viernes, 29 de abril de 2016

A Grindetti lo sacó de quicio el “retiro espiritual”

Durante el encuentro con los concejales

Lo más jugoso del encuentro entre el intendente y los concejales sucedió antes, cuando las bandas parapolíticas se agarraron hasta a tiros y al final cuando Nestor Grindetti dejó al edil Jorge Montero con la palabra en la boca y se fue sin más, del recinto.
  Vamos por el final: Cuando todavía no hacía una hora que había comenzado el interrogatorio, que Grindetti respondía con las respuestas que ya todo el mundo conoce por los medios, el tema que lo sacó de quicio fue el del retiro espiritual. El que hizo la primera pregunta al respecto fue Nicolás Russo, y el intendente respondió que es una práctica a la que él adhiere, y que fueron pagados los $68.000 con fondos particulares. “Yo no firmé ninguna orden de compra ni factura”, afirmó el intendente.
  Entonces Storni pidió la palabra: —Intendente, yo tuve en mis manos la orden de pedido de la Secretaría de Gobierno (la que publicó La Defensa en exclusiva).
—¡Repito, yo no firmé nada!- bramó rojo, Grindetti.
 Entonces volvió a hablar Mariano García -quien había sido el interrogador más duro del
encuentro, para decir: —¡Ante esta mentira tan evidente, cómo hacemos para creerle todo lo que antes nos dijo!- machacó el primo de Julián Alvarez.
 Y allí fue que Marcelo Rivas Miera como presidente del cuerpo dio por finalizado el encuentro y lo despidió a Grindetti dejando a Montero con la palabra en la boca, pero no pudo impedir que el titular del bloque FV acusara a Russo de haber pactado con el intendente.
    Abrieron el fuego de las preguntas los del Frente para la Victoria: Daniel Piccolo
que se reveló como el campeón de la perífrasis; luego Montero; Aldana Damone; Luciana Augustavicius; Jorge García (campeón de las abstrusiones); Gustavo Magnaghi (pobrísimo por ser abogado) y Mariano García quien además de las offshores y cuentas suizas le reprochó al intendente sobre los tiros en la puerta sin que un policía levantase un dedo.
 Del otro lado las únicas preguntas fueron por parte de Storni (quien antes agradeció al intendente por su presencia en el recinto) y Russo. Noelia Quindimil (contadora y directora de la hacienda municipal), Alberto Torres y Gabriel Dimasi, hicieron lo mismo que los ediles de Cambiemos: mutis por el foro.
  A Grindetti lo acompañó todo su gabinete.
Y a los del Frente para la Victoria, Darío Diaz Perez les había ordenado que hiciesen como mucho dos preguntas...

Un herido de bala

  Lo de antes del encuentro fue una batalla campal que comenzó con una quema de gomas organizada por los camporistas Martín Martirian (h), Gabriel Sandoval, El Polaquito Soto; y la Negra Olga, todos julianistas. 
  Ya sobre el arribo del intendente, partieron sus «jugadores» de la puerta de la Fortaleza los Fanfi Goncebate’s Boys, llegaron a las puertas del concejo y allí comenzaron los tiros, uno de los cuales dio en el pie de Ramón, el marido de la Negra Olga. La policía de adorno. Los protagonsitas todos falopeados.
 Hubo desbande y a las 15:00 llegó el intendente con todo su equipo y sucedió lo que anteriormente se narró.