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domingo, 24 de noviembre de 2019

Ferroviarios luchan por su reincorporación

por Lisandro Martínez*

Mientras los K durante los 12 años que gobernaron mantuvieron del 30 al 40 por ciento del empleo precario y en negro para facilitarle el nivel de ganancias a las patronales, Mauricio Macri desde el 2015 impulsó el desempleo para abaratar la mano de obra y en la Argentina los despidos treparon a las nubes acompañado con la inacción de los dirigentes sindicales que no hicieron nada para parar esa barbarie. Fue la moneda de cambio de los acuerdos políticos del PJ y los K en los HCD y los parlamentos de todo el país que permitieron a Macri tener las primeras 100 leyes que facilitaron la gobernabilidad a un gobierno débil y sin mayoría propia.
Sasia se recibió de macrista
El desempleo en el ferrocarril no fue la excepción, bajo la administración de Cambiemos se perdieron 5.325 puestos de trabajo ferroviario en todo el país.
La modalidad impuesta en los ferrocarriles fueron “los despidos sin causa” y “los retiros obligatorios” y el apriete laboral donde la primera colaboración era el desentendimiento sindical.
    La empresa Trenes Argentinos -apalancada por el ministro de Transporte “Guillo” Dietrich que siguió haciendo negocio con el autotransporte- se acostumbró a incumplir con normas del convenio laboral, no designando objetivos fijos dentro de un ramal especifico violando leyes laborales y el Convenio de la Unión Ferroviaria, que en general incumplían, castigando caprichosamente a los trabajadores que se quejaban del destrato cambiándolos de estación y objetivos sin que el sindicato hiciera nada al respecto. (www.tiempoargentino.com.ar 17/10/2019).
En febrero de 2018 la gobernadora María Eugenia Vidal tomó la decisión de cerrar
Ferrobaires y despedir en principio 1.500 obreros efectivos para luego llegar a 2.000 cesanteados.
A pesar de la enorme masa de trabajadores afectados por los despidos (5.235 afectados) el secretario general de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia y la lista Verde que conduce el gremio desde hace más de 30 años no se dieron por enterados y nada hicieron: No hubo ni un minuto de repudio frente a los despidos, no hubo plan de lucha, ni paro de trenes. A los trabajadores despedidos que se movilizaron frente a la Unión Ferroviaria les impidieren el paso cerrándoles las puertas de la sede gremial.
   La imposición de este régimen de autócratas decadentes que pretendían desconocer derechos en el ferrocarril pegó un salto meses atrás cuando unos 35 obreros y obreras de la estación Kosteky y Santillan hicieron un relevamiento que se transformó en petitorio presentado a Trenes Argentinos. Allí se apuntaron una a una las condiciones de inseguridad en la Estación que ponen en peligro a usuarios y a los obreros, la respuesta fue sancionar y desplazar lejos a los firmantes quienes quebraron la brutalidad patronal obteniendo amparos judiciales.
En 2019 un grupo que dice representar a 380 trabajadores de esos 5.235 despedidos se reagrupó bajo el nombre de Trabajadores ferroviarios sin trabajo y buscaron conectarse con organizaciones ferroviarias representativas para ir a un plan de lucha para volver a trabajar. El 27 de setiembre, un grupo de “Ferroviarios sin trabajo”, reclamaron en torno a la estación de Lomas de Zamora actividad que incluyó un corte de vías sui generis –durante los minutos mientras no pasaban las formaciones- en la barrera de la calle Boedo. Recordemos que la dirección gremial durante la lucha de los tercerizados se jactaba “los trabajadores ferroviarios no cortan vías”.
Una delegación de los “Ferroviarios sin trabajo” a mediados de octubre concretó una reunión con compañeros de Mariano Ferreyra y solicitaron colaboración para llevar adelante un plan de lucha hasta obtener su reincorporación. El debate fue a fondo porque allí señalamos que nuestra agrupación no iba a participar de medida de lucha alguna en la que se reclamara la reincorporación de cualquier integrante de la patota que planificó y participó en el asesinato de Mariano ya que nos separaba un río de sangre y que esa determinación no estaba a debate. A partir de esa clarificación, estábamos dispuestos a participar y colaborar con la lucha obrera.
    Se diseñaron actividades, pero quienes llevaban la voz cantante del grupo de 12 que visitaron Avellaneda, señalaron al pasar que “tenemos compañeros presos” y aunque no dijeron quiénes eran los “sopres” se caía de maduro que se referían a Pablo Díaz y otros criminales. Frente a nuestra intransigencia no volvieron más.
El 7 de noviembre se instalaron –con el acuerdo del secretario general de la UF Sasia- tres carpas en la puerta de la sede central de la Unión Ferroviaria en Independencia 2880 de CABA, con la bandera de “Trabajadores Ferroviarios sin Trabajo”, reclamando la reincorporación al ferrocarril Roca y al Sarmiento, con la presencia de una docena de personas.
El 12, unos 25 obreros ferroviarios despedidos de la línea Roca se reunieron con los compañeros de Mariano Ferreyra en Avellaneda entendiendo que con la burocracia sindical traidora de cada lucha de los trabajadores no se puede librar ningún combate y por lo tanto separar la paja del trigo es saludable si lo que se intenta es obtener la reincorporación.
El 14 se hicieron las primeras “liberaciones de boleterías” al estilo de los estudiantes chilenos –pasan los usuarios en los horarios picos sin abonar los boletos- en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteky, otro día en Remedios de Escalada y el jueves 21 se liberaron los molinetes de la estación Plaza Constitución con un desmedido e intimidante operativo policial. Estas acciones por ahora propagandísticas se dirigen a los usuarios y otros trabajadores inclusos ferroviarios que desconocen que la empresa Trenes Argentinos, avalada por la Unión Ferroviaria y otros gremios del riel están vaciando el ferrocarril, despidiendo compañeros, cerrando ramales y tercerizando tareas como hacían los pedracistas para morder una moneda del presupuesto que el Estado destina a tercerizaciones.
El 28 de noviembre y el 5 de diciembre desde las 15,30 horas volverán los “Trabajadores despedidos” a liberar molinetes de la Estación Constitución y esperan que otros trabajadores se solidaricen activamente, los acompañen y apoyen. Los “Ferroviarios despedidos” tienen en carpeta acciones de mayor profundidad para redoblar el esfuerzo que garantice finalmente la recuperación de sus puestos de trabajo, porque el hambre no espera.
Todos con los despedidos ferroviarios
Viva la lucha de los que luchan
   (*) Del Partido Obrero