martes, 18 de julio de 2017

De posible cancerígeno a elixir de la salud

por Alejandro Chitrangulo

  El café es una de las bebidas más consumidas. Cada día aproximadamente se beben 2.250 millones de tazas alrededor del mundo.


   Un nuevo estudio, publicado en la revista Annals of Internal Medicine, asocia su consumo con un menor riesgo de muerte. Es clave esta palabra: asocia, y eso es diferente de “causa” y eso es algo que todo bebedor de café debe tener en cuenta, ya que podría haber otras razones que expliquen esta asociación.
Sin embargo, en 1991 la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) lo calificó como posiblemente cancerígeno. Estos estudios en ocasiones crean ideas preconcebidas sobre alimentos. El del café no es el único caso. En los años 50 se creía que aceite de oliva aumentaba el colesterol. En las cocinas se sustituyó por aceites de soja, girasol o maíz. El
consumo de la carne también cayó un 25% cuando, hace menos de una decada, se asoció con el cáncer de colon.
Reduce el riesgo de muerte prematura
  Los resultados del trabajo, desarrollado por científicos de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) y el Imperial College de London, revelan que beber tres cafés o más al día –independientemente si es con cafeína o descafeinado–reduce el riesgo de muerte prematura un 18% en hombres y un 8% en mujeres.
  Mediante datos del estudio European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition, el equipo de investigadores ha analizado el consumo de café de 521.300 personas que superaban los 35 años de edad, en 10 países de la UE. En el estudio, los expertos también han tenido en cuenta factores como la dieta o el tabaquismo.
  “Hemos descubierto que beber más café está asociado con un menor riesgo de morir por cualquier enfermedad, sobre todo por afecciones circulatorias y digestivas”, explica Marc Gunter, autor principal y jefe del grupo de Epidemiologia Nutricional del IARC. El científico resalta que, pese a que cada país tiene diferentes hábitos y costumbres a la hora de beber café, los resultados han sido similares en todas las naciones europeas.
   La misma revista se hace eco de otro estudio liderado por investigadores de la Harvard T.H. Chan School of Public Health de la Universidad de Boston, Massachusetts (EE.UU.).
Los científicos llevaron a cabo un análisis de los datos obtenidos en tres macro estudios: el primero, con 74.890 mujeres; el segundo, con 93.054 mujeres y, el tercero, con 40.557 hombres. Todos los participantes eran enfermeros. Gracias a los cuestionarios cumplimentados por los voluntarios, se estudió su consumo de café durante aproximadamente 30 años. Durante el seguimiento del estudio murieron 19.524 mujeres y 12.432 hombres. 
Descartando variables como el tabaquismo, el consumo de alcohol, el índice de masa corporal (IMC) o el ejercicio físico, los resultados revelaron que los que bebían de 3-5 tazas de café al día tenían menos probabilidades de morir prematuramente de ciertas patologías como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, neurológicas (como el párkinson) o incluso de la muerte por suicidio, en comparación con aquellos que no ingirieron café o lo tomaron en dosis más bajas.
  El siguiente paso será averiguar cuál de los componentes del café es el que otorga efectos beneficiosos para la salud
  Elio Riboli, profesor y director de la Escuela de Salud Pública del Imperial College, señala que los descubrimientos europeos “se suman a un conjunto de evidencias crecientes, que indican que beber café no sólo es seguro, sino que también podría tener un efecto positivo en la salud de las personas”, y añade, “aunque es necesario llevar a cabo más investigaciones, podemos estar seguros de que estos resultados confirman los descubrimientos previos alrededor del mundo”.
 “Debido a las limitaciones de la investigación observacional no podemos recomendar a las personas beber más o menos café. Dicho esto, nuestros resultados sugieren que consumir café de forma moderada –una taza al día– no es perjudicial para la salud, y que incorporarlo en la dieta podría ser beneficioso”, concluye Gunter.
  El estudio ha sido publicado en la revista Circulation.