jueves, 21 de diciembre de 2017

¿En qué se diferencia la represión del dictador Maduro a la de Macri?

por Lisandro Martinez*

El derecho a la resistencia contra el avasallamiento de las conquistas sociales se consagró hace más de 200 años superando la tontería religiosa de poner la otra mejilla. Esta reivindicación se incluyó en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en la Revolución Francesa 1789/1793:
Art. 33. La resistencia a la opresión es la consecuencia de los demás derechos del hombre.
Art 34. Hay opresión contra el cuerpo social cuando uno solo de sus miembros es oprimido. Hay opresión contra cada miembro cuando el cuerpo social es oprimido.
Art. 35. Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es, para el pueblo y para cada una de sus porciones, el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes.
    Macri perdió la poca credibilidad que le quedaba. Armó una sesión improvisada del Congreso en horas, con su gabinete de evasores que guardan sus tesoros en paraísos fiscales. Esta malversación “democrática y republicana” dedicada a disolver las conquistas jubilatorias vino de la mano de dádivas a 23 gobernadores.  
   ¿Por qué semejante apuro? Porque el fatídico 19/12 (19 y 20 fecha del Argentinazo) soplaba en la nuca, se vencían $437 mil millones en Lebac y la renovación -se sabía- era sólo del 37,4% de esos bonos, mientras que en octubre la colocación fue un éxito del 82,6% y generó una expansión en la base monetaria de $66.200 millones.
   Si a esa caída no se la paraba con el voto del Congreso que garantizara, vía fondos de la ANSES, el pago de esos Lebac y la continuidad de la bicicleta financiera con intereses del
28% todo volaba por los aires, produciéndose una corrida al dólar y posiblemente el crac político de Macri. Por lo tanto la sesión trucha de la Cámara de Diputados, garantizada con la Banelco y otras dádivas para gobernadores, permitirá que 23 pejotistas pasen a la historia como verdugos de los jubilados junto a Carrió/Macri, y a la UCR que ha firmado una vez más su certificado de defunción como partido del campo popular.  
   Toda la porquería presentada como collar de perlas, no cierra por anticonstitucional y está amenazada por la creciente movilización popular y la pérdida de legitimidad del gobierno que ha cosechado, en dos jornadas, el 80% de repudio al robo jubilatorio de ayer, de hoy y de mañana, en el que está claramente implicado.
  Al parloteo reaccionario de la prensa macrista de la millonaria pauta oficial que enriquece a Levinas, Lanatta, Intratables, Animales sueltos, etcétera, ahora se sumaron “progres” como Graña y otros de C5N, quienes en lugar de explicar el Estado de Sitio implantado para votar la ley, acusan de violentos a quienes fueron reprimidos el 14/12 y otra vez el 18, gaseados y apaleados desde las 12:00 hasta las 4 de la mañana del martes 19. El “progre periodismo” se hundió en sus miserias buscando los “dos demonios” de la teoría defensora de genocidas.
   El obnubilamiento para analizar una batalla entre David armado de una honda, palos y piedras y Goliat que tiraba 100 balas de gomas más 25 latas de gas pimienta por minuto y golpeaba sin piedad a mujeres y viejos, no es comparable. La empecinada búsqueda de una “izquierda violenta” significa que perdieron el quicio para entender el derecho a defenderse de un robo. Registramos que 4 compañeros perdieron un ojo cada uno. La Cruz Roja señaló ante ese fenómeno que el tirar a la cabeza fue una instrucción política al aparato represivo. Hemos visto del jueves al martes muchos videos que muestran el odio visceral contra el pueblo que reclamaba con su propio pellejo al grito de guerra “que se vayan todos”.
 La saña represora sale de la inimputable que tiene a su cargo -como Rasputín- orientar al oficialismo. Carrió dijo que “existe un acuerdo contra el gobierno”, señalando que la gran movilización popular era violenta y conspirativa. Pero la única conspiración existente en la colonia del Río de la Plata es la que da la espalda al pueblo cuando Macri transa con el FMI, la OTAN y el sionismo, enfeudalizandonos y entregando la Patagonia.
   En la “extraordinaria” del Congreso lo que se discutía no era una cláusula de movilidad sino la liquidación de derechos jubilatorios adquiridos por la lucha obrera en la década infame.
 La feroz represión desatada el 14/12 no asustó al pueblo.  Al contrario lo envalentonó y el 18/12 la masa superó los 200.000 en el Congreso. A la Plaza Congreso ingresaron columnas obreras de UOM, sindicatos docentes, Foetra, de Apuba, Gráficos, ATE, Sutna, fábricas que repudiaron la parálisis de la burocracia peronista. Hubo columnas de desocupados, estudiantes y muchísimos jubilados. Todos se expusieron a tener que luchar contra la yuta violentada y entrenada por los sionistas a los que Cambiemos, la UCR y Pepa Pig le entregaron la dirección de esas fuerzas.
   En el cuadro de los carpetazos los diputados Scioli, Russo y Basterra del FPV, fueron obligados -por culo sucio- a ausentarse a la hora de votar para que pasara la reforma anti jubilados.
   Otra maravillosa esencia popular se saboreó el lunes 18 luego del trajín de ir y venir frente a la represión en Congreso. Al igual que en muchas esquinas del país, a las 22 hs. en Plaza Belgrano en Lanús se habían juntado más de 600 vecinos para cacerolear advirtiéndole con creativas consignas a diputados y a Macri que no votaran robarles a los jubilados. Fueron a la Municipalidad a señalarle a Grindetti que debe repatriar el paquete de guita que depositó offshore en Panamá para que su patrón no pague impuestos. Al llegar a la Municipalidad, la movilización no se olvidó frente a Gendarmería de recordarles el “yo sabía que a Santiago lo mató Gendarmería”, entendiéndose que el mejor peritaje ya lo hizo la sabiduría popular. El martes volvieron a marchar con más vecinos y el jueves vuelve a movilizarse el pueblo que lucha en Lanús. Merecen dos líneas el vacío de dirección dejado por la burocracia de las CGT moyanista/massista que lo miraron por TV. Del acuerdo con Macri no se vuelve. La burocracia va al museo de cera, ayudémosla a caminar a paso vivo los metros que la separan del basurero de la historia para que los sindicatos se conviertan en organizadores de lucha contra las patronales explotadoras.
    Macri y su equipo de saqueadores no han tomado nota que el periodo abierto de la rebelión popular, El Argentinazo, no se ha cerrado; los cacerolazos en todo el país preanuncian que van por reescribir el final de aquella historia que corone con un gobierno de los que trabajan.
   (*) Del Partido Obrero