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domingo, 22 de marzo de 2020

Algunas noticias optimistas sobre el coronavirus



por Alejandro Chitrángulo

En la historia de la humanidad hubo muchas pandemias, algunas muy letales como la fiebre amarilla o la tristemente recordada peste bubónica o peste negra que se inicio alrededor del año 1348 y devastó más del 30% de la población europea y un número similar en Asia y África, permaneciendo activa hasta 1490. 
En los últimos cien años los seres humanos fuimos víctimas de muchas pandemias como, la gripe española, el cólera, el ébola, la malaria o el dengue entre otras.  Pero hoy por primera vez en la historia estamos viviendo una epidemia a tiempo real: todos los medios de comunicación, muchas veces al día, todos los días, en todo el planeta, hablan del coronavirus. Seguimos las estadísticas y conocemos los números de casos al instante. Tenemos un nivel de información nunca alcanzado y eso hace posible que los gobiernos de los países afectados tomen medidas de contingencia rápidamente.
A pesar todo lo malo que trae la enfermedad y la falta de consuelo por la pérdida de vidas, siempre es bueno recordar las herramientas que tenemos para combatirla porque nos aporta la cuota de esperanza que necesitamos para seguir la lucha. Por eso les dejo algunas noticias optimistas. 
Sabemos cómo detectarlo
Desde el 13 de enero está disponible para todo el mundo un ensayo de RT-PCR para detectar el virus. En los últimos meses se han perfeccionado este tipo de pruebas y evaluado su sensibilidad y especificidad.
El 80 % de los casos son leves
La enfermedad no causa síntomas o son leves en un 81% de los casos. En el 14% restante puede causar neumonía grave y en un 5% puede llegar a ser crítica o incluso mortal.
La gente se cura
Los únicos datos que a veces se muestran en los medios de comunicación son el aumento
del número de casos confirmados y el número de fallecimientos, pero la mayoría de la gente infectada se cura. Hay 13 veces más pacientes curados que fallecidos, y la proporción va en aumento.
Casi no afecta a los menores de edad.
Solo el 3 % de los casos ocurre en menores de 20 años, y la mortalidad en menores de 40 años es solo del 0,2 %. En menores los síntomas son tan leves que puede pasar desapercibido.
El virus se inactiva fácilmente
El virus puede ser inactivado de las superficies de forma eficaz con una solución de etanol (alcohol al 62-71 %), peróxido de hidrógeno (agua oxigenada al 0,5 %) o hipoclorito sódico (lejía al 0,1 %), en solo un minuto. El lavado de manos frecuente con agua y jabón es la manera más eficaz de evitar el contagio.
Ya hay más de 150 artículos científicos
Es el momento de la ciencia y la cooperación. En poco más de un mes ya se pueden consultar 164 artículos en PubMed sobre COVID19 o SARSCov2, además de otros tantos disponibles en los repositorios de artículos todavía no revisados por pares (pre-prints). Son trabajos preliminares sobre vacunas, tratamientos, epidemiología, genética y filogenia, diagnóstico y aspectos clínicos.
Estos artículos están elaborados por cerca de 700 autores repartidos por todo el planeta. Es ciencia en común, compartida y en abierto. En 2003, cuando ocurrió lo del SARS, se tardó más de un año en obtener menos de la mitad de artículos. Además, la mayoría de las revistas científicas han dejado en abierto sus fondos sobre los coronavirus.
Ya hay prototipos de vacunas
Nuestra capacidad de diseñar nuevas vacunas es espectacular. Ya hay más de ocho proyectos contra el nuevo coronavirus. Hay grupos que trabajan en proyectos de vacunas contra otros virus similares y ahora tratan de cambiar de virus. Lo que puede alargar su desarrollo son todas las pruebas necesarias de toxicidad, efectos secundarios, seguridad, inmunogenicidad y eficacia en la protección. Por eso, se habla de varios meses, pero algunos prototipos ya están en marcha.
Por ejemplo, la vacuna mRNA-1273 de la empresa Moderna consiste en un fragmento de RNA mensajero que codifica para una proteína derivada de glicoproteína S de la superficie del coronavirus. Esta compañía tiene prototipos similares para otros virus.
