En pleno mediodía, dos delincuentes esperaron pacientemente dentro de un auto a que un joven se dispusiera a arrancar con su moto para salir del vehículo en que estaban emboscados y asaltarlo a mano armada. Sucedió el miércoles pasado en Rangugnni y Llavallol en Lanús oeste. “Los chorros son los dueños de la calle, porque se dan el lujo de esperar armados y tranquilos en un auto a que aparezca una víctima. En este caso dejaron sin la moto a un trabajador”, se desahogaba Ernesto Ventrice.
