martes, 23 de noviembre de 2021

El “progreso” de Grindetti es hundir los salarios municipales con bonos


por Lisandro Martínez*

Los municipios de todo el país se han convertido en la principal agencia de precarización laboral, donde miles y miles de compañeros trabajadores fueron convertidos en monotributistas y en cooperativistas que realizan tareas para las comunas cobrando planes por los que reciben el 50% del salario mínimo de la actividad municipal. Condenados de por vida no tienen derecho a la sindicalización; la obra social que les ofrecen no cubre ninguna necesidad; no acceden tampoco a una  ART y son “reos castigados a futuro” a recibir en lugar de una jubilación un subsidio a la pobreza.  

En este escenario, Néstor Grindetti el intendente de Lanús, mantiene un asedio por hambre contra los trabajadores municipales a los que pretende aplastar socialmente –aún más- liquidándoles sueldos devaluados ya antes de cobrarse porque “el 70% de la plantilla municipal gana menos de $30.000”, según señaló Paula Pedelhez del STML a los medios reunidos frente al palacio municipal en una de las últimas importantes marchas de los trabajadores que reclaman que se aumenten sus salarios.

   El dato de Pedelhez suma al 70% de los trabajadores municipales de Lanús al masivo

pelotón de pobres, ya que el Indec fijó el 18/11/2021 que se necesitan $72.365 para no ser pobre en Argentina.

    Desde los concejales hasta el último de los acomodados políticos de la grilla municipal duplican o más el salario del 70% del plantel de municipales.

    El dislate de los dislates es la diferenciación abismal que existe entre el salario de un concejal, el de un puntero incorporado al plantel, el salario de un coordinador o el de un director, contraponiéndolos con los de la mayoría de los municipales que cobran u$s 150 en una economía cada vez más dolarizada. 

   Un dato que muestra el carácter de la política de explotación encabezada por Grindetti es que mientras la canasta familiar está valuada en $150.000 mensuales por la propia patronal Pro de Clarín, el intendente ofrece el 5% de incremento salarial que significaría poder comprar un kilo y cuarto de carne mensualmente. 

   Grindetti es un experto exprimidor de hasta el último aliento de la gente que trabaja y de los socialmente más indefensos. Formado en la escuela de los que se hicieron millonarios como contratistas de las obras públicas (chupándole la teta al estado) fue empleado “del mes” de los Macri en Socma y en los años 2000 se desempeñó como ejecutivo de Iecsa en Brasil, donde terminó procesado en 8 causas junto a otros ejecutivos entre otras cosas por evasión impositiva, donde no depositaron los aportes jubilatorios ni la parte patronal ni la de los trabajadores. Es decir que los Macri se quedaban mes a mes con ese dinero perteneciente a los laburantes. El hombre nunca le ha hecho asco a nada que signifique sacarle hasta la última esperanza a los explotados. La propia Elisa Carrió, cuando integraba Cambiemos, salió rauda a decir apenas aparecieron los Panamá Papers que ella siempre pensó que el hombre elegido por Macri para manejar los fondos porteños era “un corrupto” y que le parecían “inexplicables” sus manejos en paraísos fiscales” (www.pagina12.com.ar 26/04/2016).  

Este es el perfil del representante de la patronal que los trabajadores municipales de Lanús tienen enfrente. La catarata de acuerdos incumplidos a cada uno de los dos  sindicatos municipales, el SEML de Susana Chazarreta y STML de Paula Pedhelez, es grande, por ejemplo desde marzo –denunció Paula Pedhlez- Grindetti prometió el pase a planta permanente de 80 agentes municipales y al 11 de noviembre, 8 meses después, no se había producido ningún pase, con lo que el piripipí y la sanata, es su política número uno permitida por ahora por ambos sindicatos. Acusar al intendente de que “rompió el diálogo cuando firmó un decreto del 5% de aumento”, es por lo menos una ingenuidad, que en la clase obrera se califica como “una boludez”. Sin dudas todo este manoseo es una experiencia que no debe caer en saco roto y las asambleas, que según las direcciones sindicales se hacen en todas las dependencias, deben empezar a dar un mandato preciso de cada asamblea a los negociadores obreros, quienes deben atar sus decisiones a las decisiones de las bases, a esta altura no pueden quedar detalles sueltos. Tal vez se comiencen a escribir los mandatos en las propias asambleas, para que nadie olvide nada.

   El intendente junto con la ruptura de los acuerdos, ingresó más y más acomodados de su palo político a la plantilla municipal, aunque semanas antes el mismo Grindetti había señalado problemas económicos si incrementaba la planta de trabajadores y en cambio como colofón propuso el método más pérfido de rebajar los salarios y las jubilaciones: Un bono por única vez, a pagar en enero, que no es para jubilados y es con plata del presupuesto del año próximo.

La carrera municipal ha sido desvirtuada totalmente. Los trabajadores de Cultura reclaman que no se respeta la antigüedad y que Grindetti le da categorías a los punteros  que ingresan a trabajar en la sección, por eso con la paciencia colmada los trabajadores hicieron una medida de fuerza dentro de Cultura. 

El reclamo salarial, que para los sindicatos es del 12% -es decir llevar el mínimo a $33.600- permitiría “elevar el poder de compra” para que la mayoría de los municipales lleguen a adquirir el 30% de la canasta familiar. 

Los trabajadores denuncian la ausencia de un verdadero estatuto docente y las carencias para poder desarrollar una verdadera carrera sanitaria profesional. Los trabajadores señalan que se mejoró el confort de las instalaciones sanitarias pero sólo en algunos sectores. Denuncian al paso de los dirigentes sindicales que hay unidades sanitarias “hechas perchas” que no están en condiciones para recibir humanos. ¡En el área Higiene Urbana no tienen baños!

Basta de piripipí

Pase a planta permanente de todos los cooperativistas y monotributistas. 

Salario mínimo igual al costo de la canasta familiar de $150.000

Vigencia de la carrera municipal con recategorización y ascensos en manos de una comisión de trabajadores elegible y revocable por asamblea general.

Que bonos y aumentos sean incorporados y cuenten a futuro para la jubilación. 

Que los negociadores de los trabajadores con la patronal sean electos y revocables por asamblea de sector o general y tengan acceso acompañados por profesionales de parte a los libros contables del municipio.

     (*) Del Partido Obrero Tendencia