domingo, 5 de junio de 2016

La semana en pocas palabras

Informe Económico Semanal del Banco Ciudad

Con el foco en la inflación, pero con la atención centrada también en la evolución del tipo de cambio, el Banco Central decidió esta semana un nuevo recorte en las tasas de interés de referencia (de 100 puntos básicos en esta oportunidad), colocando la tasa de las Lebacs a 35 días en 34,25%. Por otro lado, en un nuevo avance en la recomposición del sistema de estadísticas oficiales, el INDEC dio a conocer sus estimaciones de la industria y la construcción. Ambos indicadores reflejaron una evolución compleja de la actividad económica durante los primeros cuatro meses del año, aunque ese escenario comienza a ser matizado por información complementaria, como el incremento del 7% interanual en los permisos de
construcción, o el freno en la caída de la producción automotriz de abril, acompañado por un alza del 22% interanual de los patentamientos de 0km durante mayo.
En lo que respecta al frente monetario, con el recorte de esta semana, la tasa de las Lebacs a 35 días acumuló un descenso de 3,75 puntos porcentuales respecto al máximo de 38% vigente los dos meses previos. Desde el BCRA se justificó la medida indicando que el proceso de desinflación estaría avanzando en línea con la dinámica planteada en su plan de política monetaria, puntualizando en este sentido que a pesar de los incrementos de precios en combustibles y cigarrillos registrados en la primera quincena de mayo, en la segunda parte del mes la inflación habría mostrado nuevos signos de desaceleración. No obstante ello, los movimientos en las tasas de interés parecen considerar también la evolución del tipo de cambio, que sigue experimentando presiones a la baja, originadas en el ingreso de dólares comerciales y financieros. El precio mayorista del dólar siguió moviéndose esta semana por debajo de los $14, tocando el viernes un piso de $13,88.
En lo que se refiere a las liquidaciones del agro, si bien las condiciones climáticas adversas impactaron negativamente en el volumen proyectado de la cosecha, esta caída sería más que compensada por los incrementos observados en los precios internacionales. De acuerdo a nuestras estimaciones, la menor producción de soja (con un descenso de casi 5 millones de toneladas respecto de las estimaciones previas a las inundaciones) hubiera resultado en un retroceso de aproximadamente USD 2.800 millones (-15%) en los ingresos por exportaciones del sector. Estos menores volúmenes de producción, sin embargo, tenderían a ser más que compensados por la suba reciente en la cotización de la oleaginosa y sus derivados, que en el caso del poroto de soja acumula un alza del 33% en los últimos 3 meses, situándose hoy cerca de los USD 420 la tonelada. Los mayores precios resultarían en un incremento de los cobros por exportaciones en unos USD 3.400 millones (+22%), ocasionando un aumento neto de aproximadamente USD 600 millones en las ventas externas del complejo sojero previstas para la presente campaña agrícola, considerando el efecto combinado de las menores cantidades a exportar con los mayores precios.
En este contexto, con las liquidaciones del sector agrícola por encima de los USD 750 millones semanales en las últimas tres semanas, el Banco Central ha venido interviniendo con mayor intensidad en el mercado de cambios, con compras de divisas por USD 1.506 millones durante mayo, que quintuplicaron las de abril, buscando evitar una caída más pronunciada en el precio del dólar. La contracara de este proceso fue una mayor inyección de pesos por motivos cambiarios, que en mayo totalizó $21.142 millones, comparada con una expansión de unos $2.000 millones en los primeros cuatro meses del año por esta misma vía.
A lo anterior se suma la mayor emisión vinculada a operaciones del Sector Público, que busca cerrar parte de su brecha financiera en pesos con los recursos obtenidos de sus colocaciones en dólares. Lo emitido para el fisco totalizó $47.152 millones en mayo, aunque sin giro de utilidades por parte del BCRA y con sólo $12.400 millones en concepto de adelantos transitorios para los pagos de vencimientos de deuda, correspondiendo los restantes $34.752 millones a la monetización de las recientes colocaciones de deuda en dólares del Ministerio de Hacienda.
En mayo, la emisión de pesos por compras de divisas y Sector Público, por unos $68.300 millones en total, se terminó volcando en mayor medida a Lebacs, resultando en una esterilización de $52.141 millones. Esto llevó, a su vez, a expandir de manera significativa el stock de estos instrumentos, que creció un 14% mensual, hasta poco más de $500.000 millones, llegando a representar cerca de un 90% de la Base Monetaria.
En este marco, la suba de encajes dispuesta hace una semana por el BCRA buscó restarle presión a su política de esterilización, trasladando parte de los costos de esta operatoria al sistema financiero. De acuerdo a nuestros cálculos, la suba de 4% promedio en los encajes resultaría en un incremento de los depósitos de los bancos inmovilizados en el BCRA por unos $44.000 millones en el próximo bimestre, el cual sería compensado fundamentalmente a través de un desarme de sus posiciones de LEBACs. Esta absorción de pesos de los bancos por parte del BCRA habilitaría a la autoridad monetaria a seguir adquiriendo unos USD 1.500 millones mensuales en junio y julio, tendientes a limitar la apreciación del tipo de cambio, sin que ello impacte en la cantidad de dinero en circulación. Sin embargo, mirando para adelante, habrá que ver el efecto final que termine teniendo el ingreso de divisas asociado al blanqueo de capitales orientado a financiar parte de la cancelación de las deudas con los jubilados (actualmente en discusión en el Congreso), siendo éste otro elemento adicional que sumaría presión a la apreciación cambiaria.