jueves, 2 de agosto de 2018

El metabolismo de las grasas

por  Alejandro Chitrángulo

Esa maldita grasa almacenada en el abdomen, lo

s brazos, las piernas la espalda… que no se recicla, se mantiene estática, no se incorpora al metabolismo general, no cumple su misión de reserva energética para cuando hace falta. Se puede tratar de un mal funcionamiento hormonal, denominado hipotiroidismo. 
Los humanos como especie de mamíferos tenemos un metabolismo de comedores ocasionales. Los primeros seres humanos que caminaron sobre la tierra fueron inicialmente cazadores y como tales comían ocasionalmente. La lucha era cazar una presa, comer hasta más que saciarse y aguantar hasta que se pudiera cazar otra. ¿Por qué comer hasta más que saciarse? Simple, nuestros ancestros, primitivos cazadores-recolectores no tenían la comida fácil, ni podían comer todos los días. El exceso de comida se convierte en grasa. La grasa es una reserva de energía para cuando no hay alimentos.
    Pero la grasa del organismo no es una cosa estable, tiene lo que se llama un “recambio en equilibrio dinámico”. Es decir, las moléculas de grasa acumulada, por un fenómeno que se llama lipólisis (lisis = destrucción, o sea destrucción de las grasas), se convierten en glucosa, que se utiliza como material energético. Por otra parte, algo de la alimentación diaria se convierte en nueva grasa y se deposita para almacenamiento.
El hipotiroidismo
En el hipotiroidismo la lipólisis está alterada, no se queman las grasas, o sea  no se utiliza la grasa almacenada, pero lo peor es que tampoco siguen su curso metabólico las moléculas de grasa que hay en sangre denominadas lípidos. Los lípidos en sangre van a estar aumentados y el lípido más representativo es el colesterol. En el hipotiroidismo el colesterol
está aumentado porque no se utiliza, es decir tiene un ciclo metabólico lento en el que la producción no está equilibrada con su utilización y destrucción. Esto tiene otra consecuencia: las grasas tienen muchas calorías, y esto significa que al quemar grasa producimos mucha energía que se traduce en calor corporal. Esta es una de las causas de que en el hipotiroidismo el consumo de oxígeno esté disminuido, y de que haya alteraciones de la termogénesis (regulación del calor), es decir no generar calor, sentir frío permanente o mayor sensibilidad al frío. 
La dislipemia puede ser la única manifestación del hipotiroidismo, pero en otros casos de hipotiroidismo, la cifra de colesterol puede ser normal. Si el colesterol está elevado, debe de investigarse la posibilidad de un hipotiroidismo, pero una cifra de colesterol normal no descarta un hipotiroidismo.
Metabolismo de las proteínas e hidratos
La estructura del organismo está constituida por material proteico, la reserva calórica son las grasas y el material de consumo son los hidratos de carbono, o azúcares, que se usan en forma de glucosa. Estos tres compuestos pueden transformarse los unos en los otros, aunque hay un tipo de proteínas que no podemos sintetizar en el organismo y que tenemos que tomarlos con la alimentación, son los llamados aminoácidos esenciales, son los elementos básicos que en distintos tipos de combinaciones forman las diversas proteínas.
En el hipotiroidismo el proceso de síntesis, de fabricación de proteínas esta alterado. Hay dificultad para la síntesis de proteínas. Las proteínas, como las grasas, tampoco son estables, hay una degradación o una destrucción de las proteínas, como también hay una síntesis de nuevas proteínas que reemplazan a las que se han destruido. Si en el hipotiroidismo el proceso de síntesis de proteínas se encuentra alterado, esto puede tener consecuencias muy serias, porque las células del tejido muscular, el miocardio y muchas otras no van a regenerase al ritmo normal y el organismo acabará formado por “células envejecidas”. Un hipotiroideo puede tener una vitalidad, una energía y una potencia muscular tan baja como un anciano. Las células en general funcionan mal por problemas de tipo energético, y además es difícil crear nuevas células. Este problema va a repercutir en el funcionamiento de muchos órganos. Por eso el mal funcionamiento de esa glándula tan pequeña que es el tiroides, afecta a todo el organismo.
Opciones naturales
Según especialista en homeopatía, algunos ingredientes naturales podrían resultar efectivos para el control del peso y el apetito, corrigiendo la desregulación endocrina y el desequilibrio hormonal. 
   Thyroidinum: Indicado para la obesidad es útil para la tiroides lenta, el mantenimiento de las glándulas, o síntomas de hipotiroidismo con influencia sobre los desórdenes metabólicos, la debilidad muscular, y los niveles del azúcar.  Es una preparación homeopática que regula la función tiroidea, suministrando un refuerzo natural para ayudar a la propia función de la glándula tiroides. 
   Maca: La maca contiene sustancias naturales que estimulan la Pituitaria y el Hipotálamo. Estas glándulas, a su vez, activan los ovarios, adrenales, tiroides y páncreas para regresarlos a su funcionamiento saludable. Los estudios indican que la maca funciona a través del eje hipotálamo hipofisario el vínculo necesario entre la glándula pituitaria y el cerebro. La glándula pituitaria produce hormonas en respuesta a las necesidades del cuerpo. 
Acido fúlvico: Este ácido se obtiene a partir del humus del suelo y posee propiedades que, según muchos han afirmado, pueden curar la glándula tiroides y prevenir el cáncer de tiroides. Regula la secreción irregular de la hormona de tiroides debido a su efecto regulador de los nucleótidos cíclicos en el nivel celular.
Aceite de Coco: Se sabe que el aceite de coco ayuda a la función tiroidea y mejora el metabolismo al liberar al organismo más ácidos grasos de cadena media. Para el funcionamiento de la tiroides, debes tomar de 1 a 2 cucharadas todos los días
 Suplemento de Zinc: El zinc está implicado en el proceso que convierte la hormona inactiva T4 en el T3 activo de la hormona. Un exceso de las hormonas de tiroides inactivas en el cuerpo puede conducir a una glándula de tiroides poco activa. Un estudio italiano mostró que los pacientes que sufrían de hipotiroidismo ganaron una mejoría en la función de la tiroides supliendo su dieta con zinc adicional.