sábado, 7 de noviembre de 2020

El juicio a los 7 en el Chicago de los 60’

por Lisandro Martinez *



En 1968 se le inició juicio a 7 líderes del movimiento estudiantil y juvenil de EEUU, conocidos como hippies algunos de los cuales estaban en transición hacia los llamados Yippies estos mutaron a partir de 1967 cambiando sus símbolos de “peace and love” por una bandera don
de una pipa de fumar haschich se cruzaba con una ametralladora.
“El Juicio de los siete” es un film de Neflix dirigido por Aaron Sorkin que tiene ritmo de documental en varios de sus tramos. Rememora un momento de la historia de las luchas estudiantiles de los 60’ que se libraron en los campus universitarios de EEUU, donde el activismo negro inició las protestas estudiantiles con tomas de rectores como rehenes y represiones sangrientas de la Guardia Nacional.
 
Origenes
El más importante de los movedizos grupos izquierdistas fue fundado en Port Huron, Michigan en 1962, eran “los estudiantes para una sociedad democrática” Students For a Democratic Society (SDS). En 1964 en la Universidad de Beckerley apareció El movimiento por la libertad de palabra (Free Movement Speech). Mientras se gestaba un levantamiento juvenil contra la guerra en Indochina y la represión a la juventud negra y blanca. En este caldero el Pentágono enviaba personal militar a reclutar soldados, en las universidades, para la carnicería abierta en Vietnam. La quema de banderas y de “drafting cards” (tarjetas de reclutamiento para alistarse como soldados) era una ceremonia casi diaria en distintas universidades)
A principios de marzo de 1967, un activista estudiantil del SDS de la Universidad de Columbia, descubre documentos que revelan que la Universidad está ligada: 1. al Instituto de Análisis de Defensa (IDA), de investigación de armas y 2. al Departamento de Defensa de EE. UU. Esa asociación de la universidad y los armamentistas era secreta. Ese mismo año las autoridades proyectan construir un gimnasio segregado en dos plantas una para blancos y otra para los negros. Al proyecto los estudiantes lo denuncian bautizándolo como: Gimnasio Cuervo (Gim Crown)

1968, un año revolucionario
El año 1968 comenzó con la ofensiva del Tet una operación muy esforzada y que costo muchas vidas a los vietnamitas que arrinconaron a los yanquis cuando nadie lo esperaba. La operación muy audaz pero militarmente semi fracasada terminó siendo un éxito frente a la opinión publica pero el impacto fue enorme en los EEUU. Era el anticipo de un ascenso de masas contra el capitalismo. Luego vino el Mayo Francés, la Primavera de Praga anti estalinista, la masacre de Tlatelolco, en 1969 el Cordobazo tumba la dictadura de Argentina.  
El 4 de abril de 1968 es asesinado Martin Luther King. Ese crimen político y racial provoca la ocupación estudiantil de la Universidad de Columbia en EEUU.
   Los SDS, se convirtieron en  activistas contra la guerra y defensores de los derechos civiles, se movilizaron e hicieron piquetes, muchos de ellos se referenciaban o eran hijos de radicales de izquierda de la década del ‘30. En abril de 1968, fueron arrestados más de 700 manifestantes que ocuparon 5 edificios y los declararon zonas “liberadas”. Protestaban por la colaboración de la Universidad de Columbia con el Pentágono y su plan de anexar terrenos públicos en Morningside Heights y construir el “gimnasio cuervo”. La antropóloga Margared Mead adscripta a esa Universidad celebró el levantamiento estudiantil. “Ya no resulta apropiado que se trate a los estudiantes como privilegiados que, a cambio de una posición especial, se abstenían de hacer actividad política, se sometían a reglamentar su vida, y se arriesgaban a ser expulsado por de infringir reglas obsoletas”, dijo.
   En agosto distintos grupos de activistas de izquierda organizaron una manifestación sobre el Congreso Nacional Demócrata de Chicago aunque la primera intención fue protestar y presentar a los demócratas un reclamo de reformas y darle andamiaje a concertar la paz con los vietnamitas. Pero Jerry Rubin -uno de los cofundadores del Partido Internacional de la Juventud- Yippies- transformó esa idea en el intento de obstaculizar la convención demócrata y detener el funcionamiento del Pentágono. Eso inició un aquelarre donde las cámaras de televisión de todo EEUU fueron testigos privilegiados. La policía apaleó salvajemente a los manifestantes. La acción fue una provocación montada por el gobierno y la policía con la pretensión de desviar la atención derivada de la guerra en Vietnam y concluyó con 8 hombres imputados que fueron llevados a juicio entre ellos Bobby Seale, fundador de los Panteras Negras, que no participó y que era acusado falsamente del asesinato a un policía en otro episodio. Seale finalmente fue desligado de la causa por no haber pruebas. No obstante lo condenaron a 4 años por “insolentarse” con el juez.   
   El film muestra a los dirigentes hippies, en el juicio sin estrategia política. Los cargos los responden con burlas e ironías. El hippismo y sus derivados adoptaron siempre una postura de rechazo hacia la militancia política. Esto reafirma que los hippies representaron, la etapa menos política de la juventud blanca en EEUU. Sus métodos eran la teatralización, actuar frente a las cámaras y ser seguidores del esoterismo religioso de los gurúes, cuya centralidad iba adherida esencialmente al rol preponderante de los alucinógenos, y cuya provisión para destruir la combatividad que pudiera profundizar las luchas en EEUU, pasó de mano de los dealers independientes, a los de la CIA, entre los que se encontraba Timothy Francis Leary un profesor universitario que en el Centro de la Universidad de Harvard desde 1960/62 investigó y fue el padre de los alucinógenos que distribuía en principio entre sus alumnos.

No saber que ha sucedido antes de nosotros es como ser eternamente niños (Cicerón)

El retrato del hipismo y sus posiciones ahistóricas como “no sabemos ni nos interesa saber que sucedido en las luchas del pasado”, los presenta como les interesaba presentarse: como ingenuos permanentes. El régimen político que los juzgaba tomó en serio el desafío y presentó un formato judicial cerrado del tipo del de Saco y Vanzetti donde nada quedó a la deriva y cuyo objetivo era culpabilizar a los obreros y llevarlos a la silla eléctrica para aterrorizar a los trabajadores.  
El retrato social del régimen atroz que monta un juicio dirigido al escarmiento social es un hallazgo en el film.
       
   (*) Del PO Tendencia