miércoles, 19 de octubre de 2016

Adicto a las redes sociales

por Alejandro Chitrangulo

La hiperconectividad llegó para quedarse, y con e

lla la nomofobia o el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. Cada vez más personas buscan tratamiento psicológico por su dependencia de la tecnología 
Los Smartphone ya son reconocidos como una herramienta que permite estar conectado las 24 horas del día, acceder a mails e informaciones importantes sin necesidad de estar frente a una computadora y también ser un participante activo en las redes sociales.
  En los últimos tiempos la adicción a los Smartphone y más específicamente a las redes sociales se está convirtiendo en algo cada vez más común. Olvidarse del móvil llega a
producir ansiedad a aquellos que no son capaces de mantenerse ni un segundo alejados de él. Nadie, hoy en día, sería capaz de poner en entredicho los beneficios que han traído consigo las nuevas tecnologías, sin embargo, condicionar nuestra vida a un dispositivo móvil puede llegar a ser perjudicial para la salud. Incluso se han tenido que abrir clínicas de desintoxicación para aquellas personas adictas a estos aparatos.
Con la proliferación de las redes sociales nos estamos volviendo cada vez más dependientes de nuestra vida virtual. Snapchat,  Twetter, Facebook, Instagram están sustituyendo a la vida real. Expertos sobre el tema consideran que la adicción a las redes sociales es similar a la sensación que provoca el consumo de drogas como la cocaína o el éxtasis. En las redes sociales se suelen proyectar sólo los momentos positivos de nuestro día a día por lo que las interacciones con los demás usuarios suelen aportar una sensación gratificante de reconocimiento y felicidad. 
La nomofobia
  La conducta de no poder separarse del móvil ya tiene nombre propio: nomofobia. Y esa es sólo una de las psicopatologías que surgieron debido al mal uso de los smartphones y las redes sociales. Especialistas las denominan así para diferenciarlas de los trastornos de salud mental que ya están establecidos y diagnosticados por organismos oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su irrupción no es extraña si se tiene en cuenta que según el estudio “Cuántas veces chequeas tu teléfono móvil por día”, elaborado por Oracle Marketing Cloud, cada persona consulta su móvil 150 veces al día. Y aunque ni la OMS ni los ministerios de los diferentes países hayan reconocido hasta ahora la adicción a internet en los sistemas de clasificación de enfermedades mentales, cada vez hay más personas que buscan tratamiento psicológico porque tienen la percepción de perder el control ante su teléfono y se sienten “dependientes” del aparato.
   Hay algunos signos que pueden ayudar a conocer nuestro nivel de dependencia a las redes sociales:
· Lo primero que hacés al abrir los ojos es consultar todas tus redes sociales en busca de novedades.
· Revisás con mucha frecuencia tus perfiles en redes y esperas obtener con la mayor inmediatez posible un feedback positivo.
· Mostrás síntomas de frustración si no conseguís notoriedad en tus redes.
· Explorás con avidez las publicaciones de tus “amigos” en busca de sus nuevos acontecimientos y te sobreviene el pensamiento de que su vida es mejor que la tuya.
· Estar con mucha gente no te impide estar actualizando tus perfiles constantemente.
· Tenés la necesidad de publicar y fotografiar todo lo que te sucede, desde tus comidas diarias hasta tu pose antes de dormir.
· Das “me gusta” compulsivamente a todas las publicaciones de tu muro.
· Sustituís las conversaciones cara a cara con las charlas a través de internet, en las que sentís más comodidad.
· Te mantenés en línea casi todo el día.
· Salir de casa sin tu teléfono es sinónimo de estrés y taquicardias.
Es importante evitar este tipo de comportamientos y aprovechar el uso de las redes con sentido y moderación. Por eso lo ideal sería apagar el móvil por las noches y priorizar las relaciones personales antes que las virtuales.