lunes, 17 de marzo de 2014

Aterrorizar para gobernar en la crisis

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar  

En 1692 el terror se apoderó de Salem (Massachussets),
Cuando varias jóvenes sufrieron convulsiones, los vecinos, 
bajo la influencia de la Iglesia, concluyeron se trataba de brujería.
En 10 meses, 19 personas fueron juzgadas y ahorcadas.

   En Lanús hubo 4 muertos  en una semana: el 4/3/2014 Emanuel Monzón fue asesinado y otro pibe resultó herido de gravedad con una bala en la cabeza a la salida de una bailanta en  Paz y Magallanes; el 6/3 fue asesinada Rosa, una jubilada en r. de Janeiro al 1600; el 8/3 fue asesinado José Stauro asaltado en su negocio de Manuel Castro y Balcarce.  Al por ahora último asesinado el 12/3 en Alsina, Marcos E. Laranga le dieron 4 balazos, sin que los asesinos le robaran. 
  La masacre combinada con la vinculación en general con todos los delitos de los altos mandos policíacos, gendármicos y prefectúricos es letal contra el pueblo. Así lo señala a los medios un lector:
   “Hay una disputa del negocio del paco entre Comisarías, una le manda “chorros” de un municipio a otro para que la competencia quede fuera de juego temporalmente ocupada en hacer diligencias en los juzgados. Los sargentos de cuadra sólo vigilan sus negocios de venta ambulante como pasa en la peatonal de Quilmes, otros están haciendo seguridad privada para los Súper chinos, Bancos, Aguas Argentina, Edesur, Escribanías, etcétera, otros salen a robar con complicidad del que está de turno que le avisa por radio. Otros sargentos en patrullero están recaudando coimas de las remiserías no registradas alejadas del centro, ejemplo remisería frente a estación de servicio en diagonal de la calle Calchaquí en Quilmes a dos cuadras de los boliches. (Sargento Gómez) le sacan coima a la gomería y también a la parrilla que carece de permiso”. (Federico Guiñazu, correo de lectores de Quilmes)
  Masacre y corrupción sumadas a la incapacidad es la profecía autocumplida y tiene responsables políticos y económicos como Díaz Pérez que en Lanús que recauda $ 6 millones
cada 2 meses para brindar seguridad sin que las bancadas del Concejo Deliberante organicen a los vecinos para reclamar y saber dónde van a parar $ 36 millones anuales y que se abran los libros de la Intendencia. La oposición en general no lo hace porque cuando le toque gobernar va a intentar seguir la misma huella.  
  Cuando los sicarios asaltan al jubilado, al docente o al ganapán, saben que se van a llevar miseria pero tienen por encargo promover el pánico introduciendo la modalidad de que roben o no, matan igual; esta forma de aterrorizar a un municipio, a una provincia y a una nación no es para nada nueva, es un modo de gobernar donde las prisiones medievales (las tumbas), sin agua, con cagaderos atascados, con comida basura cumplen un rol bestializador por antonomasia. El fracaso de 200 años de cárceles sucias y malsanas que según la burguesía deben resocializar al delincuente, es total ya que transforma al infractor ocasional en un tumbero feroz alimentado en la prisión a tortura y palo. Massa -el beato- aullando como en 1672 reclama la vuelta al garrote vil y junto a los “garantistas” intenta que el fracaso bicentenario del régimen de castigo que defienden, lo ignoremos.
  Aún con prisiones/tumbas se multiplicó la población carcelaria: “En sólo 4 años (2004 a 2008), la cantidad de encarcelados en Argentina creció 30%. Así lo estableció el Centro Internacional para Estudios Penitenciarios (ICPS) del Kings College de la Universidad de Londres, una de los referentes mundiales en temas de justicia criminal”.
 Según la 7ª edición de “World Prison Population List” el ranking de 200 países que indica cuántos presos hay en cada lugar, la Argentina pasó de 107 presos cada 100 mil habitantes en 2004 a 140 en 2007 (1,4 cada 1.000). Esto señalaba un total de 54.500 presos. El 28/6/2011 en (www.gestionpublica.info) sitio oficial con datos a la baja daba 55.000 presos en Argentina. En 2013 (www.pensamientopenal.org.ar) estimaba 65.000 presos, de los cuales 55.000 estaban detenidos por delitos contra la propiedad. 
  El anteproyecto de Código Penal es según Zaffaroni “un texto conservador (Página 12, 5/3/2014). 
  Elaborado por probados defensores del statu quo como Zaffaroni (que juró por las actas de la dictadura de la Reconstrucción Nacional), Gil Lavedra (protagonista del “nunca más” que propició punto final y obediencia debida), Pinedo del Pro, la socialista Barbagelata y el garantista Arslanián, plantea, entre otras infamias, la represión a la protesta social y al aborto y omite de ex profeso señalar el fracaso y descomposición de su propio régimen punitivo (jueces, cuerpos de represión y prisiones). Oculta que el punto de partida para cualquier enmienda debe ser erradicar la putrefacción de la estructura del Poder Judicial, donde transas y coimas son públicas (Pedraza, Oyarbide, Armella, etcétera.). 
  El anteproyecto, entró en una profunda crisis que involucra a todo el régimen político a la hora de establecer un cuerpo de leyes que supere el desastre inconstitucional en el que se desenvuelve la justicia capitalista. “En el plano legal, el panorama se ha vuelto caótico como resultado de la implosión del Código Penal de 1921 y de la multiplicidad de leyes penales especiales, como también de normas injertadas en leyes de la más diversa índole, cuya naturaleza –penal o no penal– muchas veces queda en duda” (Anteproyecto Pág. 48).
  El propio Estado en 85 años introdujo más de 900 modificaciones, entre ellas las cercanas y notablemente reaccionarias “leyes Blumberg”. 
  El paquete impuesto por el falso Ingeniero al gobierno de “Nestornauta” y que éste adoptara como propio, consagró una desproporción de penas a algunos delitos que las convirtieron en inconstitucionales. El fracaso de los que pretendían y pretenden gobernar con el Código Penal en la mano no ha servido de experiencia a Sergio Massa quien ávido de votos reclama otra vez sopa -esta vez recalentada-, pide más penas y más cárcel para los delincuentes, vuelve al blumberismo más ramplón nutriéndose del castigo corporal medieval sin ofrecer ninguna superación en el plano de las ideas para la convivencia, para la resocialición y menos para la seguridad de los intereses y la propiedad de la familia trabajadora.
  La inseguridad viene de arriba. Apertura y control vecinal de los libros de las Comisarías y los Municipios. Elección y revocación de Jueces y Comisarios. Selección por los organismos de DDHH de un cuerpo de seguridad ciudadana que garantice las libertades públicas y el derecho de los explotados. 
  (*) Miembro del PO