viernes, 18 de enero de 2019

Nidera: Fracaso del gobierno anterior y del actual

por Lisandro Martínez* 

La patronal de Cofco ha tomado la determinación de cerrar su planta de Valentín Alsina. Según los chinos ya no es negocio refinar aceite en Argentina debido a que la política del gobierno de Macri ha destruido el mercado de consumidores, agreguemos que ha multiplicado la desocupación y ha entregado la llave del país a los organismos financieros internacionales. El cierre de la planta industrial de Lanús es una postal dramática pero ampliamente conocida por los trabajadores de todo el país en cada ciclo final de gobiernos fracasados. Aquí vuelve a quedar consagrada la máxima histórica incluida también en muchos de los textos constitucionales del mundo: “Cuando un gobierno conspira contra su propio país y contra su propio pueblo, no hay otro camino que echarlo”.
   Hace 7 años en Nidera se pretendió vender un buzón. El presidente de Cofco, Miguel Mayer Wolf, vino a inaugurar la planta industrial de aceites refinados y contó en la recorrida “lo maravilloso” que iba a ser su funcionamiento que incluía una planta de tratamiento de efluentes, debido a que había que garantizar que el proceso industrial no contaminara el Riachuelo. Junto al “vende humo” de la patronal internacional estaban presentes el gobernador Scioli, el intendente Díaz Pérez, el ministro de comercio y Minería Santiago Cafiero, el obispo de la Diócesis Avellaneda-Lanús Monseñor Rubén Frassia, el jefe de la Policía Distrital Edgardo García, funcionarios provinciales y del HCD (www.lanación.com.ar 6/12/11).
   Con la refundación de esta empresa, Cofco aprovechó todas las ventajas: subsidios, rebajas impositivas, créditos para construir la planta de tratamiento de efluentes, etc. Así la burguesía nacional le abría –una vez más de par en par- el tesoro público para que los explotadores del trabajo ajeno manoteen y que eso produzca un fracaso detrás de otro. La conducta de mano abierta para con las patronales incluye entregar atada de pies y manos a la clase obrera y que ésta pague al final del ciclo los platos rotos de un sistema capitalista en
ruinas.
  Desde el viernes 4/1/19 está en franco peligro de desaparición la fuente laboral de 200 familias, sin que el intendente Grindetti haya dicho esta boca es mía. Tampoco hemos conocido aunque más no sea una declaración del concejo deliberante que se ha mandado a guardar silencio frente al pronóstico –cada vez más ajustado- de cierre de la planta de Nidera de Alsina. Ni qué hablar de la gobernadora Vidal, responsable de la voladura por escape de gas de un escuela en Moreno y la muerte de dos trabajadores docentes, que lo único que ha tejido hasta ahora es una trampa contra los obreros para que pase el cierre de Nidera.
  En estos días el Ministerio de Trabajo de la PBA dictó la conciliación obligatoria entre los obreros y Cofco, pero Vidal decidió que en la conciliación -que debería retraer todo a antes de los despidos- los trabajadores no puedan ingresar a sus lugares de trabajo. Vidal y su ministerio dicen que no se puede ingresar a la planta porque cualquier descuido sobre la planta de tratamiento derivaría en una tragedia ambiental sobre el Riachuelo. Está claro que si hay alguien que conoce de la planta de tratamiento de efluentes y su manejo, son los trabajadores de Nidera.
   El actual ministro de Comercio y Minería tampoco ha emitido declaraciones ni propuso un subsidio que contemple el pago íntegro de la masa salarial hasta que vuelva a funcionar Nidera.
   Del obispo de la Diócesis Avellaneda-Lanús, Monseñor Rubén Frassia, (que en medio de la represión criminal de Puente Pueyrredón en 2002 impidió, cerrando las puertas de la iglesia, que se refugiaran las víctimas de la balacera), nada se puede esperar. En la cabeza del “come velas” no está ofrecer nada a los trabajadores de Nidera ni de ninguna otra empresa del país, porque todo lo humano -ya lo demostró- le es ajeno.
   Al actual jefe de la Policía, un apéndice del poder político, tampoco se le escapó palabra alguna sobre el conflicto a pesar que 200 familias de la zona serían enviadas a la desocupación y al hambre.
 Esta recorrida por las llamadas “fuerzas vivas del municipio de Lanús” dan una muestra cabal de la necesidad de que la clase obrera de Nidera -en este caso- si quiere triunfar deberá confiar sólo en sus propias fuerzas y apoyarse en los trabajadores y vecinos del pueblo de Lanús, para poder extender su capacidad de reclamo.
   La ocupación de la planta por los trabajadores es lo único que garantiza seguir laburando. Desde adentro de Nidera convoquemos a los delegados y activistas, representantes de los 14.000 obreros del aceite, a participar del Plenario de delegados de todo el país en la planta de Valentín Alsina para debatir y votar el plan de lucha que se extienda a todas las plantas aceiteras de Argentina para garantizar los 200 puestos de trabajo y la continuidad laboral de Nidera Lanús.
   Todas las otras opciones son estirar la pesadilla o crear falsas ilusiones en la gestiones de los integrantes de las fracasadas “fuerzas vivas”, que en realidad son el peso muerto que la clase obrera debe sacudirse de encima si pretende triunfar.  
  Viva la lucha obrera en defensa de los 200 puestos de trabajo en Valentín Alsina.

   (*) Del Partido Obrero