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domingo, 3 de agosto de 2025

La tramoya electoral de Milei, Bullrich y los comisarios


por Lisandro Martinez*

Por lo menos desde diciembre de 2023 Patricia Bullrich está fuera de la “ley de leyes”. Su status natural es anti constitucional. Su protocolo anti piquetes arrasa con derechos surgidos de la carta magna. Utiliza una coartada criminal para tener manos libres y provocar desmanes por fuera de toda legislación vigente en relación a las libertades, derecho de reunión y de reclamos y ni que decir de las leyes laborales que protegen a los trabajadores y al derecho a huelga y de petición. Bullrich en la última mitad de los ‘70 actuó de cebo criminal incorporando pibes para combatir a la dictadura cuando ya hacía acuerdos criminales con la CIA (“La conversión de la piba: de montoneros a los acuerdos con la CIA” (www.latinta.4/4/2019) y más adelante compró y vendió armas vía Israel. Un detalle y no de menor importancia es que “la Bullrich” está apurada por avasallar al prójimo y por sus apurones y vacíos legales no llega a interpretar textos y menos leyes para avanzar en el estado de excepción (estado de sitio) al que pretende llegar apelando a anuncios rimbombantes pero que contradictoriamente le marcan sus límites. En su versión autoritaria aúlla que “el que las hace las paga”, pero su mandante Milei quiebra leyes y reglamentos y no paga ni una mísera chirola, por ejemplo “la estafa Libra”. Milei fue quien más ensobrados garantizó entre el periodismo canalla para sobrevivir sin tener ni ideas ni programa que levantar. Bullrich y Milei son los restos fósiles de una forma de expoliar a un pueblo. Habilitan no sólo el desalojo de manifestaciones o piquetes, sino que se creen capacitados para impedir

el reagrupamiento previo o la llegada de manifestantes a las concentraciones y para eso imponen fuera
de contexto “el estado de sitio”, algo que se aplica por excepción. Bullrich, sin embargo, se ha despachado con todas las anomalías legales juntas, a sabiendas que la seguridad de los diferentes distritos es atributo de los estados y las policías provinciales y no está a su arbitrio autoritario.  En julio de 2025 en la Bonaerense, la justicia investigó chats y videos que muestran un armado político ilegal con síntomas de golpe de estado, armado por provocadores, la mayoría vistiendo uniformes y recibiendo órdenes de Bulrrich para organizarse como una patota de intimidación contra el pueblo. Esto lo sacó a la luz el fiscal Álvaro Garganta. “El pato criollo” al que se lo conoce por excretar a cada paso, actúa igual a la máxima autoridad de la Secretaria de seguridad, quien en lugar de resolver con ecuanimidad lo hace con la más brutal violencia: “La que manda aquí soy yo y si me excedo me la banco”, porque quien la respalda está más chapita que Nerón.

Boicot electoral

Por la intervención del fiscal Álvaro Garganta se impulsó una causa contra 24 uniformados que son señalados como seguidores del candidato libertario Bondarenko, un ex comisario militante del Pro con ligazones con LLA. Garganta investiga la malversación del uso de bienes públicos mientras se ha descubierto un complot electoral donde 24 oficiales de la bonaerense se reunían y luego funcionaba una mesa chica de dirección con Bullrich a la cabeza y se discutía el armado de la lista electoral de apoyo a Milei que funcionaba activamente como propagandizadora de la asociación ilícita. Milei en conocimiento de esto en la charla que dio en Córdoba el 25/6 adelantó como si leyera el futuro que “la mayoría se va a llevar una gran sorpresa por la alta votación que va a tener LLA”, en la próxima elección.

