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martes, 27 de diciembre de 2022

Los “kiosquitos” del doctor Lopez

La Defensa, gracias al grupo de profesionales de “En Lanús la Salud duele”, que coordina Adriana Feliche,  tuvo acceso a un libro de guardia, en este caso de la Unidad Sanitaria Lanús Oeste (foto) que contradice o pone por lo menos en signo de interrogación lo que se sostiene desde el municipio de que los técnicos en Emergencias, “suman” al sistema. Veamos: En primer lugar, por lo menos desde la gestión de Manuel Quindimil, en las salas sanitarias de Lanús hay tres médicos en la guardia: Un pediatra, un clínico y el tercero para atender las emergencias en ambulancia. El citado libro de guardia expone -y para muestra basta un botón- que el 16/12 último, estaba integrado el equipo por una médica, una enfermera, un enfermero de apoyo, un chofer, una radio operadora, una técnica en emergencias, y no había ni portero ni policía. Cae de maduro que si pedían por una ambulancia ésta iba a salir con el chofer, y con la médica o con la técnica. Si salía con la doctora la sala quedaba sin atención médica, y si salía con la técnica, poco este podría hacer ya que como queda dicho en notas anteriores, los técnicos ni siquiera pueden aplicar una inyección.

  Los profesionales de “En Lanús la Salud duele”, explican este “aterrizaje de técnicos” en reemplazo de médicos, de una forma muy concreta: “Primero porque los médicos de guardia en Lanús cobran una miseria: $29.000 por 24 horas cuando por ejemplo en Ezeiza les pagan $49.000. Y segundo porque Roberto López es docente en la Tecnicatura de Emergencias en el Hospital del Cruce, y trata de meter técnicos por todos lados”. Y aclaran que este Lopez, tiene por lo menos cuatro ocupaciones: Es director de Emergencias en Lanús; docente en el Cruce; Coordinador del SIES en el Hospital Fiorito; y trabaja en Ezeiza”. Como se ve, el señor Lopez tiene razones para dedicarle brutales palabras soeces a La Defensa: Sus colegas a través del diario lo ponen en evidencia. Las emergencias se deben atender 24 horas diarias los 365 días del año. Elementalmente, López mucho tiempo no tiene para dedicarles.