miércoles, 19 de agosto de 2020

Por qué salimos el 17 de agosto

por Sergio Giacona*

Si usted es de los que el domingo salieron pacíficamente a marchar por los más de 150 puntos del país donde nos reunimos, no tengo mucho que explicarle: Ya sabe que salió por la república, la eterna cuarentena, la inseguridad, el terrible problema económico, la pobreza galopante y el hartazgo a todo lo que está mal, que es mucho.
   Esto se lo escribo a los representantes del partido gobernante, el mismo que hace 75 años postula un modelo que nos acerca día a día a la ruina como sociedad: Perdieron la calle. Perdieron el olfato de lo que quiere el pueblo, algo de lo que se vanaglorian siempre. El peronismo se transformó en lo que siempre detestó: una oligarquía que defiende sus propios intereses.
Explíquenme si no que significa proponer una reforma judicial ahora. ¿Para qué la hacen si no es para salvaguardarse impunidad? ¿Es prioridad en medio de una emergencia sanitaria y económica?
A los autoproclamados defensores del pueblo: ¿No les molesta el 63% de niños pobres? ¿No les molestan las 45.000 pymes cerradas? ¿No les incomoda el sistema de seguridad quebrado? Se ve que no. La prioridad es la reforma y que se hable con lenguaje inclusive (otra pavada que ni la RAE reconoce…).
Suponiendo que algún día terminemos con la cuarentena, vuelven a proponer lo mismo de siempre para “levantar el país”: Obra pública (robo por sobreprecio), emisión descontrolada, déficit fiscal, deuda interna y externa, cepo, congelamiento de tarifas, precios máximos… En fin, populismo del más berreta.
¿No leen historia? ¿Ni la propia historia? ¿No saben quién fue Bel Gelbard? ¿Celestino Rodrigo? ¿No saben que la deuda que acaban de arreglar es un nuevo default en el 2025? ¿En serio pensamos que haciendo lo mismo, vamos a terminar mejor? ¿Cuánto más vamos
a insistir?
El cambio en la Argentina debe ser a fondo y a todo nivel:
1)      Reducción del Estado a los mínimos niveles indispensables, para  que sea sostenible por los impuestos que se puedan pagar, (no la salvajada de hoy cercana al 60%, para no recibir nada a cambio). Rebaja de impuestos. Eliminar ñoquis y punteros políticos.
2)      Profunda reforma de las leyes laborales que datan del primer Gobierno de Perón y copiadas del fascismo italiano. Los tiempos han cambiado bastante en 75 años. Estas leyes han generado 40% de trabajadores en negro, con ningún beneficio, ni vacaciones, ni aguinaldo, ni asignaciones varias, ni obra social. no favorecen a nadie, sólo a la industria del juicio.
3)      Abandonar el estado mercantilista, que hace negocios caros con amigos, y perjudica el emprendimiento de los particulares, ahogándolo con regulaciones e impuestos. El Estado debe estar  sólo para lo básico y para lo que no pueden hacer los particulares: Justicia, seguridad, protección ante potencias extranjeras, diplomacia, salud básica y fomento de la educación. Nada más. Para todo lo otro sólo debe dejar a los particulares, bajo las normas de la libre competencia.
4)      Profunda reforma educativa en contenidos y pasando al sistema de vouchers, para fomentar la oferta de instituciones de calidad. Es decir, sigue siendo pública pero el dinero va a la demanda (los padres), y ellos eligen lo mejor para sus hijos.
5)      Reforma del sistema de reparto jubilatorio. ¡Un robo a mano armada, injusto, atrasado, que castiga al que trabajó toda la vida! Está totalmente quebrado. Con la cantidad de planes de hoy, no hay aportes para los jubilados de mañana, que serán estafados otra vez. Y además es una caja de financiamiento de todas las locuras del ejecutivo.
6)      Regionalizar el país y discutir o abolir la coparticipación de los impuestos. Hoy las Provincias tienen en algunos casos el 70% del empleo en el Estado. ¿Cuál es el incentivo para administrar bien, si el gasto indiscriminado me lo cubren otros? Y con la regionalización se achican los puestos políticos, las legislaturas, los consejos municipales.
   Estas y muchas otras medidas debe ser hechas con urgencia para no terminar donde sabemos. Porque ya lo sabemos. No sirve de nada hacerse el tonto. Entonces, si estamos de acuerdo ¿Qué estamos esperando? ¿Usted cree que este gobierno lo va a hacer?
Por eso marchamos, y ya lo estoy citando para la próxima.
El futuro es liberal.

   (*) Dirigente del Partido Libertario Lanús