Dice el profe Carlos Tamola: “Tengo un vehículo año 2022 con 23.000 kilómetros andados. Está en estado óptimo, sin choques, salvo que la chapa patente se está pelando (foto). Para renovarla debo volver a abonarla. Es una verguenza: las patentes vienen falladas de origen. Alguien está en el negocio. Las patentes de modelos viejos están impecables, pero este es un país para vivos y tenés que pagarlas nuevamente por una falla de origen, alguien está prendido en esa estafa. Y ya que no puedo rehacerlo particularmente debo volver al Registro Automotor y tal vez me duren dos años más”.