Inovio Pharmaceuticals ha anunciado una vacuna sintética ADN para el nuevo coronavirus, INO-4800, basada también en el gen S de la superficie del virus. Por su parte, Sanofi, va a emplear su plataforma de expresión en baculovirus recombinantes para producir grandes cantidades del antígeno de superficie del nuevo coronavirus.
El grupo de vacunas de la Universidad de Queensland, en Australia, ha anunciado que ya está trabajando en un prototipo empleado la técnica denominada molecular clamp, una novedosa tecnología que consiste en crear moléculas quiméricas capaces de mantener la estructura tridimensional original del antígeno viral. Esto permite producir vacunas empleado el genoma del virus en un tiempo récord.
Novavax es otra empresa biotecnológica que ha anunciado su trabajo con el coronavirus. Posee una tecnología para producir proteínas recombinantes que se ensamblan en nanopartículas y que, con un adyuvante propio, son potentes inmunógenos.
En Estados Unidos iniciaron pruebas en humanos de otra vacuna. La primera dosis se administró a uno de los 45 voluntarios, todos ellos adultos sanos de entre 18 y 55 años de edad, que tomarán parte en este experimento a lo largo de seis semanas. Si la investigación es exitosa, la vacuna no estaría disponible para su uso extenso hasta dentro de 12 a 18 meses.
Hay más de 80 ensayos clínicos con antivirales en curso
Las vacunas son preventivas. Más importante aún son los posibles tratamientos de las personas que ya están enfermas. Ya hay más de 80 ensayos clínicos para analizar tratamientos contra el coronavirus. Se trata de antivirales que se han empleado para otras infecciones, que ya están aprobados y que sabemos que son seguros.
Uno de los que ya se ha ensayado en humanos es el remdesivir, un antiviral de amplio espectro, todavía en estudio, que ha sido ensayado contra el ebola y el SARS/MERS. Es un análogo de la adenosina que se incorpora en la cadena de ARN viral e inhibe su replicación.
Otro candidato es la cloroquina, un antimalárico que también tiene una potente actividad antiviral. Se sabe que bloquea la infección aumentando el pH del endosoma que se necesita para la fusión del virus con la célula, lo que inhibe su entrada. Se ha comprobado que este compuesto bloquea al nuevo coronavirus in vitro y ya se está empleando en pacientes a los que el virus ha causado neumonía.
Lopinavir y Ritonavir son dos inhibidores de las proteasas empleados como terapia antirretroviral que inhiben la maduración final del virus del sida. Como se ha comprobado que la proteasa del SARSCov2 es similar a la del VIH, ya se ha ensayado esta combinación en enfermos por el coronavirus.
Otros ensayos propuestos se basan en el uso del oseltamivir (un inhibidor de la neuraminidasa empleado contra el virus de la gripe), interferón-1b (proteína con función antiviral), antisueros de personas ya recuperadas y anticuerpos monoclonales para neutralizar el virus. Incluso se han sugerido nuevas terapias con sustancias inhibidoras, como la baricitinibina, seleccionadas mediante inteligencia artificial.
En Corea del Sur las recuperaciones superan a los nuevos contagios
Hasta hace unos días, Corea del Sur ocupaba el cuarto lugar en número de contagios por coronavirus -fue reemplazado por España- pero el país asiático ha conseguido reducir la cifra de nuevas infecciones y se ha convertido en un ejemplo de cómo afrontar una crisis sanitaria de esta magnitud.
Las autoridades surcoreanas prohibieron las grandes concentraciones, cerraron instituciones educativas y otros espacios públicos y cancelaron todas las grandes competiciones deportivas al poco de descubrirse el principal brote del país en torno a la ciudad de Daegu.
La pandemia de gripe española de 1918 causó más de 25 millones de muertos en menos de 25 semanas. ¿Podría volver a ocurrir algo similar hoy en día? Como vemos, muy probablemente no. Nunca el mundo ha estado mejor preparado que ahora para combatir una pandemia.