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domingo, 7 de abril de 2013

Se nos fue un maestro del pueblo

Arnaldo “Cacho” Chavidone

Maestro de pueblo. Maestro en la villas pisando el mismo barro que pisan los pobres de toda pobreza. Campechano, pampeano hasta los huesos. Militante de la vida con una mirada tan amplia que abarcaba el mundo. Hacedor de libros que escribió con pluma tan calma como su espíritu. Pero tan profunda como su pensamiento y su vocación por el Socialismo. Rostro de chacarero y de sonrisa eterna. Tan argentino como los caminos que recorrió cumpliendo como pocos su rol docente y militante; organizando a los campesinos, visitando a los compañeros en los pueblos más alejados, enseñando siempre. De corazón abierto y palabra justa, esclarecedora...combatiente. Intransigente en su lucha contra los poderosos, solidario con los débiles, firme en su presencia ocupando el lugar que ocupan los revolucionarios de todos los tiempos. Sin flaquezas ni egoísmos mezquinos. Bueno de toda bondad, hermano y amigo que nos llenó la existencia con su sabiduría, con su humildad y su incomparable calor humano. Comunista alado, juntos compartimos jornadas inolvidables aquí, en Rosario, en congresos, en seminarios, en las mateadas mañaneras. Compañero enorme.. “Cacho” de Lanús, de la Argentina, del mundo..que nos hiciste?. Ya sabía de tu mal. Haydeé me contó que te estabas yendo. El Rafa, con toda su entereza y su dolor inmenso me habló de tu muerte. Y yo te escribo estas líneas con un nudo en la garganta y alguna lágrima inevitable. Puteando en silencio a la muerte trapera que nos metió una puñalada a traición para separarte de nosotros, de tu pueblo, de tus sueños...te llevó..pero no se pudo llevar el calor que nos dejaste, ni esa llama revolucionaria que seguirá iluminando nuestra militancia y el camino hacia el socialismo.
                                                        Omar Dalponte