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lunes, 18 de noviembre de 2019

Abajo el golpe de estado en Bolivia

por Lisandro Martínez*

En 1954 se produce un golpe de estado en Guatemala, donde dos jóvenes -uno de 28 y otro de 26 años- sacaron conclusiones políticas del primer golpe de estado organizado por el Departamento de Estado norteamericano y la CIA en Latinoamérica. Guatemala era un país casi feudal al que el gobierno progresista de Jacobo Arbenz quería sacar del atraso. El Vaticano y los yanquis, junto a los gobiernos títeres del imperialismo como Cuba, Honduras, Nicaragua, Venezuela y República Dominicana, prepararon durante más de dos años el golpe. Fidel Castro y Ernesto Guevara que vivían allí siguieron con atención el proceso político donde Arbenz intentaba acabar con el hambre y la pobreza. “La United Fruit Company de EEUU era la propietaria de más del 50% de todos los terrenos cultivables pero sembraba sólo en el 3% de ellos” (www.bbc.com 27/6/19). El golpe fue la antesala de la guerra civil donde asesinaron a más de 250.000 personas y desaparecieron 50.000 ciudadanos, anticipando un método de imponer negocios que luego se trasladó a toda Latinoamérica –incluida Argentina en 1955 y 1976- para que la curia y el empresariado prosperaran. Los dos futuros dirigentes de la revolución cubana entendieron que si se trataba de que triunfaran los intereses populares había que tomar otros recaudos para no terminar en el patíbulo.
    El nacionalismo burgués siempre lleva al pueblo a la derrota más terrible y al retroceso social extremo: Arbenz, Perón, Allende, etc. La deriva del indigenismo boliviano se dio el lujo de revivir al cadáver derechista de Carlos Mesa, quien vivía en el ostracismo político y fue nombrado en 2013 por Evo Morales como portavoz ante la Corte de La Haya en la demanda de la salida al mar de Bolivia a Chile. “La decisión política de Evo Morales catapultó en las encuestas de popularidad a Carlos Mesa. Mesa es el político con más posibilidades de vencer a Morales en las elecciones del próximo año, pero ha dicho que no quiere volver a ser candidato” (www.elpais.com/1/10/2018). Mesa fue uno de los arietes del golpe, como antes lo fueran Pinochet o el almirante Isaac Rojas promovidos al estrellato uno por el
“Chicho” Allende y otro por Juan Perón.
   La génesis del golpismo imperialista siempre conlleva a la apropiación de recursos naturales y reservas de los países. Esto es así desde la conquista de América por los delincuentes, religiosos y asesinos que descubrieron este continente. En el caso de Bolivia, el imperialismo yanqui a partir de la crisis financiera e industrial monumental que padece pretende aprovechar el golpe y apropiarse de las reservas de petróleo, gas y litio.
   El jefe golpista boliviano Luis F. Camacho integra "Los Caballeros del Oriente", una de las dos grandes logias vaticanas de Santa Cruz, de sesgo oscurantista y racista. Camacho es propietario del Grupo Empresarial de Inversiones Nacional Vida SA, compañías de seguros, gas y servicios (www.mundo.sputniknews.com 14/11/19).
   El golpe en Bolivia es una expresión tardía y a destiempo ya que la derecha en el poder y el FMI con su recetario fracasaron en Chile, al que presentaban como el ejemplo a seguir basado en salarios míseros y un pueblo hambreado.
Todo voló por los aires
   Hoy Chile transita un levantamiento popular que paso a paso va hacia la revolución. Esta explosión social subraya la impase política y económica de los Trumps, Bolsonaros y los cuervos vaticanos, que han regresado de ultratumba con cruces, rosarios y biblias en mano, reclamando sacrificios humanos para que un río de sangre obrera y popular recomponga al capitalismo actualmente en agonía.
   El litio, llamado "el oro blanco", es el insumo clave para producir baterías recargables de celulares, computadoras o autos eléctricos. La intención de los capitalistas es hacer una "medialuna bioceánica" de exportación de recursos naturales: Chile, Bolivia y Brasil (www.minutodecierre.com). El litio no existe en el subsuelo de EEUU.
  La llegada de Evo a la presidencia coronó un proceso de rebelión cuyo intento era acabar con la extranjerización del gas boliviano hacia EEUU, vía 120.000 km2 que Chile arrebatara a Bolivia en 1884.
  El golpe a Bolivia es una expresión con la ametralladora en la mano de la guerra “comercial” entre EEUU y China, ya que Bolivia luego de nacionalizar sus recursos naturales -litio, gas y petróleo- planteó acuerdos comerciales con China y Corea para producir autos eléctricos, con un valor agregado importante para Bolivia.
  Si se estabiliza el dominio de la derecha, con Jair Bolsonaro en Brasil y Chile en manos del Grupo –yanqui- de Lima, EEUU dominaría el petróleo, el gas y el litio de la región con una ruta por los puertos del Océano Atlántico (Brasil) y el Pacífico (Chile).
  Horas después de que Morales renunciara a la lucha el 10/11/19, la dirección de la Fejuve-El Alto llamaba a “conformar comités de autodefensa, bloqueos, movilización permanente y contundente”. De igual forma, advertía a la policía para que defienda a la población boliviana o “en caso contrario, se instruye a construir la policía sindical civil para resguardar nuestra población”.
   La noche del 10 de noviembre cientos de personas cortaban la carretera que conecta la capital con el aeropuerto y por donde pasan los autobuses que bajan a La Paz, y bloqueaban el paso a la altura del peaje (elsaltodiario.com 11/11/19).
El levantamiento en la ciudad de El Alto se inició el 11
El 12 la Central Obrera Boliviana (COB) dio un plazo de 24 horas a los golpistas para restablecer el orden constitucional, caso contrario convocarán a una huelga general indefinida (izquierdaweb.com 12/11/19).
En Cochabamba en el Chapare, grupos obreros tomaron el Campo Carrasco donde están las estaciones de bombeo y compresión de hidrocarburos. Esto podría afectar la llegada de gas a la Argentina (Ambito.com 12/11/19).
El 13 se llamó a un cabildo masivo en El Alto que decidió marchar hacia La Paz, la cantidad de gente movilizada es cada vez mayor y su combatividad es muy alta por la defensa de la Whipala que fue pisoteada por la poli, los militares y “la rubia tonta” Jeanine Añez, una gringa racista quien se ungió presidenta con la biblia en alto. Para los Aymaras hay que hacer tronar “la revolución de las whipalas” (www.pagina12 14/11/19).
La acción directa de las masas en Chile y Bolivia donde ya se difunden por las redes enfrentamientos planificados contra las tropas represivas, pone un inmenso signo de interrogación sobre la solidez de las acciones imperialistas.
Huelga general latinoamericana.
Fuera el imperialismo y sus gobiernos.
No al pago de la deuda externa.
Asambleas constituyentes que revoquen mandatos y pasen el gobierno a manos de los trabajadores y el pueblo.
   (*) Del Partido Obrero