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domingo, 21 de abril de 2013

Ferreyra: Un fallo ejemplar de cómo encubrir un plan criminal de estado


por Lisandro Martinez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

  El viernes último,  a la hora del veredicto del asesinato de Ferreyra, se produjo un operativo masivo de la Cámpora con la presencia del “Cuervo” Larroque, Horacio Verbitsky, etcétera, que invadió la sala donde amigos, familiares de las víctimas y los militantes de izquierda que aguantaron en Barracas a la patota vieron desbordar el lugar hasta con gente parada, algo que nunca antes se permitió y que destaca un acuerdo íntimo con el alto tribunal para copar la parada. 
  El “Cuervo” y sus amigos -los cuervos- rondaron el cadáver de Mariano durante tres horas y se permitieron aplaudir la “ejemplar” sentencia que pretende disculpar a los funcionarios del estado, como ya lo hicieran meses atrás jueces K que liberaron a los asesinos del Puente Pueyrredón y quitaron responsabilidades criminales al gobierno de Duhalde. 
  La intervención de Pedraza -un imbécil como él mismo con despecho se describió- fue críptica para la mayoría de la población, fue un mensaje al estado que lo abandonó: “El 19 de octubre de 2010 informé al secretario de Transporte (Schiavi) que el estado se hiciera cargo (del corte del otro día)”. Schiavi le respondió “hacé lo que quieras pero no dejes sin tren a la gente”. Con la venia oficial Pedraza y Fernández actuaron criminalmente.
  Pedraza le pasó factura a La Cámpora que en la recta final lo tiró a los leones. Dijo: “La bandera de justica para Mariano fue mancillada cuando se le agregó perpetua a Pedraza (doc. K  24/3/2013), solamente para encubrir apetencias políticas y candidaturas electorales." 
  Las candidaturas de trepadores que tironean el cadáver de Mariano son por afuera del oficialismo y tienen la intención de frenar el avance del Frente de Izquierda.
  El  presidente del Tribunal adelantó las conclusiones mediante un discurso “de izquierda”, demostrando en detalle que el plan criminal montado -por ministros, secretarios de estado, concesionarios, la institución policial y la UF- no era un planteo del PO sino una realidad surgida de la inmensa cantidad de testimonios.
  En la primera parte el juez dio todos los detalles que permiten señalar que está todo para dar un fallo ejemplar contra una banda que opera desde dentro del Estado, saquea al país
apropiándose de los subsidios y los blanquea con la financiera Favicor (de los Cirigliano) donde Schiavi depositaba los subsidios triangulando con paraísos fiscales. 
  Luego con microcirugía fue salvando las partes más podridas del cuerpo del estado. No condenó a Guillermo Uño y a Juan C. Pérez, patoteros de la Lista Verde a los que Sotelo (un particular que transitaba “el teatro de operaciones”) vio retirar las armas pasando entre la policía luego de la agresión. La absolución no tiene que ver con salvar a dos lúmpenes sino a la institución policial que permitió el ataque criminal y luego bloqueó a los manifestantes para que no alcanzaran a los criminales que huían.
   El Tribunal Oral Nº 21 penó con dos años en suspenso a Lompizano, Echavarría y Conti de la Dirección General de Operaciones (DGO), que monitoreaban viendo imágenes de Barracas en vivo desde la Sala de Situación del Departamento Central de Policía y ordenaban liberar la zona, armar la emboscada y contener a los manifestantes hasta lograr “el castigo ejemplificador”. 
  Cuando la patota bajaba del puente al grito de: “Aguante Pedraza, aguante la Verde, aguante la UOCRA”, tirando piedras, botellas y todo lo que encontraban a mano, el comisario Mansilla desde Barracas informó que los patoteros bajaban ‘sin represalia’ y Conti en la Sala deSituación con acuerdo de Lompizano ordenó
el repliegue de la policía, esto posibilitó el ataque. La DGO ordenó “replegar” sin instrucciones posteriores de impedir la fuga de los homicidas, identificar a los responsables o preservar elementos de prueba.
  “Quienes modularon desde la DGO a las 13:32:46.0 le hicieron saber al comisario Garay que si lo creía se replegara y preguntaron si los manifestantes se estaban desconcentrando, él respondió que los tercerizados sí pero el grupo de la Unión Ferroviaria “estaba yendo para el mismo lado que ellos”. La DGO le indicó que los siguiera al sólo efecto de informar, sin tomar ninguna medida al respecto”. (Causa de origen 43.021/10 Juzgado de Instrucción Nº 38 Sec. Nº 132 15/11/2011- page 7- Resolución de la Cámara Nac. de Apelaciones en lo Criminal y Correccional  de la Capital Federal Sala I). 
  Esta pena leve para el Jefe de la DGO comisario Lompizano -quien entre otros agravios al pueblo tiene el operativo sangriento del Parque Indoamericano- no solo cuida la integridad del represor sino a su jefe Aníbal Fernández (a cargo de la policía en ese momento y Jefe del Gabinete Nacional). Las declaraciones de esa jornada de Fernández sobre la emboscada de Barracas son ilustrativas del complot estatal: “La policía hizo lo que debía”. Lompizano durante un año en el juicio por Mariano tuvo asistencia de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Federal brindada por la Ministra Nilda Garré.  
  Fue desopilante la defensa del presidente del Tribunal a Carlos Tomada de quien se pudo escuchar la modulación mafiosa con que instruyó a Pedraza para hacerle la cabeza a los ingresantes y someterlos a la política de los saqueadores del tesoro público. El ministro complotaba en nombre del gobierno con el asesino a tres meses del crimen. El juez “progresista” no zafó de su destino: defender a los responsables políticos de la emboscada en forma descarada y sin ninguna lógica. 
  El juez basureó y discriminó ideológicamente el alegato –un cuerpo de pruebas contundentes- que presentaron las representantes de los heridos de Barracas. Días, un experto en el juego de palabras huecas, dijo: “para probar hay que comprobar y la querella quiso encajar en “su visión del mundo” algo que no pudo comprobar y presentó un truco de magia mientras que el Tribunal se maneja con lógica y ciencia”. 
  Días -quien se contradice todo el tiempo- se ha transformado en una pieza de estudio sobre la justicia capitalista; señaló que este juicio se dirimía como un caso judicial y no político pero él lo politizó al salvar a putrefactos funcionarios del estado quienes dieron luz verde para que se produjera la emboscada.
  Rechazamos el fallo pero no nos vamos con las manos vacías, la lucha de dos años y medio sirvió: por primera vez la burocracia tras las rejas. La lucha continúa por Perpetua a Pedraza y a “las tres patas” partícipes del plan criminal.
  (*) Miembro del Partido Obrero