo, se encargaron de sacarnos fotos en primer plano a mi y mi familia como asi también a los policías mencionados, a otros compañeros concejales y vecinos comunes que creen responsables de la marcha. Es decir: las cámaras de seguridad son usadas para hacer inteligencia clandestina viajando las fotos con destino a capital. Asi no, lo que puteamos del ‘70 lo hacemos ahora nosotros, claro es mas fácil hablar de complot y de armado de la oposición que pelear por mayor seguridad y por las condiciones de indigencia con la que trabaja la policía que nos cuida.
Es decir democracia para todos: menos para los policías. Nosotros no tenemos derechos ni a reclamar como trabajadores y menos como vecinos.
(*) Ex subjefe de policía; concejal de Lanús