martes, 26 de abril de 2016

A la Tierra le quedan 200 años

por Alejandro Chitràngulo

El astrofísico Stephen Hawking deja claro que si no encontramos la manera de vivir en el espacio exterior tenemos los días contados para abandonar la Tierra y supone que disponemos de unos 200 años para encontrar la manera de habitar otro planeta. Si no lo logramos, nuestros días de vida tienen fecha de caducidad. Según el astrofísico, todo ser humano que habita la Tierra está en riesgo de sufrir dos tipos de catástrofes. La primera, es nuestra responsabilidad, el conocido cambio climático la segunda y no menos probable es la colisión con un asteroide.


El Dia de la tierra
Hace pocos días, el pasado 22 de abril  de celebra cada en todos países y rincones del planeta el Día de la Tierra.  La edad de la Tierra es superior a los 4.500 millones de años, pero el Día de la Tierra sólo se celebra desde hace 46. Su gran impulsor fue el senador demócrata estadounidense Gaylord Nelson, un adelantado a su tiempo. Uno de los primeros que trabajó para concienciar a la población de la importancia de respetar el medio ambiente e informar sobre los problemas de
sostenibilidad a los que se enfrentaba el ser humano, entre los que destacaba la superpoblación medioambiental que velara por la conservación del planeta. Nelson, en plena resaca del movimiento hippie, promovió en 1970 una manifestación en la que se demandó la creación de una agencia. Las protestas lograron su objetivo y el gobierno estadounidense aprobó la creación de la Environmental Protection Agency (La Agencia de Protección Ambiental).

Respirar es un derecho
Desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, cada vez que se viola alguno de estos códigos de convivencia entre naciones, hay vencedores y vencidos. Sin embargo, hoy nuestra civilización infringe sistemáticamente un derecho que, aunque no aparece como tal en el texto, sí lo es para los seres humanos: la calidad del aire que respiramos. Un atentando a los ciudadanos que no responde a riqueza, raza o religión. La atmósfera está cada vez más saturada de gases de efecto invernadero y los principales generadores son los países con economías más desarrolladas como EE.UU. o China. Uno de los gases cuyo aumento está generando el Cambio Climático es el dióxido de carbono,. Otros son el dióxido de azufre, el óxido de nitrógeno, el dióxido de nitrógeno o el monóxido de carbono. Estos últimos producen los fenómenos de contaminación. Los gases contaminantes pueden tener un origen natural o antropogénico. Por ejemplo, el dióxido de azufre procede de erupciones volcánicas o de determinadas industrias. Pero el único responsable de la contaminación del aire es la actividad humana, concretamente el tráfico de las ciudades y la actividad fabril. 

Consecuencias para la salud
Las consecuencias para la salud son muchas y diversas. La contaminación causa enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio como neumonía o bronquitis. También provoca tos, cansancio, falta de aliento, irritación en la nariz, los ojos y la garganta. Se estima que las enfermedades provocadas por la contaminación generan unos siete millones de muertes por año en todo el planeta.

La ayuda de los árboles 
El Día de la Tierra 2016  está centrado en generar  acciones para lograr un ambiente saludable y sostenible, hacer frente al cambio climático, y proteger la Tierra para las generaciones futuras y tiene como objetivo plantar 7,8 millones de árboles en los próximos cinco años.
Este año, el Día de la Tierra también coincidió con la ceremonia de firma del Acuerdo de París sobre el cambio climático. El Acuerdo fue aprobado por los 196 Estados partes de la Convención Marco sobre el Cambio Climático en París. Esta convención llevada a cabo en diciembre de 2015 sirvió entre otras cosas para desterrar definitivamente el escepticismo. Ya nadie duda de que el Calentamiento Global sea un hecho. Los efectos son demasiado visibles y los datos contundentes. El pasado febrero ha marcado un nuevo registro histórico, con un aumento de 1,35 grados respecto a la media normal del mes. Un anticipo del que seguramente acabará siendo el año más cálido desde que se toman registros.
  En el acuerdo, todos los países se comprometieron a trabajar para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados, y dados los graves riesgos, a esforzarse por lograr que sea menos de 1,5 grados centígrados.
Ser consciente de un problema siempre es el primer paso para superarlo. Pero en la cuestión del clima quizás sea demasiado tarde y ahora debamos pensar en cómo adaptarnos. Este año la OMM nos ofrece un baño de realidad, recuerda que el futuro será inevitablemente más cálido, seco y húmedo. Si no se toman medidas drásticas para remediarlo es muy posible que la única solución sea como dice Hawking abandonar el planeta.