Desde sus inicios, el entonces Bingo Royal, fue condicionado por Manuel Quindimil para que repartiera por mitades iguales el 2 por ciento de su facturación entre la Cooperadora del Hospital Evita y el Club Lanús.
A pesar de su reconocido fanatismo por el grana, al intendente Diaz Perez nunca lo convenció esta situación que privilegia a una entidad privada como es un club, sobre un hospital público.
Y hoy la situación del Hospital Vecinal, que dirige Antonio Brunetti, es crítica. Roña por todos lados, baños y pasillos inundados con líquidos nauseabundos, ratas a la vista, y una guardia que brilla por su ausencia, además de falta de insumos básicos, es el día a día del nosocomio de Lanús este. Y todo eso a pesar de los recientes donativos que lo beneficiaron: uno de un millón y medio del Ministerio de Salud federal, y otro de $200 mil del propio Diaz Perez.