Hace unos días La Defensa publicó que habían quemado un par de juegos en el paqreu de juegos ubicado al lado del velódromo. Ahora el malón -que lo que no puede robar lo incendia o lo destruye- acabó con la faena al incendiar el tobogán que era el último juego inflamable de ese patio, donde ahora y sólo por ahora, quedan dos hamacas en pie.