Fraude político, armado ilegal y complot contra la ciudadanía

Una denuncia anónima originó el desplazamiento preventivo de policías y menciona que varios efectivos estaban relacionados con Maximiliano Bondarenko, con tareas ilegales redactando informes políticos e internos de la fuerza policial. Esto era difundido regularmente a la ministra Bullrich, lo que implica un claro caso de espionaje y utilización de datos del estado provincial con fines oscuros y electorales para favorecer a la facción que detecta el poder político. Desde el Ministerio de Seguridad bonaerense advirtieron que, de comprobarse los vínculos entre Bondarenko (Pro/LLA) y el envío y manejo de información sensible a Bullrich, el delito le costaría caro a la ministra. Se entiende que al personal de la Policía Bonaerense le cabria en principio la expulsión de la fuerza por realizar actividades de espionaje, propagar secretos de seguridad pública y violar el secreto de confiabilidad del contexto profesional, donde hay obligación de mantener la confidencialidad de la información compartida en la seguridad pública, prohibiéndose la divulgación no autorizada. Este deber garantiza que la información sensible permanezca protegida y solo sea accesible para los altos mandos. En el caso de la bonaerense todo indica que ha sido violentada la seguridad a favor de las necesidades electorales de LLA y su candidato Milei en post de un par de votos más para el gobierno derechista responsable de montar una organización ilegal que ventila secretos de estado manipulando datos sensibles de seguridad pública. La versión defensiva de Bullrich presenta una lectura grosera: “La denuncia es trucha” y a Kicillof lo acusa de persecución política. Pero las fuentes judiciales refutan esa narrativa. En la bonaerense se señala que las desafectaciones de 24 efectivos responden a preservar la integridad investigativa. El fiscal Álvaro Garganta calificó como “uso indebido de herramientas del estado” la apropiación de computadoras, impresoras, mobiliario y otros recursos públicos en apoyo a las candidaturas de LLA y Bondarenko. La ministra de seguridad Patricia Bullrich quien lidera este complot electoral declaró “El inútil de Kicillof inventó una conspiración para perseguir a 24 policías. Los suspendió afectando su trabajo, sus vidas y las de sus familias por puro chiquitaje político”. La justicia tiró abajo esa especie. Frente a estas confirmaciones internas, la versión difundida por la ministra (“La Justicia la tiró abajo”, afirmó) queda desacreditada. Según los investigadores, la causa seguirá activa después de la feria cuando estén disponibles los testigos y se culminen los peritajes. 

Maximiliano Bondarenko: carrera meteórica con antecedentes disciplinarios

Bondarenko se incorporó a la Policía Bonaerense en 1997 y trepó hasta comisario inspector en solo 8 años, velocidad que atribuyen más a conexiones políticas que a méritos reales (www.Letra P). Su historia profesional está salpicada de sanciones: tuvo 3 arrestos por negligencia y desobediencia entre 1999 y 2002, 1 amonestación por impuntualidad en 2003 y 1 suspensión de 15 días en 2014 tras un sumario interno. También fue desafectado temporalmente en 2012, aunque reincorporado después. Un sumario por supuesto hurto automotor en 2010 fue archivado por falta de pruebas. Desde febrero de 2025, Bondarenko pasó a liderar el armado local de “LLA” en Florencio Varela y fue elegido candidato a diputado provincial por la 3ra sección en la lista de Milei por S. Pareja.

Conexiones políticas, inteligencia interna y espionaje

La denuncia anónima que dio origen al desplazamiento de policías señala que varios efectivos eran relaciones de Bondarenko con tareas de redacción, informes políticos e internos, que se transmitían a Bullrich, un claro caso de espionaje con manipulación electoral de la tropa. Luego de la feria judicial, se reactivará la investigación con peritajes sobre equipos secuestrados y la citación de testigos clave. Las fuentes remarcan que no existe resolución para cerrar la causa. Garganta encontró a Patricia Bullrich como cómplice de Maximiliano Bondarenko y de un grupo de militantes y adherentes de LLA que están violando todas las garantías en la 3ra sección y se colocan por fuera de la ley para sacar ventajas electorales. La investigación del fiscal revela una coordinación que involucra a altos mandos de la Policía Ecológica en un intento de desestabilización institucional, con chats, videos y documentos que exponen una conspiración de 24 bonaerenses cuyo liderazgo estaba a cargo de Patricia Bullrich para favorecer la campaña electoral de Maximiliano Bondarenko. El gobernador Axel Kicillof aportó pruebas a la Justicia: chats, videos y documentos que exponen la conspiración en favor de la campaña política de Bondarenko. La investigación del fiscal Álvaro Garganta apunta a un intento de desestabilización institucional.

El hallazgo sacude a la Bonaerense

El caso comenzó con una denuncia anónima recibida por Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad, justo cuando se oficializó la candidatura de Bondarenko para las elecciones del 7/9. La Auditoría Gral. de Asuntos Internos (AGAI) actuó revisando computadoras y dependencias policiales. En la Dirección de Prevención de Riesgos Ecológicos y Sustancias Peligrosas de La Plata se encontraron pruebas que confirman sospechas: un grupo de WhatsApp denominado “The Rockets” o “Equipo Rockets”, donde Bondarenko, identificado como “Maxi Bondarenko nuevo”, intercambiaba mensajes con 24 efectivos, incluyendo al comisario mayor Manuel Ortiz Valenzuela, jefe de división. Entre los mensajes, hay uno que se destaca por su impunidad: “Buenas noches queridos amigos! Hace un rato finalizó una reunión con el equipo mesa chica de la Ministra de Seguridad de la Nación. Mil gracias por su aporte, mil gracias por estar. Cada palabra que me trasmitieron destaca que somos “buenos policías’”, escribió Bondarenko (wwwlanacion). Este mensaje señala una conexión directa con el Ministerio de Seguridad de Bullrich, quien respalda públicamente al candidato libertario.

     (*) De Política Obrera