lunes, 5 de septiembre de 2016

Marcha Federal. El vaso por la mitad

por Omar Dalponte

omardalponte@gmail.com  
    
Alentamos la Marcha Federal y consideramos que es un valioso aporte contra las políticas neoliberales que causan desocupación, pobreza, pérdida de la dignidad nacional y sufrimiento del pueblo. La multitudinaria participación en la Marcha demuestra que importantes sectores del campo popular están dispuestos a responder con acciones concretas a las pretensiones del macrismo de convertirnos en un país arruinado y sometido a la voracidad de las grandes potencias imperiales.
Por lo tanto la realización de esta Marcha Federal ha sido un paso muy positivo que bien puede abrir caminos hacia la contraofensiva popular que, con toda seguridad, habrá de producirse en forma integral tal vez en un tiempo no muy lejano.
Repasando el documento político leído durante la masiva concentración efectuada en Plaza
de Mayo el viernes pasado,  vemos con agrado como algunos de los firmantes que en su momento hicieron oposición al kirchnerismo hoy reconocen las importantes y buenas realidades de los gobiernos de Néstor y de Cristina. Las críticas al macrismo y la descripción de la desgraciada realidad que vivimos ocupa gran parte de este documento que luego reconoce:“Todas las conquistas ciudadanas y todos los derechos logrados por y para el pueblo peligran por esta ofensiva neoliberal” “Las trabajadoras y trabajadores de la economía popular, que durante más de una década contribuyeron con sus producciones a responder a un mercado interno en permanente expansión, ahora ven amenazadas sus fuentes de trabajo y sus condiciones de vida".  Más adelante, en la declaración se señala: “Los jóvenes, que hasta hace un año contaban con múltiples posibilidades de empleo y facilidades para cursar estudios superiores, engrosan por millares y millares las filas de la desocupación que, si se toma el 9,3% de las estadísticas oficiales para junio, ya llega a los dos dígitos, en Buenos Aires, Rosario y Córdoba". 
No era éste el discurso de Pablo Micheli ni el de algunos otros dirigentes cuando en épocas de Cristina Fernández deambulaban por los estudios de radio y televisión echando sapos y culebras contra el gobierno popular kirchnerista. No se trata de“pasar facturas”ni nada por el estilo. Se trata de recordar que muchas severas expresiones y acciones opositoras lanzadas en aquel tiempo de progreso fueron, al final, funcionales a la derecha y contribuyeron al triunfo del macrismo en el negro noviembre de 2015. 
De todas maneras, bienvenidos sean todos aquellos que hoy, alertados por la dura realidad, se suman y suscriben palabras como las siguientes: “Reconocemos las importantes demostraciones masivas ocurridas durante este último tiempo, pero esta resistencia precisa dar un paso unitario para consolidarse. Es desde estas convicciones y con esta determinación de marchar desde todos los rincones del país hacia la Plaza de Mayo, que sostenemos la necesidad de no darle ni un minuto de tiempo sin luchar al gobierno de Mauricio Macri, porque por cada minuto de tregua habrá un desocupado más". 
Nunca es tarde para acompañar los reclamos que desde las bases, como el fuego, van calentando desde abajo. El documento que comentamos, en nuestra opinión un tanto flojo en las propuestas, abre, sin embargo, con buen criterio, la puerta a líneas de acción futuras cuando dice“Entendemos que todas las centrales sindicales deben confluir en un paro nacional efectivo contra el ajuste, el tarifazo y los despidos  y, precisamente,  para construir en la práctica esa medida de fuerza, llamamos a movilizar el día que tendrá lugar la Audiencia Pública por la cuestión tarifaria.”
En el párrafo final, mediante el cual se pone nombre y apellido al espacio movilizado, manifiesta que: "En este camino, las organizaciones nucleadas en Articulación Popular, continuaremos bregando por la unidad de todas las fuerzas que se oponen al macrismo y que aspiran a vivir en un país soberano, en paz, con democracia y participación ciudadana, con salarios dignos, sin despidos, sin represión y sin ajuste". Para nuestro gusto, todo está muy bien dicho.
En momentos de marcada  agresión por parte del imperialismo yanqui y de los monopolios locales a las democracias de Latinoamérica y del Caribe, bienvenidos quienes ahora proponen unidad aunque antes hayan atentado contra ella dividiendo a la CTA y a la CGT,  dejando en soledad al kirchnerismo y sus aliados en peleas fundamentales como, por ejemplo, la librada contra los sectores empresarios del campo allá  por el año 2008. 
Es bueno, sin demasiados rencores y comprendiendo que la política no siempre tiene sabores agradables, tener memoria para todo. Aún duele la postal de la Federación Agraria confraternizando con la Sociedad Rural y recordar a ciertos dirigentes sindicales mateando en los caminos bloqueados con los patrones de estancias.  Nos alegra la masividad de la Marcha Federal y la valoramos por todo lo que significa. Pero no nos engañemos. Si no se avanza en la construcción de una fuerza electoral poderosa teniendo en claro que para ganar una elección se necesitan mucho más que doscientas o trescientas mil voluntades, volveremos a equivocarnos. Somos partidarios de las movilizaciones populares. Pero estas movilizaciones deben servir para organizar una estructura política con capacidad de derrotar electoralmente a la derecha en 2017 y en 2019. Si no se camina en esa dirección, si a partir de las acciones movilizadoras no somos capaces de preparar la herramienta para trabajar por la victoria popular que, en este caso, debe ser un frente electoral patriótico, amplio dotado de un programa transformador, aquí habrá neoliberalismo para rato. Tenemos muy presente que antes de la derrota de 2015 llenamos estadios y plazas. Y perdimos la elección. Es bueno aprender de la historia. ¿O No?.
(*) De Iniciativa Socialista