jueves, 24 de enero de 2013

Coaching: una alternativa para alcanzar metas


Juan Carlos Roldán *

jcr.coching@gmail.com - jcrcoaching.blogspot.com - Facebook: jcr.coaching

    Es para mi un honor poder acercarles a través de este medio una nueva columna abocada al coaching. Mi objetivo es invitarlos a transitar algunos caminos que servirán de disparadores para todos aquellos que están buscando un cambio profundo en sus vidas, sin haber encontrado aún de que manera. El primer paso es saber de que se trata esta práctica, para que sirve, cuales son sus objetivos, una breve pincelada previa para poder entrar en tema.
Últimamente la palabra coach nos resulta familiar, aunque su significado, lo noté cada vez que me consultan acerca de cuál es mi profesión, sigue siendo una incógnita para muchos, al menos en la Argentina. Pero a partir del programa televisivo Bailando por un sueño el término coach logró cierta popularidad entre nosotros, aunque desde hace muchos años, principalmente en Estados Unidos, Europa y algunos países de Latinoamérica, existen institutos dedicados a la formación de  profesionales en la materia, cuya actividad principal consiste básicamente en ser un agente que nos ayuda a lograr aquel objetivo personal que nos trazamos y nos cuesta alcanzar.
El coaching es una disciplina que está enteramente situada en la esfera de la acción y la aplicación, y tiene como objetivo eliminar los obstáculos internos y externos con el fin de alcanzar una meta,  lo que permite ser el autor y creador de la propia realidad en la que poco a poco se deja de ser la víctima de las circunstancias. El método consiste en una relación profesional continuada que ayuda a las personas a obtener resultados en la vida, profesión, empresa o negocios, profundizando en nuestro propio conocimiento, con el objeto de
aumentar el rendimiento y mejorar la calidad de vida.
El coaching es un proceso de aprendizaje dinámico que aborda cuestiones técnicas y psicológicas.  Los ámbitos de trabajo en el coaching personal son la gestión del tiempo, de los conflictos, de las creencias y de los hábitos, como así también de las emociones.
El coaching tiene como objetivo que la persona progrese de forma rápida y eficaz para alcanzar una autonomía en la resolución de los problemas importantes y cotidianos, lo que permite que se sitúe y aligere el peso de la vida personal y profesional con un estilo existencial más confortable en todos los aspectos, en el menor tiempo posible.
¿Para que sirve el coaching?
El coaching está plenamente enfocado a la acción eficaz  que consiste en la manera de hallar un resultado por medio de alguna de las diferentes vías de solución a los problemas que se plantean en las sesiones. Este método de optimizar nuestro rendimiento con logros concretos es uno de los pilares del desarrollo personal y de la autoestima que se obtienen con la práctica de esta disciplina.
Para evitar confusiones dejemos claro que el coach es mucho más que un entrenador personal, que es sólo una de las traducciones de la palabra, la del inglés americano. En este caso se ajusta mucho mejor la definición británica que lo traduce como “cochero”. Quizás porque el coach, al igual que el cochero, nos conduce por los distintos caminos, nos incentiva a buscar en nuestro interior las respuestas y las infinitas posibilidades que tenemos en muchas ocaciones latentes o adormecidas.
La relación entre le coach (quién nos guía y asiste en nuestro proceso de cambio) y el coachee (cliente o persona que contrata al coach) está basada en el respeto y la confidencialidad, un proceso en el cual ambas partes se comprometen a dar lo mejor de sí mismos. 
A grandes rasgos, el coach observa el discurso de su coachee, su entorno, su modelo de vida, su historia, y a partir de allí trabaja en la percepción profunda y verdadera, puesto  que como dice una frase de Alfred Korzibsky, el fundador de la Semántica General, “El mapa no es el territorio”, haciendo referencia a que cada uno tiene una percepción distinta de la realidad, por lo tanto expresa su realidad de acuerdo a su propia percepción, elaborando con sus palabras un determinado mapa de la misma, que no es el único y casi nunca tampoco es el mejor. Con esa información el coach debe trabajar para ir más allá de la historia y encontrar las verdaderas respuestas que el coachee necesita descubrir dentro de sí para iniciar el proceso de cambio.
Estas observaciones no son reveladas por el coach, sino por medio de  preguntas determinantes que este va generando y que el mismo coachee empieza a percibir y a darse cuenta de aquello que no ve, y paulatinamente comienza a tener conciencia de esa parte del territorio aún desconocida para él. El coach no induce a nadie a hacer nada, sino que por medio de ayudar a la persona a descubrir su potencial infinito le muestra como si fuera un espejo lo que ya existe en su interior.
Si bien el coach no es un psicólogo, sí es un  profesional formado y capacitado para ayudar a las personas a redescubrirse en aquellas situaciones en las que no se encuentra la salida. Se trata de un guía que necesitamos cuando queremos sacar adelante metas o proyectos que vamos posponiendo o simplemente para comenzar a utilizar nuestro potencial adormecido. En las próximas entregas seguiremos abordando nuevas alternativas y detalles de esta  disciplina destinada a ayudarte a sacar lo mejor de vos, e incluso apelaremos a la narración de casos concretos para lograr una mayor comprensión de sus alcances. 
  (*) Coach profesional