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sábado, 23 de septiembre de 2017

Hay que desmantelar Gendarmería

por Lisandro Martínez*

Con el asesinato del soldado Carrasco la conclusión fue que palizas, “bailes” y manteadas contra los reclutas no los educaba. Los vejámenes anuales a miles de pibes el único objetivo que perseguían era humillarlos. El crimen apañado por el alto mando dentro de un cuartel envidenció la inviabilidad del Ejército.
En el caso de la Gendarmería Nacional (GN) su desmantelamiento resulta indispensable, ya que se ha transformado en guardia pretoriana al servicio de terratenientes (Benetton, Lewis, Ted Turner). No defiende fronteras, ni soberanía ya que su dirección es el agente rematador que transa y habilita la venta de territorio fronterizo que es parte de la seguridad nacional recibiendo a cambio alguna dadiva. Aunque la ley lo prohíbe la GN entrega la frontera a empresas y ciudadanos extranjeros. La GN en la Patagonia favorece a intereses empresarios, mientras espía, persigue y encarcela a Mapuches, Tehuelches y otros. En el norte sigue el mismo libreto liberando zonas para que los sicarios de la patronal eliminen a los Quom y otras etnias.
La GN funciona en alianza con interese enemigos de la independencia política y económica
de la Nación y actúa como el ejército israelí que expulsa palestinos para que “los Colonos” ocupen la Franja de Gaza. En Argentina GN trata de echar a los originarios para que los Benetton afanen tierras.
Gobiernos tenebrosos
En Argentina por otra crisis mundial desde 1973 peronistas, radicales y otros decidieron quitarle las reivindicaciones obreras a las masas para someter al país y suprimir la industria para evitar que fuera competencia del capital internacional.
Balbín “un demócrata” amasó la idea de una “guerrilla industrial” que había que exterminar. Para darle oxígeno a la fábula donde se enfrentan el bien y el mal al que había que suprimir. Esta patraña que venia preñada de negocios para unos y otros fue mejorada por Perón quien habilitó el buchoneo para que fueran denunciados “los infiltrados”. Esto permitió establecer un cuadro de cacería donde oficialismo y oposición se unieron votando -como lo hacen hoy- leyes ultra reaccionarias contrarias a las libertades mínimas y arrasando con las condiciones de vida del pueblo trabajador.
La extraordinaria experiencia de la educación en Argentina -aún con sus límites- fue intervenida y su devastación estuvo a cargo de elementos oscurantistas salidos de la sacristía de la UCA -como hoy Maria Eugenia, Esteban Bullrich y otras criaturas de las tinieblas adiestradas en el pensamiento mágico que se opone a la ciencia. Esto produjo un quiebre en la unidad educativa que establecía programáticamente educación única, laica y gratuita para toda la nación.
Los oscurantistas y su personal político prohibieron luchas obreras, huelgas y tomas de fábricas, crearon la triple A, los grupos de tareas y la desaparición forzada de personas. Este aquelarre fue alimentado por los mismos medios de comunicación que lo hacen hoy.
El gobierno de Perón y luego de Isabel/López Rega, hicieron el trabajo sucio en nombre de los votos que los legitimaban, eso acelero el pasaje de un gobierno “constitucional” -que respectaba leyes burguesas- a un gobierno de Estado de sitio y cárceles llenas de activistas estudiantiles y fabriles.
En la novela “La pregunta de sus ojos” que luego devendría en el film – El secreto de sus ojos- ganador del Oscar, el autor Eduardo Sacheri a través de la historia de un violador y asesino reconstruye el perfil del personal que el poder político, de un gobierno constitucional, desde 1974 buscó en las cloacas para organizar la triple A y dar paso a un gobierno de asesinos y entreguistas.
Daniel Barberis es Director de Violencia Institucional y Delitos de Interés Federal del Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich, es él quien fue instruido para mentirle al secretario de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre José Schulman diciéndole en el Ministerio de Justicia, “Maldonado es parte de una célula terrorista”. (www.latinta.com.ar29/8/17)
Miguel Bonasso un conocedor de las organizaciones armadas de los 70’ escribió “En 1977, las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas), organización-madre de la guerrilla peronista, estaba desmembrada. Tanto sus antiguos miembros, como los militantes de su frente de masas, el Peronismo de Base, eludían como podían los golpes represivos. Algunos de ellos, imposibilitados de trabajar legalmente, organizaron "bandas" despojadas de sello político, para asegurarse la subsistencia. A uno de estos grupos pertenecía Daniel Barberis quien cayó detenido, acusado de varios ilícitos, entre ellos el secuestro de un ejecutivo de la inmobiliaria Kanmar Julio Jewel Kancepolski”. (Página 12 7/6/1998)
“Barberis fue parte de la banda que secuestró a un empresario. No era el Che, ni Perón, ni Mao, era un delincuente. Estuvo preso hasta el 6/4/1984. En el 86, resultó nuevamente acusado por el secuestro de un nene de 12 años de apellido Cohen, a quien maltrataron por ser judío. El cobro del rescate se realizó con un auto a nombre de Barberis”. (Juan Alonso- www.nuestrasvoces.com.ar 3/9/17)
Barberis, un secuestrador, 40 días después de ocurridos los hechos, fue el interrogador oficial de los gendarmes involucrados en la desaparición forzada de Maldonado.
“Si la seguridad en el gobierno de Mauricio Macri depende -como señala agudamente Juan Alonso- de un defensor de genocidas, (Pablo Nocetti, “boga” de Leopoldo Fortunato Galtieri) y de un secuestrador” (Daniel Barberis): las libertades democráticas han desaparecido.
Barberis hace un vagón se pasó a la patronal, trabajó como subsecretario de Relaciones del Ministerio del Interior cuando Carlos “mano dura” Ruckauf era ministro y buscaba impunidad para amasijar delincuentes. Barberis ingresó en SOCMA la empresa Macri, con Carlos Grosso uno de sus gerentes (hoy asesor presidencial) y asistió a Grosso, cuando este fue Intendente de la CABA. Ahora es yuta.
     La defensa de las libertades públicas involucra una fuerte campaña por 
1. Fuera Bullrich y su grupo de tareas (Barberis, Nocetti, etc).
2. Que una comisión de Partidos de izquierda y organismos de DDHH abran los libros del proyecto X de Gendarmería durante el periodo CFK/Berni/Milani y el actual. 
3. Que con esa investigación la Comisión resuelva 
a) Desmantelar a GN por ser un peligro latente para la vigencia de las libertades democráticas. 
b). Inicie una campaña pública para derogar la ley antiterrorista votada por CFK
   
  (*) Candidato a senador provincial