domingo, 14 de enero de 2024

EEUU e Israel no aprendieron de sus derrotas


por Lisandro Martínez*

El 29 de marzo de 1973 EEUU se retiró de Vietnam luego de 10 años. El imperialismo cayó en medio del alborozo mundial. 

Sabra y Shatila

Entre el 15 y el 18/9/1982 Israel produjo el asesinato en masa de palestinos que tenían status de refugiados en barrios de Beirut, en el Líbano. La Asamblea general de la ONU dictaminó que Israel, que era vigía de los campamentos, era responsable de la seguridad. La masacre de “Sabra y Shatila” en el Líbano fue calificada de genocidio por la Asamblea General de Naciones Unidas (resolución 37/123). Según la Comisión Kahan, las fuerzas de defensa de Israel apostadas en el Líbano fueron responsables de los hechos al no evitar las masacres teniendo conocimiento de las mismas. En 1983, una comisión encabezada por Seán MacBride, asistente del secretario general de la ONU y a la sazón presidente de la AGNU, dictaminó que Israel como potencia ocupante de los campamentos, era responsable. La comisión también concluyó que la masacre fue un genocidio. Durante el asedio a Beirut en julio de 1982, Ronald Reagan llamó a Menájem Beguín, el primer ministro, exigiéndole cesaran los bombardeos. El presidente se comunicó señalándole a Beguín: "Aquí vemos  todas las noches un muestrario de la barbarie de esta guerra, que es un holocausto promovido por Israel y que el pueblo de EEUU debe mirar noche a noche por TV". Esta fue la reacción hace más de 40 años de un presidente rabiosamente reaccionario que obligó a retroceder al sionismo. Hoy siglo XXI el interrogante es: ¿hasta cuándo seguirán las masacres del sionismo apoyadas por Biden y el partido Demócrata?

El retiro de Israel de Palestina está al caer en el fichero internacional, ya no hay quien lo sostenga. Hay

un repudio generalizado contra el genocidio y la intromisión sionista en territorio palestino, donde
musulmanes estuvieron antes que fuera “descubierto” por Alejandro Magno (330 a. C). El punto es cómo se disfraza el retiro sionista y cómo asesores de EEUU arman una declaración de retirada sin la palabra “derrota”. Estamos en presencia de acontecimientos que ya no pueden ocultarse y que deben poner fin al genocidio del pueblo palestino retirando la tropa sionista.  El sionismo repite el error de Francia en su colonia de Argelia cuando entre 1954/1962 asesinó al 15% de la población (1.000.000 ó 1.500.000), creyendo que así ganaría la guerra. Francia aceptó la independencia argelina y su derrota. Sobre el regodeo sionista del horror quedan pocas dudas: La política de asesinatos diarios de palestinos va camino a derrumbar al sionismo. Veinte mil palestinos, de los cuales el 70% son mujeres y niños, asesinados en la mitad del tiempo en que la OLP abandonó Beirut en 1982. La inteligencia de EEUU confirmó el rápido incremento de la popularidad de Hamás desde el 7/10. El alto mando afirma que el gobierno de Hamás se consolida en el mundo árabe y musulmán como defensor de la causa palestina y eficaz opositor al sionismo (CNN).

Pocas semanas atrás Masha Gessen -periodista rusa/estadounidense que se reivindica parte de la experiencia literaria y política de Hanna Arendt y George Orwell para entender la situación internacional- iba a recibir el galardón “Hanna Arendt” al pensamiento político, pero su premiación se postergó por denuncia del sionismo ya que Gessen publicó A la sombra del Holocausto en la New Yorker, comparando la Franja de Gaza con el gueto de Varsovia. La fundación Heinrich Böll se ausentó del premio que ella creó hace 30 años, emplazada por el sionismo. Gessen criticó el hecho de que en Alemania y crecientemente en EEUU se haya introducido que “criticar al estado sionista de Israel es antisemita”, y sobre todo que esté prohibido comparar el holocausto con otros episodios del horror en la historia de la humanidad, como es la Franja de Gaza. Gessen citó entre otros a la propia Hanna Arendt, judía nacida en Alemania que escapó por milagro del holocausto. Arendt al principio adhirió al sionismo pero rápidamente rompió por izquierda. A sólo 3 años de fundado el Estado de Israel escribió que “el Partido de la Libertad en Israel es muy parecido en su organización, métodos, filosofía y política, a los partidos Nazi y Fascista”. Gessen entiende que para analizar el control social nacional e internacional impuesto por la coexistencia pacífica hay que estudiar Cataluña 1936 y 1984 de George Orwell y todo lo escrito por Arendt.

Orwell en la guerra civil española luchó contra el fascismo, estuvo en un batallón troztquista que le permitió evolucionar y comprender el mundo que se cernía contra la clase obrera. Con ese material escribió Homenaje a Cataluña en 1938, luego denunció el rol de Stalin a quien en Rebelión en la granja (1949) le asigna el papel traidor del Chancho. Más adelante afila mucho más el lápiz con la denuncia genial de que el capitalismo y el “comunismo” con la coexistencia pacífica evitan la revolución en cualquier lugar del planeta. Orwell publica el libro 1984 en 1949, indicando que con la consolidación de la dictadura de Stalin y del capitalismo, los dos modelos sociales funcionaban como extinguidores para acabar con levantamientos, revoluciones sociales y la posibilidad de que la humanidad de un paso trascendental imponiendo gobiernos obreros. George fue la conciencia de una generación y una de las voces más lúcidas que se alzaron contra toda clase de totalitarismos. Según Gessen, Arendt denunciaba la matanza de cientos de árabes ocurrida entre el 9/4 y el 11/4/1948 en el pueblo musulmán Deir Yassin por el grupo terrorista judío Irgun, liderado por Menájem Beguín -luego primer ministro. Allí asesinaron cientos de palestinos, incluidos mujeres y niños, en un pueblo de 600 habitantes pegado a Jerusalén. La masacre se produjo casa por casa y, a pesar de la resistencia que opusieron los aldeanos, la mortandad fue alta. La mayoría de las muertes fueron durante la batalla pero otras sucedieron mientras los aldeanos huían de los paramilitares o al rendirse.  También hubo fusilamientos y ejecuciones públicas de palestinos.

La policía del control mental de Putin, Netanyahu, etc.

Antes de que New Yorker publicara A la sombra del holocausto, Putin puso a Gessen en una lista de personas buscadas y con captura por difundir “falsedades” sobre el ejército ruso en Ucrania. Tres días después, Gessen era arrestada en ausencia por el régimen estaliniano de Putin, según informó en el exilio la web independiente rusa Meduza. 

    (*) De Política Obrera