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lunes, 20 de agosto de 2018

Responsable de la muerte de dos docentes y la caída de ascensores en hospitales

por Lisandro Martínez*

  En base a un detallado informe de los compañeros del Hospital Evita
Hace 17 meses un periódico presentaba una nota titulada: “Cruda radiografía de varios hospitales bonaerenses”, y señalaba: “La falta de insumos, de médicos y el cierre de servicios se suman a los severos problemas de infraestructura. Un combo que no permite que los pacientes logren acceder a una buena atención. La salud pública está en terapia intensiva. Algunos casos testigo son el Hospital Alejandro Korn de la localidad de Melchor Romero, donde techos y cloacas no soportan lluvias y provocan inundaciones, o el San Martín, nosocomio de referencia en el ámbito bonaerense que cerró varios servicios y donde son más frecuentes las renuncias de profesionales”.
“Es preocupante el estado edilicio del Paroissien de La Matanza, donde además de las constantes filtraciones de agua, la caída de una parte del techo y la rotura de vidrios casi provocan una tragedia” (www.diariopopular 10/3/17).
En La Defensa se ha denunciado reiteradamente la situación edilicia del Evita de Lanús, la falta de personal, vacantes que no se cubren, personal en negro y precario y falta de insumos esenciales para la actividad médica. Esta política continúa siendo la ruta de abandono que se ha marcado antes el FpV y ahora la UCR/Pro.
  En mayo del año pasado, Lanús Noticias señalaba: “El Hospital Evita se encuentra en uno de sus peores momentos, pacientes denuncian la falta de higiene y un total deterioro, techos descascarados, humedad, cables al descubierto. Hace poco desbordaron los baños y el agua con todo lo que uno imagina se podía ver por los pasillos”. Mientras “la directora del hospital y Grindetti destacan las obras que se vienen realizando, los pacientes sufren el
deterioro de la salud pública”.
  La gobernadora María Eugenia Vidal y los intendentes de GBA han diseñado, o en su defecto dejan que corra, un ajuste criminal sobre hospitales, escuelas y reparticiones públicas. Sus efectos más devastadores se mostraron a principio de agosto cuando explotó la escuela 49 de la localidad de Moreno, por un escape de gas que voló la cocina del establecimiento educativo asesinando a dos trabajadores de la educación, Sandra Calamano y Rubén Rodríguez.
A menos de dos semanas se levantaron actas y denuncias en todo el territorio provincial y nacional que determinaron el abandono presupuestario y de inspección, que en lugar de cubrir a la actividad escolar y a los edificios estatales se dedica a pagar intereses de la deuda.
El 13/8 un docente de la escuela especial N°516 de la localidad de Melchor Romero, La Plata, sufrió una descarga eléctrica al intentar “arreglar un enchufe caído” y debió ser asistido en el Hospital. La víctima del accidente, Alejandro Tosseti, según informaron se encontraría “fuera de peligro” (www.ambito.com 13/8/18).
El jueves 16 de agosto se produjeron dos hechos sumamente graves que conmocionan y que fueron denunciados:
  1. Una docente recibió una descarga eléctrica en La Matanza. “El hecho ocurrió en la Primaria N°140 de Villa Luzuriaga, cuando una docente en un corte de energía eléctrica intentó abrir el tablero de la llave térmica para volver a dar luz. La maestra fue llevada de urgencia en una ambulancia a la Privada Salud de Ciudad Evita. Allí se recupera "estable, fuera de peligro”.
   2. En el HIGA Evita de Lanús un trabajador del hospital y un paciente que salía de quirófano cayeron por el hueco del ascensor. El trabajador -camillero- señalan que tiene un básico inferior a esa tarea y que la dirección del nosocomio lo ha colocado en la actividad aprovechándose del bajo salario, un caso claro de la liquidación del escalafón y el trabajo multifuncional y precarizado que procura la gobernadora, el presidente de la Nación y el ministro de trabajo.
El camillero llamó al ascensor, se abrió la puerta y cuando el trabajador arrastrando la camilla, ingresaba de espaldas, el ascensor baja a toda velocidad con la puerta abierta por lo que camillero y paciente caen al hueco y aterrizan sobre el techo del mismo, 6 metros más abajo con lesiones leves el trabajador y el paciente con lesiones graves.
La falta de mantenimiento en los ascensores es una constante en el perverso juego del recorte presupuestario común a todos los hospitales bonaerenses y una verdadera ruleta rusa dispuesta por la gobernadora Vidal y su equipo, donde hacen partícipe al público y a los trabajadores sin conocer unos y otros los riesgos que asumen al utilizarlos sin mantenimiento por años.
En agosto de 2016 cayó un ascensor en el hospital San Martin de La Plata sin consecuencias para quienes viajaban en el mismo (www.agencianova.com 22/8/2016). En junio de este año cayó otro ascensor en el Hospital San Roque de La Plata sin que hubiera lesionados (www.laplataya.com 18/6/2018).
Las carencias presupuestarias para mantenimiento, infraestructura, recursos físicos y humanos, es el escenario buscado desde hace años por los gobiernos patronales y profundizado por este gobierno autómata del FMI. El objetivo es honrar a los usureros internacionales privatizando la salud pública a través de una cobertura integral de la salud.
Los salarios hospitalarios son miserables como los de educación y las condiciones de trabajo y seguridad inexistentes.
La calidad de atención brindada a los pacientes (no obstante el colosal esfuerzo y la calidad humana del personal profesional y empleados en general), es muy pobre porque se sustenta con presupuesto cero. El funcionariado -delincuente social- ha puesto de última moda refaccionar las guardias de los hospitales provocando un endeudamiento enorme que redunda en jugosos negociados para la camarilla que los desenvuelve. Este maquillaje se puede observar en varios hospitales de PBA mientras se caen a pedazos otros sectores y se desmantelan, se cierran servicios y se vacían de profesionales y trabajadores. Esas obras “de embellecimiento” justifican el endeudamiento brutal que ha tomado la PBA y son la expresión de la subordinación del sistema de salud al que se pone bajo la batuta de los usureros internacionales.
En el Evita, en un sector de Laboratorio por defectos de infraestructura se usan ¡garrafas de gas!.  lo cual explica por sí solo el descaro y aventurerismo del gobierno nacional y provincial. Mientras, la falta de médicos en la terapia pediátrica desnuda el cinismo de los funcionarios y carreristas políticos que “ordenan” los servicios.
La convivencia con estas condiciones de trabajo peligrosas y alienantes se dan con la absoluta complicidad o inacción de la mayoría de los gremios que militan en el hospital.
Fuera Vidal y el ministro de salud bonaerense Andrés Scarsi.
Que se abran los libros del ministerio de Salud de la provincia y de todos los hospitales bajo control de los trabajadores de la salud.
Triplicación del presupuesto de salud bajo control de los trabajadores hospitalarios.
Aumento de $5.000 de emergencia a todo el personal.
Asambleas de trabajadores hospitalarios que voten un plan de lucha bajo la bandera de la “Defensa incondicional de la Salud Pública, única y gratuita”.
En defensa de nuestras vidas y los puestos de trabajo.
Cobertura de todas las vacantes.
Pase a planta de todo el personal en negro, becario y precarizado.
Por un salario mínimo en la salud igual a la canasta familiar.
No al cromañón hospitalario que gestan Vidal y el gobierno macrista.
Juicio y castigo a Vidal y a Scarsi.

(*) Del Partido Obrero