En la encuesta del Pro la imagen negativa de Diaz Perez es del 70% pero cuando se pregunta por su gestión trepa al 80% y cuando se puntualiza sobre la obra pública, la reprobación llega al 85%.
Esto se agrega a la encuesta encargada por el propio dariismo que arroja un resultado casi idéntico: el 70% repudia al actual intendente de Lanús.
Y el repudio no se da sólo en las encuestas: se puede palpar en las calles de Lanús, que el intendente ya no pueda transitar sin escuchar insultos de sus vecinos.
Por caso: Al cumple de la sociedad de fomento Balcarce, no fue el intendente. Lo reemplazó el secretario de Salud (ver aparte).
Y vaya un ejemplo concreto del repudio de la calle:
El martes 7 pasado, Darío Diaz Perez colocaba una ofrenda floral ante el busto de Eva Perón en el policlínico que lleva ese nombre -ver aparte- cuando fue divisado por la gente, que empezó a gritarle: "¡Chorro! ¡Inútil!", y otras lindezas. En vano fue que lo saliera a defender la vicedirectora del nosocomio, Mónica Lencina de Nucher, porque ahora a ella le gritaron: "Callate que vos ni sos doctora y te acomodó Darío porque sos la mujer del secretario de Salud!"
Si algo le faltaba al intendente para saber que lo que dicen las encuestas es verdad, esta fue la evidencia.
En este contexto, la pegatina de afiches diciendo que Lanús es un paraíso de “gente feliz” (arriba) promovido por la señora del intendente y su equipo de “iluminati” -adelantada en exclusiva por La Defensa- es sencillamente grotesca: La cara del intendente en los últimos tiempos, lo evidencia (abajo).