viernes, 18 de octubre de 2019

Caracterización, método y victoria popular: Fuera Lenin Moreno y huelga general

por Lisandro Martínez*

Mil detenidos, muchos de ellos en condición irregular. "Hay desapariciones temporales, por decirlo de alguna forma, en la cual el detenido no está registrado en dependencia oficial alguna por privación de libertad y deambula de dependencia en dependencia custodiado por policías", afirmó Billy Navarrete secretario ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos
(www. mundo.sputniknews.com 11/10/19). Siete muertos, un gran número de lesionados, cientos de víctimas de violencia policial y terror psicológico es el saldo de la guerra declarada por el FMI y por Moreno contra el pueblo ecuatoriano. La Corte convalidó el estado de excepción y hasta decretó el toque de queda, un recurso extremo de guerra que se transformó en parte del terrorismo estatal. Al declarar “el estado de excepción se suspendió o limitó el ejercicio de varios derechos, como inviolabilidad de domicilios, libertad de tránsito, libertad de asociación y de reunión”.
Con movilizaciones cada vez más imponentes y combativas en todos los territorios afectados por la convocatoria, la resolución fue unánime: una gran movilización indefinida en el conjunto del país en rechazo a las medidas económicas y en defensa de los territorios indígenas, ríos, agua, páramos, la justicia indígena, la educación intercultural, la salud, el transporte y las radios comunitarias” (www.teleamazonas.com 5/10/19)
   “El paquetazo” expresión popular ecuatoriana para calificar el ataque económico y social, es una receta típica del FMI, cuyo contenido incluye la destrucción de puestos de trabajo, despidos masivos, rebaja de sueldos, cortes de derechos laborales, exención de impuestos para los monopolios, condonación de deudas a grandes empresarios y privatización de activos públicos. La fuga de capitales, el saqueo al país sometido por importadores y acreedores externos, por las grandes empresas, la vieja oligarquía, los corruptos históricos y el propio FMI, no ha dado ningún resultado positivo. Por el contrario en los 135 países
donde el FMI aplicó sus políticas se profundizaron la pobreza y la desigualdad social y esas naciones terminaron perdiendo su signo monetario, todo un símbolo de la brutal dependencia política y económica de los usureros internacionales.
La consigna elaborada por la experiencia popular con carreristas políticos que fue muy coreada durante la insubordinación masiva fue “ni Lenin, ni Correa ni Nebot” similar al “que se vayan todos” que ganó fama en Argentina 2001 y que ubica el problema en el centro nervioso del sistema político en este caso ecuatoriano.
De allí que la huelga general de 11 días y la movilización de 14 de las 21 provincias fue una verdadera irrupción de masas en Ecuador.
   La Confederación de Naciones Indígenas del Ecuador (Conaie) que hace unos 15 años durante la presidencia del Coronel Lucio Gutiérrez, decidió apoyar a ese gobierno y ocupó carteras ministeriales dio entonces un paso en falso del cual sacó conclusiones. Desde hace un tiempo Conaie se renovó y nuevos dirigentes sustituyeron a líderes indígenas históricos que se encontraban políticamente agotados.
Frente a la emergencia y ante el estado de excepción resuelto por el gobierno de Lenin Moreno, la Conaie retrucó con su propia excepcionalidad, advirtiendo que aplicaría “la justicia indígena” contra militares y policías, decenas de ellos fueron retenidos por los sublevados que expropiaron vehículos policiales y militares e hicieron retroceder la represión. Se retuvo en diversos territorios indígenas a unidades militares y policiales que luego fueron entregadas a cambio de la liberación extraoficial de civiles detenidos (www.brecha.com.uy 12/10/19).
Junto a esas iniciativas hubo tomas de gobernaciones, medios de comunicación, comisarias y el sábado 5 y domingo 6 pasados se bloquearon 300 carreteras. El 7/10 una movilización coreando: “¡Fuera Lenin Moreno!” ocupó la Asamblea Legislativa de donde huyeron despavoridos los legisladores entregadores del país. Luego coparon Radio Pichincha tambien al grito de ¡fuera Lenin Moreno! y a pesar de que los burócratas del sindicato del transporte levantaron la huelga presionados por el gobierno, el paro continuó de hecho apoyado por las bases, insubordinadas en diferentes provincias (www.anred.org 8/10/19). El Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC) retuvo a 6 militares, con la intención de exigir que el Ejecutivo liberara a dirigentes indígenas detenidos durante las protestas (www.mundo.sputniknews.com 8/10/19).
A partir de entonces, las marchas pasaron a ser resguardadas por unas improvisadas, pero eficientes guardias indígenas. Los infiltrados, ya fuesen miembros de la policía secreta o agentes del correísmo, pasaron a ser expulsados de las columnas.
Este cuadro de situación obligó al gobierno primero a mudar la sede presidencial de Quito a Guayaquil, luego a separar a dos ministros acusados de ser responsables de la brutal represión y ahora a derogar el decreto fondomonetarista que encarecía 123% los combustibles.
El tratado comercial del Mercosur con la firma de los gobiernos de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay todos colonizados por el FMI aplicó una extorsión en respaldo del gobierno asesino de 7 indígenas movilizados, además de haber infligido heridas de distinta gravedad a 2100 personas y detenido mediante una verdadera cacería a otras miles que reclamaban por sus derechos conculcados. Los cuatro gobiernos cómplices (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) respaldan a Lenin Voltaire Moreno y destacaron el inicio del “dialogo” entre las partes.
Con la situación al límite, los movilizados se dispusieron a pasar la noche del 13/10 en Quito en tiendas de campaña situadas en parques públicos, en coliseos universitarios y locales de organizaciones sociales.
Con el anuncio el 13/10 -bien entrada la noche- del retiro del decreto fondomonetarista 883 los festejos no se hicieron esperar, y el sitio de Quito por 20.000 indígenas, que había sido escenario de grandes represiones, enfrentamientos, tanquetas policiales y militares quemadas, bombas lacrimógenas y noches de resistencia, se unió en un solo grito de victoria popular, donde se recordó largamente que "el pueblo unido jamás será vencido", desfilaron camiones cargados del pueblo trabajador en una comunión que ha sido un ejemplo vivo hasta aquí para toda América Latina.
Faltan librar otras batallas decisivas pero esta de hoy, hay que celebrarla ahora.
Viva el pueblo indígena y trabajador del Ecuador
Fuera el FMI de Ecuador, Argentina y de toda América Latina
Gobierno de Trabajadores

    (*) Del Partido Obrero