Mientras que el grueso de la población trabaja nueve o diez horas por día, seis días a la semana y se contenta con 15 días de vacaciones, los empleados públicos viven en otro mundo.Miren por ejemplo lo que sucede en la oficina municipal de Asistencia Critica, que dirige Nora Larroude, que a su vez depende de la Secretaría de Desarrollo Humano, cuyo titular es Damián Sala (foto): Allí las dos jefas, Mariel Piovano y Andrea Amestoy, al decir de los mismos empleados del área, “se han tomado vacaciones varias veces en el año -y París y Miami están entre sus destinos- y nadie lo entiende porque máximo por antigüedad son 35 dias. ¿Y cómo se pueden beneficiar con compensatorios si no se quedan ni un minuto más allá de su horario?”, se preguntan.
