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domingo, 12 de mayo de 2013

Retazos históricos


por Omar Dalponte 

(Última nota)
  Finalizamos nuestra entrega anterior con un par de líneas referidas al Peronismo y decíamos que el Partido Justicialista es nada más que una parte -muy importante por cierto- del Movimiento Nacional nacido en 1945. Hoy ampliamos nuestro informe, necesariamente resumido por los márgenes que impone el espacio disponible. El PJ sirve principalmente y adquiere mayor protagonismo en los procesos electorales. Entre elección y elección su actividad es más o menos intensa según los distritos en que está constituido y las costumbres y necesidades de las conducciones locales. En verdad tiene presencia en todo el país pero su accionar no es igual en todas partes. Como dijimos, en cada lugar son las mujeres y hombres que lo integran quienes le dan su impronta de acuerdo a sus respectivas realidades. Históricamente, el PJ funcionó de esta manera cumpliendo un rol relevante -pero no único- dentro del Movimiento Nacional Peronista que, con todas sus ramas en operaciones (la gremial, la política, la femenina y de la juventud) libró batallas que duraron años y emergió triunfante en la mayoría de ellas.. Podemos señalar someramente algunas: La heroica Resistencia Peronista a partir de 1955, La larga lucha contra las traiciones de adentro y de afuera y por existir a pesar de las proscripciones; la pelea sin desmayos por el regreso de Perón durante 18 años; el triunfo de Héctor Cámpora en las elecciones de 1973, la resistencia a la dictadura cívico militar genocida desde 1976 hasta 1983, la recuperación del peronismo luego de la segunda década infame menemista y su revitalización a partir del advenimiento del kirchnerismo. Hoy multitudes de jóvenes se definen peronistas y herederos de Perón y de Evita. Si el peronismo lanusense decidiera dejar de lado cuestiones secundarias, unirse respetando el pensamiento de las diferentes corrientes internas, afirmar la participación activa
de sus aliados políticos y elaborar un programa para aplicar en la ciudad, con seguridad sería respaldado por el 65 por ciento de los votos en las elecciones por venir. Pero, independientemente de los avatares de la política partidaria y electoral, es bueno recordar en este modesto trabajo -incompleto por el límite que nos impone el espacio que debemos cubrir- que el peronismo lanusense ha sido protagonista de jornadas memorables y cuenta a su favor con una magnífica historia. Recordamos sus inicios en la escena política nacional y su participación en el 17 de octubre de 1945, su actividad en el primer triunfo electoral de 1946 contra la Unión Democrática que integraban los más conspicuos representantes de la oligarquía, sus aliados y el imperialista Braden, embajador entonces de los EE.UU que, entrometiéndose descaradamente en nuestros asuntos internos armó y lideró esa alianza que, finalmente, hocicó frente a Perón. Resaltamos también muy especialmente como el inmenso dolor se transformó en militancia activa cuando falleció Evita, las reuniones en las cálidas cocinas de las familias peronistas en tiempos duros de persecución salvaje; el coraje en épocas de la Resistencia, la abnegación de sus mujeres, la entrega total de los espíritus más avanzados, el sufrimiento de las familias mutiladas por la represión, el papel de nuestros mártires y esas ansias permanentes del pueblo peronista por hacer del nuestro un país socialmente justo, políticamente soberano y económicamente independiente. El peronismo, en fin, contra todos los escollos, permanece teniendo la virtud de renovarse y surgir con más fuerzas luego de cada golpe que, de tanto en tanto, recibe de propios y ajenos.
  De aquí en adelante muchas cosas están por verse dentro de este gran movimiento de masas. La aparición del kirchnerismo hace una década, indudablemente con raíces profundas en la corriente histórica que marcó el primer peronismo, abrió un debate mucho más que interesante. Ahora las cosas no son como eran años atrás. La situación en el mundo es diferente, en nuestro país también. Por supuesto, en el peronismo han ocurrido cambios no menores. La CGT está dividida, la rama femenina, como tal, no funciona. Mujeres y hombres disputan espacios de igual a igual, la juventud habita en varias carpas del kirchnerismo, los aliados del oficialismo no son furgón de cola sino parte de construcciones interesantes como es la que corresponde a Unidos y Organizados, hubo un Néstor Kirchner que trazó rumbos en el plano nacional y brilló internacionalmente cuando jugó un papel decisivo ganando una pulseada a los EE.UU evitando la imposición del ALCA y frenando la posibilidad de una guerra entre Venezuela y Colombia. Hoy la conducción de gran parte del Movimiento Nacional Peronista y de sectores mayoritarios del campo popular lo ejerce una mujer: Cristina Fernández. El PJ, en estos momentos, mayoritariamente responde a la jefatura de la presidenta. Importantes organizaciones sociales y de los derechos humanos, en el centro de la escena nacional, levantan las figuras de Perón, Evita, el Che y de Néstor Kirchner. Las candidaturas y las discusiones internas se resuelven en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. El presidente actual de Venezuela se declara kirchnerista. Todo el abanico nacional y popular reconoce la jefatura de Cristina y respalda su gestión de gobierno. Con un lenguaje nuevo se habla del Peronismo del nuevo siglo, del Socialismo del siglo XXI y del Ecosocialismo.
Sabemos de donde venimos. Estamos discutiendo apasionadamente hacia donde vamos. Nuevos amaneceres nos esperan.