Páginas

miércoles, 23 de julio de 2014

La basura electrónica

Se denomina basura electrónica a todos aquellos dispositivos eléctricos o electrónicos que han llegado al final de su vida útil y, por lo tanto, son desechados. Computadoras viejas, celulares, electrodomésticos, reproductores de mp3, memorias USB, faxes, impresoras, etcétera.  Algunos se rompen y no es rentable repararlos, otros quedan obsoletos por el avance de la tecnología. 
   Más de diez millones de teléfonos celulares fueron a la basura durante 2013. Dos millones de computadoras y otro millón de impresoras tuvieron el mismo destino. Según datos de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), la Argentina generó unas 440.000 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) en 2013 y se ubica en el tercer lugar en la región respecto a México y Brasil. En promedio, cada argentino genera unos 4 kilos de RAEE, de acuerdo a las cifras citadas en el informe eWaste en América latina, publicado por la Asociación GSMA. En la ciudad Buenos Aires el distrito más rico del país, esta cifra sube hasta los 7 kilogramos por habitante.
Se espera que para el próximo año se incremente la cantidad de RAEE en la Argentina, estimado en 550.000 toneladas. A su vez, señala la ausencia de un marco legislativo específico para el tratamiento de estos residuos electrónicos, una situación que suele repetirse en la región.
En Sudamérica, Brasil se ubica al tope entre los generadores de RAEE, con 1.388.000 toneladas en 2012, y se espera que en 2015 supere los 8 kilos de basura electrónica por habitante. Lo sigue México en el segundo lugar, con 1.003.000 de toneladas.
Las pantallas viejas, son un grave problema.
Hasta hace pocos años, los monitores y los televisores rotos, se reciclaban de manera rentable. Los embudos grandes y vidriosos dentro de estas máquinas, conocidos como tubos de rayos catódicos (CRT, por su sigla en idioma inglés) eran fundidos y usados para hacer nuevos tubos. Pero la tecnología de pantalla plana ha tornado obsoletos estos monitores y
televisores, diezmando así la demanda del tubo de vidrio reciclado que se utilizaba en ellos y creando lo que los expertos de la industria llaman un “tsunami de cristal”, mientras las reservas de este material inútil se acumulan en todo el país. Con tan pocos compradores del vidrio con plomo de los monitores y televisores viejos, los recicladores han desarrollado una nueva tecnología destinada a limpiar el plomo del tubo de vidrio, pero la mayor parte de estos residuos se almacena, y luego se la envía a los rellenos sanitarios o a las fundiciones, o es eliminada por otros medios que, de acuerdo con la opinión de los expertos, resultan destructivos para el medio ambiente. 
Daños para la salud y el ambiente
Como es sabido, estos residuos contienen elementos contaminantes y requieren un tratamiento especial para evitar que esos componentes se propaguen en el suelo. Mientras los aparatos están en funcionamiento no presentan ningún tipo de riesgo, pero al ser desechados en basurales comunes, estos artefactos reaccionan con el agua y la materia orgánica liberando tóxicos al suelo y a las fuentes de aguas subterráneas. 
Se estima que una computadora tiene en su interior más de cincuenta sustancias tóxicas que, además de contaminar el medio ambiente, pueden producir serios daños a la salud de quien la manipula una vez desechada, como incrementar el riesgo de padecer cáncer. Marcelo Risk, investigador del Conicet y director de Investigación y Bioingeniería del ITBA, especificó los componentes de artefactos eléctricos y electrónicos que impactan en la salud. Por ejemplo, el plomo presente en los tubos de rayos catódicos que se ubican en los monitores. La exposición a este material puede producir daños cognitivos en los niños y perjudicar el sistema nervioso, reproductivo y circulatorio en adultos. También hay estudios que relacionan el mercurio que se utiliza en las lámparas de pantallas LCD como dispositivo de iluminación, con efectos adversos sobre el sistema nervioso central, cardiovascular y pulmonar y daños en los riñones y la vista. Otros compuestos potencialmente tóxicos son el berilio presente en transmisores y el cadmio en los televisores
La exposición prolongada a dichos elementos es altamente perjudicial. Por lo cual, Risk habló sobre el reciclado de computadoras como una de las vías para disminuir los residuos electrónicos. “A las computadoras consideradas obsoletas se les puede instalar sistemas operativos que les permitirán seguir siendo funcionales para tareas de oficina y hasta para trabajos más complejos como cálculos científicos”, aconsejó Risk.
También explicó que a través del desmantelamiento de las computadoras existe la posibilidad de recuperar piezas y componentes que pueden ser utilizados para la producción de futuros dispositivos o para el arreglo de otros. De hecho, estudios de la Unión Europea afirman que los aparatos eléctricos están compuestos en el 70% de materiales reciclables. “Más del 95% de un celular puede ser recuperado. No sólo se contamina el ambiente sino que se dilapidan recursos valiosos que deberían ser re aprovechados por la industria”.