por Lisandro Martinez*
Milei va a entregar en el altar de Donald Trump el litio, cursos de aguas y la soberanía nacional
El último domingo la democracia de patrones y empresarios desenvolvió sus disparates hilvanados y cerebrados en el Borda por el ultraderechista de la motosierra y por el cristinismo/pejotismo postrado que baila en el balcón y tiene su propio plan de entrega nacional. Ambos sectores de la burguesía nacional lograron finalmente el milagro de burlarse del mundo del trabajo contribuyendo a que se registrara la huida electoral en masa más estentórea de los últimos años.
Hubo 36.000.000 de electores habilitados para votar pero la participación (66%) fue la más baja en 42 años (1983). Hace casi 50 años tenía más seguidores el espectáculo circense que jugaban “La Momia versus Martín Karadagian en Titanes en el Ring”, con una diferencia: los pibes seguidores del negocio del catch entendían perfectamente que todo estaba arreglado y que era una broma de bufones queribles, en cambio todavía al circo electoral de los explotadores sociales no se le cayeron los calzones ni las caretas y los mismos estafadores se creen próceres. La baja credibilidad de Milei/Kicillof se patentiza en el maltrato que ambos dan al lenguaje que utilizan además de no brindar detalles de sus inexistentes planteos políticos y coronar todo con la nulidad de sus plataformas, únicamente sostenidas por un parloteo que no los obliga a dar ninguna pista hacia donde llevan a sus seguidores, sin profundidad ni respeto al oyente que al final de la cháchara desconoce cuáles son los planteos de gobierno de los libertarios proto fascistas orientados por el presidente de EEUU y los de los “opositores” nacionales y populares del capital. Es decir se conjugan, son “Marco y su rosillo” o en
otros términos, hermanos siameses del régimen de brutal explotación al pueblo y del saqueo al tesoro nacional.Los datos oficiales indican que la estampida, a las 18:00 del 26/10, con el cierre de las sedes de votación fue una grosería. La participación total era de un poco más de un tercio. Pese a que el sufragio es obligatorio en el país y hay castigos y multas que incluyen cárcel y bla, bla, hubo 11.000.000 de víctimas quemadas con leche que vieron la vaca y se negaron a participar del espectáculo grotesco titulado: “Usted elige”, una invitación tramposa a jugar el viejo cuento “de la buena pipa” donde las opciones conducen al ciudadano a su propia frustración eligiendo un monigote que responde al viejo esquema montado hace ya 42 años sin programa ni salida de entrega de la soberanía nacional y del empobrecimiento social.
En las últimas elecciones legislativas, en 2021, había concurrido a votar el 71,7%, mientras que en las presidenciales de 2023, cuando Milei fue electo, la participación llegó al 77% con lo que el reforzamiento del saqueo del tesoro nacional fue estruendoso. El crecimiento del ausentismo no es sorpresa en los comicios provinciales porque el ciudadano huele las estafas desde lejos y el proceso de inflar el globo se fue realizando durante todo el año. La concurrencia a votar rondó el 60% de los habilitados. Se estima que el porcentaje de votantes pudo aumentar un poquito este 26/10 con individuos que, pasadas las 18:00, esperaban para votar dentro de las sedes electorales. Votó menos gente que en la pandemia (elecciones de medio término de 2021) cuando todavía regían las restricciones por covid y fue la más baja desde la vuelta a la democracia.
El concierto internacional
Las elecciones del 26/10 adquirieron una importancia superior a otras recientes. Cobraron magnitud internacional y son evaluadas día a día por la prensa extranjera. En EEUU se desató una polémica de primer orden cuando el United States Department suspendió el pago de salarios y gastos corrientes debido al insostenible Presupuesto de EEUU. La ceremonia del voto se degrada al calor de la superexplotación del pueblo de aquí y de allá. La intervención del United States Department en la crisis financiera de Argentina, lejos de convertirla en grande de nuevo, precipitaría al país dependiente al default. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, está denunciado por desafiar la ley de la gravedad en materia financiera intentando impedir una devaluación que ya está descontada por el mercado. En una incursión más aguda, señala que la “geo economía” de Trump, en referencia al uso geopolítico del dólar, pondría fin a la hegemonía monetaria internacional de EEUU. Califican la movida como “imperialismo financiero”, en el que incluyen sanciones serias contra Rusia, China, Venezuela y Brasil. Anticipa que Milei no podrá evitar su crisis financiera y el default aunque los yanquis le protejan el trasero. Si el paquete yanqui fracasa en detener la crisis de mercado en Argentina, además de perjudicarse “el trapo de piso de Trump”: Milei, los remezones repicarían en Washington. La intervención de EEUU en el derrumbe financiero argentino es una lucha desesperada del imperialismo por mantener la cabeza fuera del agua. Es una crisis capitalista mundial. No es episódica, no se resolverá en horas ni en días, se abre una etapa de convulsiones políticas y sociales. Caputo enfrenta una coyuntura explosiva porque gran parte de la dolarización de activos de los últimos días son contratos que vencen el 28 y 31/10/2025. Hay u$s7.000.000.000 en el mercado de futuros que esperan la devaluación del $; otros tantos de miles de millones en bonos que se ajustan por el u$s; u$s35.000.000.000 en depósitos en u$s que apostaron a la devaluación en lugar de dejarlos a altísimas tasas de interés en $; y además, los u$s2.000.000.000 que fueron destinados a la compra de $ para contener su caída. Si la inversión termina en pérdidas, es la noticia del año para los mercados. El “lunes negro” podría pasar del 27/10 al 3/11/2025. Los especuladores saldrían derrotados pero la devaluación eventual sería un mazazo para trabajadores activos y pasivos.
