Relata Morales: “Yo trabajé durante toda la pandemia de manera presencial, junto con mi compañera de equipo Tamara Aguilera, a la cual esta señora (Lopez) echó dos veces, la segunda a los gritos delante de toda el área. A mí me dejó afuera de toda reunión de equipo, ya que formó un nuevo equipo administrativo. Me dejó fuera de toda actividad, de reuniones, de capacitaciones y le prohíbe al personal hablarme. Me aisló de todos, me quitó todos los accesos al trabajo, como ser el e-mail oficial de Niñez, la tramitación electrónica, que es donde se forma expedientes, y el Reuna, a pesar de que fui la primera en implementar el cambio, de pasar de expedientes en papel a electrónicos, en plena pandemia. Sin motivo
alguno dos veces me gritó, me maltrató y me sacó todas las tareas. Es costumbre de esta señora hacer esto, ya que también lo hizo con toda el área de Discapacidad que también está a cargo de ella. Todos los trabajadores y funcionarios pueden dar fe de mi compromiso laboral, de mi asistencia perfecta y del gran trabajo que hice junto a mi compañera en pandemia poniéndome al hombro dos áreas administrativas: la Subsecretaría y la Dirección de Niñez, ya que tampoco asistía la jefa de departamento Andrea Illa quien ahora, a su regreso, también nos maltrató y fue cómplice de dejarnos afuera del equipo de trabajo. Illa colaboró con Sonia Lopez y con la nueva directora de Niñez Griselda Cabrera, la cuál jamás nos saludó ni nos dirigió la palabra a nosotras su equipo administrativo. Sigo sin respuestas, sigo sin tareas y la señora Sonia Lopez me dijo dos veces a los gritos que me pida el pase. Seguiré tomando mate seis horas, pero esta señora no se va a salir con la suya, de dejarme sin trabajo. Lo que más lamento es que todo mi esfuerzo fue tirado a la basura”, explica Morales.