lunes, 3 de enero de 2022

Echan a un trabajador para que ingresen ñoquis

Se llama Darío Tato (foto). Entró a trabajar en el municipio como contratado, en modalidad monotributista, es decir sin ninguna clase de beneficios laborales, en junio de 2017. Sus compañeros describen que “repartía medicamentos y leche por las unidades sanitarias, les llevaba oxígeno a los oxígeno-dependientes, y la medicación a los enfermos de covid 19 que estaban aislados en sus domicilios”. Tato venía a trabajar todos los días desde Caseros por 33.000 pesos por mes. De buenas a primeras el 28 de diciembre -sí, el Día de los Inocentes- le avisaron, a él como a muchos otros, que no le renovaban el contrato. Claro, hay que hacer lugar para que ingresen los ñoquis que trabajaron en la campaña electoral del año pasado.   

La política demostró una vez más que no tiene alma. ¿Y los gremios?