por Araceli Viale*
El 7 de septiembre marcó un momento histórico en Lanús. No fue solo una elección: fue la demostración de que la organización, la militancia y la unidad popular pueden ponerle un límite a quienes buscan vaciar los bolsillos, recortar derechos y disciplinar al pueblo. Javier Milei prometió romper con todo, pero lo que encontró fue la fuerza de una comunidad organizada que supo transformar la indignación en participación y los votos en resistencia concreta. Durante toda la campaña provincial, la militancia del Partido Piquetero de Lanús y de las fuerzas populares del distrito recorrió cada rincón del territorio, conversando con vecinos y vecinas, explicando los impactos del ajuste y difundiendo un mensaje claro: el mensaje de Axel Kicillof y Verónica Magario de defender derechos, frenar el ajuste y fortalecer la solidaridad popular se convirtió en acción concreta en toda la provincia y en nuestro distrito. La campaña provincial no fue un acto aislado ni mediático: fue un despliegue de organización, compromiso y trabajo sostenido, donde la militancia territorial se consolidó como protagonista central. El gobierno de Milei dejó al descubierto su verdadera agenda: tarifazos desmedidos, recortes en salud, educación y discapacidad; salarios y jubilaciones pulverizados, y represión sistemática a quienes defienden derechos. Su modelo no busca desarrollo ni inclusión: busca disciplinar al pueblo y concentrar
la riqueza en unos pocos. Frente a este proyecto, Lanús al igual que otros distritos dijeron basta, demostrando que ningún plan que ataque a la mayoría puede imponerse cuando hay unidad, compromiso y acción colectiva.Frente a este resultado, Axel Kicillof se posiciona como conductor del peronismo, reafirmando la provincia como motor estratégico de unidad y resistencia al ajuste. Desde Lanús, el Partido Piquetero local y el Partido Piquetero nacional, que conduce Juan Marino, ratificamos nuestro apoyo y compromiso con este liderazgo, convencidos de que sólo la articulación entre las fuerzas populares y el peronismo puede garantizar derechos, desarrollo y un proyecto de país inclusivo y soberano. La elección deja también una enseñanza central: la construcción política territorial es la columna vertebral de la victoria. No alcanza con discursos mediáticos ni promesas vacías. La política se hace en la calle, en la organización diaria, en la articulación de todos los sectores populares y en la participación activa de cada vecino y vecina. La campaña provincial en Lanús lo demostró con claridad: la unidad y la acción de nuestra militancia fueron protagonistas absolutas, y esa fuerza permitió que el mensaje de resistencia y justicia social llegue a toda la comunidad. El 7 de septiembre marca un desafío y una oportunidad histórica: consolidar un frente opositor amplio, cohesionado y estratégico, capaz de transformar la derrota de Milei en impulso para el cambio nacional. La unidad popular de Lanús debe fortalecerse de cara a las elecciones nacionales, proyectando la victoria provincial como una estrategia que garantice derechos, desarrollo y futuro para millones de argentinos y argentinas. Hoy la tarea es clara: unidad, acción y construcción colectiva. La militancia provincial fue protagonista, y esa fuerza es la que permitirá que Lanús, y toda la Argentina, se levanten frente al ajuste, defiendan sus derechos y construyan un país más justo, inclusivo y soberano. La campaña provincial demostró que cuando el pueblo se organiza y actúa unido, no hay proyecto de exclusión ni de concentración de riqueza que pueda imponerse.
(*) Responsable del Partido Piquetero en
Lanús