miércoles, 11 de octubre de 2023

La insoportable tolerancia a la corrupción y a los corruptos


por Carlos Antonio Reale*

El deseo de ser maltratado es un tema complejo y controvertido que puede ser difícil de comprender para muchas personas. La aceptación del maltrato por parte de los políticos es un tema preocupante que puede tener diversas interpretaciones y dimensiones. Aquí expreso algunas consideraciones sobre este asunto :

1. Tolerancia a la corrupción: En algunos países y sociedades, existe una lamentable tolerancia hacia la corrupción de los políticos. Esto significa que las personas pueden ser más indulgentes o aceptar prácticas corruptas, como el soborno o el enriquecimiento ilícito, por parte de sus líderes políticos. Esto puede deberse a la desconfianza en las instituciones, la resignación o la percepción de que la corrupción es un problema generalizado y difícil de combatir.

2. Partidismo extremo: En algunos casos, los seguidores de un partido político pueden ser más propensos a aceptar , minimizar y más aun festejar el maltrato, los agravios e injurias al oponente, las amenazas al electorado mismo, la falta de ética o incluso la conducta ilegal de los políticos de su propio partido. Esto se conoce como partidismo extremo, donde las lealtades partidistas pueden prevalecer sobre la evaluación objetiva de las acciones de un político.

3. Manipulación de la información: Los políticos a menudo utilizan estrategias de manipulación de la información para justificar sus acciones o para distraer la atención del público de problemas importantes. Esto puede hacer que algunas personas acepten o crean en narrativas falsas o engañosas presentadas por los políticos.

4. Desilusión política: La desilusión con el sistema político y la sensación de que los políticos son

inherentemente corruptos o ineficaces pueden llevar a una apatía generalizada y a la aceptación resignada del maltrato por parte de los políticos. Las personas pueden sentir que no tienen el poder de cambiar las cosas o que no hay alternativas viables.

5. Educación cívica y conciencia: Una educación cívica sólida y una mayor conciencia sobre los problemas éticos – legales y la importancia del escrutinio público son fundamentales para combatir la aceptación del maltrato por parte de los políticos. Cuando las personas están mejor informadas y son más conscientes de sus derechos y responsabilidades como ciudadanos, es más probable que exijan responsabilidad y transparencia a sus líderes políticos y no les acepten ni pasen por alto ningún rasgo de mediocridad o barbarie. En última instancia, la aceptación del maltrato por parte de los políticos no es deseable en una sociedad democrática y debería ser desafiada. El escrutinio público, la rendición de cuentas, la transparencia y la educación cívica son herramientas clave para abordar este asunto y garantizar que los políticos sean responsables ante la ciudadanía y cumplan con sus deberes éticos y legales para los cuales se vienen comprometiendo cada uno a través de sus respectivas campañas políticas, entendiéndose claramente que eso es lo que decidieron ser para actuar en política en la esperanza de ser mejores que el resto, no meros críticos desde la vereda opuesta o jardinero.

   (*) Licenciado en Seguridad