La estabilidad monetaria y la crisis industrial
“La cadena de pagos está rota”, informó un empresario en Argentina a El Cronista. Con encajes superiores al 60%, los bancos dejaron de prestar, mientras no pueden recuperar lo prestado. La iliquidez se acentuó por la absorción de pesos por parte del BCRA, a cambio de vender u$s. Los únicos prestamistas son las Fintech, cuyas reglas son algo más que flexibles, con rendimientos abusivos. Una devaluación podría agravar la situación antes que los dólares frescos vuelvan al mercado para comprar pesos devaluados. Milei y Caputo han manifestado repetidamente su desinterés por la situación industrial en función de su opción por la minería, Vaca Muerta y otras opciones de dudosa perspectiva. En contraste con la apuesta a la hegemonía descendente del dólar, China ha monopolizado numerosas cadenas de producción internacionales, con una autonomía relativa del mercado global. La depresión industrial y la asfixia monetaria, sin embargo, tienen el potencial de disparar una crisis social y política que rivalizaría con la desintegración que causaría una devaluación. Entre 1999 y 2001 la crisis industrial y la asfixia financiera de la convertibilidad fueron factores eficientes en la promoción del Argentinazo. Quienes propugnan una dolarización inmediata de la moneda, alegando que régimen monetario del peso es la causa de la inestabilidad, ignoran que demolería a la industria –o la proponen precisamente con ese propósito-. La dolarización en un régimen de patrón dólar declinante es un despropósito.
Argentina es un espejo de la economía capitalista mundial
El detalle para no perder de vista es el fin de juego que está protagonizando Milei y que patentizó Trump al señalar que “Argentina está muriendo” (Milei está agonizando). Esto no se explicaría si el trabajo del entregador de la soberanía nacional, Milei, fuera tan “brillante” o “genial” como él mismo suele afirmar. La soga de ahorque del Tesoro norteamericano llega en medio de una crisis terminal del régimen libertario y Trump lo sabe mejor que nadie. El “rescate”, en cualquier caso, es el rescate del propio imperialismo, de los intereses industriales y financieros de EEUU que lo vinculan con la Argentina. Milei reveló a un periodista que podrían usarse para pagar los vencimientos de deuda previstos para el 2026 y un paso para la “estatización de la deuda pública”; esto no es un rescate a la Argentina, sino un salvavidas a los fondos internacionales acreedores. Semejante anuncio, sin embargo, no sirvió para remontar la cotización de los bonos argentinos, que están en baja. La deuda argentina está en manos de la pandilla de usureros que rodea a Trump. Esto no hay que confundirlo con un indicador de “solvencia”. El swap es para los observadores, un dinero intocable, para la refinanciación privada de la deuda. Lo que exige el capital internacional para ello es que Argentina ofrezca activos en garantía: trenes, Aerolíneas, “reservas” como el litio, el cobre, una devaluación, etc.
Trump aspira, además, a que Argentina sea “el principal abastecedor de litio y cobre a EEUU” (www.Clarin.com.ar20/10/2025), aunque las principales inversiones en Argentina corresponden hoy a empresas de China. En el acuerdo, ocupa un lugar crucial la legislación de patentes. El gobierno Trump exige que Argentina derogue los “obstáculos” al patentamiento de “nuevas” especialidades, en referencia a medicamentos con patente vencida, pero que prolongan artificialmente la vigencia de sus derechos de propiedad introduciendo un cambio cosmético en su fórmula. La concesión de esta prerrogativa a los laboratorios extranjeros ha puesto en pie de guerra contra el gobierno a la industria farmacéutica local (Francisco Olivera, wwwlanación.com.ar18/10/2025). La recolonización económica planteada por el Swap y el acuerdo comercial ha agravado la deliberación de la burguesía argentina en torno del rumbo del régimen libertario.
(*) De Política Obrera

