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martes, 22 de diciembre de 2015

¿El puente sobre el Riachuelo será realidad alguna vez?

Bastó que Nestor Grindetti y Horacio Rodriguez Larreta -hoy jefes distritales de Lanús y de la capital respectivamente- firmaran un acuerdo para construir un puente sobre el Riachuelo a la altura de Olazábal, para que el entonces intendente Darío Diaz Perez se apropiase del anuncio. 
Y así fue como en noviembre pasado, para influir tal vez en el balotaje, el kirchnerismo anunció una licitación que para quienes entienden del tema es un mamarracho.
  Mucho antes de todo esto, hace más de dos años, el presidente de Hidravial SA, Andrés Dominguez, puso a disposición de Lanús un borrador de proyecto del puente (foto) y con este plan, se fue un día acompañado del entonces titular del Concejo Deliberante, el ingeniero Hector Bonfiglio, a interesar en el caso a las autoridades de Vías Fluviales. El tema lo tomó entonces para sí, Vialidad Nacional y quedó “a estudio”. Dicho en otras palabras, lo mandaron a dormir.
  Paralelamente, Grindetti acuerda con CABA, preparar las calles de ese distrito, de acuerdo al puente proyectado por Dominguez.
  Y llegamos al acuerdo Grindetti-Rodriguez Larreta, que sirve para que Vialidad desempolve el proyecto, ahora totalmente transformado de racional en faraónico e inconcluso -ellos le
llaman “orientativo”- y saca -de apuro- un llamado a licitación los primeros de noviembre, pero con fecha del 15 de diciembre, y a un costo astronómico del pliego: $1,2 millones, lo que indica hasta al más tonto que quien lo adquiera sabe que se va a quedar con la obra.  Una obra que nunca la va a financiar  Vialidad Nacional porque además  de estar quebrada -sólo a los contratistas les debe $8.000 millones- la obra la proyectó en $120 millones, subvaluada según los entendidos en casi un cincuenta por ciento.
  Es que el puente que propone Dominguez es giratorio, similar a dos que hoy se pueden ver en Puerto Madero, y el de VN es fijo y con 8 carrilles. Y por ley el puente fijo debe tener una altura de 8 metros sobre la máxima crecida.
Pero lo más importante: Queda la impresión que si Nestor Grindetti no interviene en forma urgente, el puente -una obra imprescindible- va a seguir siendo una promesa incumplida.