Sí, aunque sea difícil de creer, las máquinas tragamonadas, el juego que probadamente mayor adicción produce, está a disposición del público en el Bingo Royal de Lanús, las 24 horas de todos los días del año. Sólo paran las maquinitas cuatro horas semanales, los lunes de 5:00 a 9:00, para matenimiento.
La gobernadora Vidal no se cansa de decir que la adicción al juego o ludopatía, está destruyendo familias. Lo mismo dice la Iglesia Católica que en Lomas de Zamora impidió la apertura de un bingo en Puente La Noria.
Pero al parecer, tanto el intendente Néstor Grindetti, como el obispo de Avellaneda-Lanús, Rubén Frassia, están más sintonizados en la recaudación que en el bienestar de la familia.
La ludopatía: más que una adicción
La ludopatía es un impulso irreprimible de jugar a pesar de ser consciente de sus consecuencias y del deseo de detenerse. Se considera un trastorno del control de los impulsos, y por ello la American Psychological Asociación no lo considera como una adicción.El juego patológico se clasifica en el DSM-IV-R en trastornos del control de los impulsos, que también incluyen la cleptomanía, piromanía y tricotilomanía.
