martes, 11 de marzo de 2014

El sexo diario, ¿es un mito?

por Alejandro Chitrangulo

Uno de los temas más frecuentes en las consultas con los médicos sexólogos es sobre  la frecuencia de relaciones sexuales. Son muchas las parejas que se preguntan ¿cuánto es lo normal?, pero también son numerosas las que desean aumentar su frecuencia.                                                     Aunque la mayoría de los hombres digan que lo harían todos los días, lo cierto es que la cantidad de relaciones sexuales varía mucho de pareja en pareja, y depende de la calidad de éstas. Por ello, para generalizar, ya se han hecho algunos estudios al respecto a nivel mundial, cuyas resoluciones entregamos a continuación. Ésta es la radiografía sexual de hombres y mujeres dependiendo de su edad y estilo de vida.
Frecuencia sexual ideal                                                                                                 
 Un estudio organizado por Pfizer Global Study realizado en 29 países determinó el porcentaje de sexo que practicaban las parejas sobre los 40 años: el 57% de los hombres y el 51% de las mujeres, tenía sexo más de una vez a la semana, e incluso el 12% afirmó practicar sexo una ves al día.                                             
 Las razones para tan baja frecuencia es la falta de tiempo, exceso de trabajo, aumento del estrés y del cansancio. Por esta misma razón es que la mayoría de los encuestados planifica sus encuentros sexuales, especialmente para el fin de semana y en la noche esencialmente. Ahora bien, el estudio aclara que durante vacaciones o paseos fuera de la ciudad, el número de sexo aumenta considerablemente.                               
  Por otra parte, algunos especialistas opinan que existe en nuestra sociedad un afán productivista en relación con el sexo, y parece que hay que producir mucho placer y mucho
s orgasmos, por lo que cada vez es mayor la incidencia del hombre al que le duele la cabeza.         Es decir, cada día hay más hombres que prefieren no tener relaciones sexuales porque no se sienten capacitados anímicamente para hacerlo a la altura de lo que se espera. De allí que los encuentros sexuales se destinen para los fines de semana, cuando el cansancio físico y sicológico ya ha disminuido.                                                                                           
   Aunque parezca contradictorio, los encuestados señalaron que cuando planifican sus encuentros sexuales, éstos son mejores que los más espontáneos.
La Ley de Fisher                                                                                                     
 Un prominente investigador canadiense llamado Fisher sostiene que mantener muchas relaciones sexuales, incluso diariamente, no representa ningún problema para la salud, ni debilita físicamente y mucho menos mentalmente.                                                                                        Destacando, que la sexualidad no se comporta como las otras necesidades físicas en las que la satisfacción de la necesidad calma el deseo. Es decir, cuando tenemos hambre, ésta se nos quita comiendo, pero no funciona exactamente igual con el sexo.                                 Por ejemplo: una persona que mantiene dos coitos, por semana; cuando disminuye su frecuencia a una o menos, inmediatamente siente un aumento en el deseo sexual que lo insta a la intimidad. Pero si el individuo, por diversas razones, no reasume las relaciones sexuales por un largo periodo, entonces el deseo disminuye y puede llegar hasta desaparecer.                   Cuando una persona tiene una frecuencia dada, tomemos el mismo ejemplo, dos relaciones por semana y por diversas circunstancias aumenta a siete por semana; inmediatamente siente una saciedad sexual. Sin embargo, si continua con esa frecuencia, el cuerpo no solo se adapta sino que hasta le pide más.                                                    
   Así, entre más relaciones sexuales mantenga una pareja, más relaciones sexuales le pedirá su cuerpo. Mientras menos relaciones sexuales se sucedan, el cuerpo pedirá cada vez menos, hasta el punto de llegar a abolirse el deseo sexual. Esto explica muchos fenómenos que pasan en la vida de las parejas. Muchas veces un distanciamiento emocional o físico, por ejemplo como el que condicionan algunas enfermedades o los conflictos de pareja, sin son de larga data, pueden provocar una disminución en el deseo sexual. En esas circunstancias el cuerpo no pide, no requiere, no exige ni demanda la vida sexual.                                            Cuando las condiciones que provocaron ese distanciamiento han sido superadas, las parejas se dan cuenta que hay gran menoscabo en su vida sexual. La sexualidad deja de figurar entre sus apetitos y muchas veces se mantiene una vida de pareja “como entre hermanos”. Hay una enorme compatibilidad en el cada día pero no hay una necesidad de acercamiento sexual.          ¿El sexo disminuye con los años?
A pesar de que se dice que cuantos más años dure la pareja, menos sexo se tendrá, una gran mayoría reveló que si bien disminuye, las relaciones son de mejor calidad y las mujeres y los hombres se sienten más satisfechos. Esta situación favorece la salud de aquellas personas que pasan los 40 porque, según la Asociación Médica, “el sexo provoca cambios positivos en el metabolismo y ayuda a combatir el estrés, los dolores y hasta las tensiones psicológicas”.      Los epecialistas aseguran que a causa del cansancio, la rutina y la costumbre a algunas parejas les da pereza comenzar con los clásicos juegos (la mayoría de las parejas sólo le dedican 15 minutos al juego y no más de media hora). Para combatir este desgaste, se demostró que la imaginación puesta al servicio del sexo, enriquece mucho a la pareja y ayuda a que ésta no caiga en la rutina típica que mata pasiones.
   ¿Entonces cuál es la frecuencia ideal? Los expertos opinan que cualquier numero entre tres y treinta veces por semana, es física y mentalmente saludable. ¿Y a usted, cómo le va?