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| La cabeza de la muchedumbre en la esquina de La Diva y la columna se extiende hasta Moreno |
Una multitud pocas veces o nunca vista -Juan Carlos Cobas decía que sólo Memem había logrado algo parecido- desbordó anoche la avenida Hipólito Yrigoyen, frente al municipio. Ni Messi, ni el día dariista lograron pararla y la gente prometió ser cada vez más en la calle hasta lograr vivir seguros.
Ni el odioso operativo del comisario Adrián Brulc que dejó avanzar el tráfico sobre la gente cuando la muchedumbre había marchado como lo hizo siempre, hasta plaza Belgrano y volvía, pudo amainar el vigorr del reclamo. Claro, Brulc no contaba con que los automovilistas, lejo de enojarse con el corte, sumaban los bocinazos al reclamo.
La consigna más gritada fue “seguridad”, seguida por “Darío andate”, y hasta algún “Cristina andate". Anoche hubo muchas cacerolas haciendose sentir. Y el momento de mayor tensión fue cuando gente del común -porque eso eran- embistió y se llevó puesto el portón de la municipalidad.
La novedad fue que Salvador Baratta, con su familia, sumó su presencia a la marcha, junto a los concejales -que concurren asiduamente- María La Rosa y Oscar Lopez, y las personalidades que siempre dan su presente, como Daniel Gomez, José Luis Bianchi, Marcos Montenegro, el citado Cobas, Roberto “Chirola” Diaz, Horacio “Chino” Gomez, Daniel Juarez y Hernán Colombo Russell, acudió el radical Raúl Gonzalez y hasta fue divisado José Luis Pallares caminando por la avenida.
Unos hablaban de tres mil personas y otros de cinco mil, pero lo cierto es que si no se atiende de verdad el reclamo, ésto es sólo el comienzo, y no sólo en Lanús, del clamor de un sector de la sociedad que no aparece en la agenda de ningún partido político: el de la clase media trabajadora, que sólo quiere trabajar y vivir en paz, para mantener a tanto holgazán que vive a su costa -botón de pánico incluido.