por Lisandro Martinez*
Con el culebrón de Massa/Berni han quedado expuestas varias pústulas del régimen político del capitalismo argentino incapaz, impotente y además articulador de la inseguridad pública contra la población en general. Ha quedado al desnudo que Massa –vaciador del Anses, hijo de la Ucede, duhaldista y luego K- ha cohabitado desde hace rato con un sector de los servicios de inteligencia del Estado. El oficial de la Prefectura Alcides Díaz Gorgonio que hacía de chofer de Massa además trabaja en la Secretaria de Seguridad de la Nación a las órdenes de Sergio Berni. Lo que coloca como siempre en un mismo plano de cinismo al gobierno y al seudo opositor.
¿Tiene alguna importancia si el asalto a la casa de la familia Massa fue ordenado por Berni o por el dueño de casa?
Si un agente de los servicios violenta una puerta, blandiendo un arma con silenciador y se lleva dos pendrive con información de los chanchullos de Massa ¿alguien puede creer que es un emprendimiento particular del oficial Gorgonio, preso y de otros dos prefectos prófugos?
Que los servicios estén vinculados a narcotraficantes como Pedro Tomás Viale, alias «El Lauchón», quien fuera asesinado por el Grupo Halcón unas semanas atrás, se dediquen a afanar en sus horas libres o sean mandatados para intrusar domicilios por el oficialismo o la oposición, indica que el principal factor de inseguridad son estas mafias que gobiernan la Argentina desde hace 30 años ufanándose que lo hacen «en nombre de la democracia». La totalidad del sistema político es quien se hunde en el pozo ciego junto al modelo K, que sobrevive a duras penas sólo por las muletas que le brinda la oposición. (Ver el caso de los concejales de Massa votando junto a Darío y Montero el saqueo público llamado «nueva contratación del servicio de recolección de residuos» en Lanús).
Al «rey de la seguridad», al «ojo vigilante» de Tigre que en Lanús vino a dar cátedra con su recetario de video vigilancia, no sólo se le escapó la tortuga en el country «Isla del Sol» donde habita sino también en la cancha de Tigre el 24/2/2013, cuando en la puerta del Estadio se trenzaron a balazos dos facciones de barrabravas matando a Alejandro Blázquez, frente a cámaras que no funcionaban. El mismo «Massa siendo vicepresidente de Tigre (2004) tras un
partido Tigre/Cambaceres casi golpea al árbitro, en ese momento era titular de la ANSES. Haciendo uso de esas prerrogativas negoció con Grondona y Tigre subió a primera». «En 2012 bancó el viaje de 50 ‘hinchas’ al debut de Tigre en la Sudamericana en Quito» (La Nación 7/8/2013–Deportiva página 12).
Massa como no puede ser de otra forma con los kirchneristas es parte activa de los dirigentes de fútbol -como Aníbal Fernández- que alimentan a los barrabravas.
El «Dime con quien andas…» encaja perfecto para conocer a Massa, su jefe de campaña es otro agente de la Side, Juanjo Álvarez, quien fue uno de los planificadores de la masacre del Puente Pueyrredón además de ex agente de la dictadura y luego operador del kirchnerismo.
El «segurola» Massa, es en verdad un atizador de la violencia en la cancha y fuera de ella.
El entrevero Massa/Berni obligó al FAP-GEN a denunciar que era una guerra de mafias pero como «en casa las habas se cocinan a calderadas» no puede ir muy lejos y deber mirar para otro lado porque similar situación se vive en Santa Fe, donde los narcos operan a través de la policía de Binner/Bonfatti.
El relato oficialista y también el de los opositores es una entelequia desmoralizada que espera como el enfermo terminal el fin. Perciben que ya no cumplen ningún rol progresivo sino por el contrario son un factor de empobrecimiento, sometimiento y aniquilamiento de la humanidad en beneficio del lucro capitalista, incluso en su descomposición consciente no entienden porque se retrasa socialmente su hora final. Les adelantamos que no es más que por un pequeño lapso en que el desenvolvimiento de la inteligencia y de la conciencia colectiva de los hombres ponga las cosas en su lugar.
La sucesión motorizada por la patronal del agotado cristinismo, que lo intentó todo para subyugar a los grandescapitales (espionaje al activismo obrero y a la
izquierda, ley antiterrorista, ocupación de Haití, entrega de la soberanía energética a Chevron, etc.), está en una encrucijada donde el gobierno, los sucesores ucedeistas Scioli/Massa y la oposición van a la devaluación de la moneda para que la crisis la paguen los trabajadores.
Aún en los negocios sin riesgo, se reveló que Electroingeniería (socia de CFK y constructora sobre el Centro Clandestino Campomar), por su desconfianza en el futuro pretende por las represas en el sur cobrar en dólares y que le sean depositados fuera del país para evitarse el proceso devaluatorio.
Los capitalistas y sus partidos señalan que estamos frente al desequilibrio cambiario pero el verdadero desequilibrio es el de la Salud Pública, el de la Vivienda obrera, el jubilatorio, el salarial, el educativo. Estos desequilibrios son los que acumulan causas que traen zozobra e inseguridad para la familia trabajadora.
La salida a la inseguridad que golpea a los barrios y su solución no puede estar en manos de los instrumentadores del espionaje público. Pilar Calveiro, quien experimentó en carne propia un año y medio la esclavitud en la Argentina durante la dictadura, en dos centros clandestinos de tortura, es autora entre otros libros de «Poder y desaparición». Pilar, que vive en México y estuvo hace días en nuestro país, interrelaciona el poder político y el Estado con las redes criminales de trata y narcotráfico «me refiero a la relación que existe entre las organizaciones criminales y las corporaciones policial, militar, políticas y económicas, principalmente los Bancos que se dedican al lavado de fondos» (Clarín 7/8/2013).
Frente a la inseguridad el Partido Obrero en el Concejo Deliberante y en los Parlamentos hará evidentes las tareas que de conjunto el pueblo trabajador deberá llevar adelante:
La Izquierda debe estar en el Congreso y en el Concejo para terminar con el negocio de la inseguridad. Hay que ir a la raíz: las comisarías y el poder político que administran el negocio de la delincuencia y financian a sus candidatos.
Destitución de cúpulas policiales, conformación de una seguridad ciudadana bajo control de organismos sociales y DDHH, con control de los libros de guardia y parte diarios de las comisarías.
(*) Candidato a Concejal PO- Frente de Izquierda