sábado, 21 de noviembre de 2020

Las elecciones en EEUU -sin salida- refuerzan las revueltas populares en todo el mundo


por Lisandro Martínez*

    Barack Obama felicitó a su correligionario Joe Biden -quien va a gobernar para sus aportantes Silicon Valley y Wall Street- por su "histórica y decisiva victoria" en las elecciones y llamó a los electores, a superar divisiones e ir a "terrenos comunes" (www.Antena2.com 7/11/2020).
    En las elecciones para presidente de EEUU en 2020 los ciudadanos no tuvieron nada que los movilizara a votar para ejercer un derecho democrático, que otros entienden como una “misce en scene” donde los medios escenifican una de Disney, para que 2 candidatos de los monopolios aparezcan como quienes va a resolver los problemas.
   En la elección, sólo votaron 150 millones, cuando había 239 millones en condiciones de hacerlo, la concurrencia fue del 62% del total. Con gran bambolla y trucos escenográficos incluidos fue una elección un 3% superior a la de 2016. Lo que se registró es que el 37% de los que podían votar no lo hicieron y a favor de Biden votó un 31,4% y por Trump un 29,6%.
    Los afroamericanos en EEUU ocupan sólo el 11% del padrón electoral. La democracia tiene presos a más de 25 millones de negros adultos que por eso no votan y varios miles de niños de color negro presos a perpetuidad. “Además el 19% de la población afroestadounidense carece de seguro de salud” (www.bbc.com 3/6/2020). La situación de abandono y cárcel para los negros no puede vehiculizar ninguna expectativa electoral dentro del escenario político de la llamada democracia. No obstante el voto de la población negra fue 90 a favor de Biden 8 a Trump.
   Desde hace muchísimos años el porcentaje más alto que se expresa en las elecciones estadounidenses es el de los que no votan. La reflexión política que surge de un gran porcentaje de electores yanquis es que han sido defraudados por un régimen electoral agotado.
   Los entendidos indican que hubo 20 millones para votar que fueron excluidos del padrón electoral por razones penales o por ser rechazada su inscripción. Por lo que votó el 58% del

padrón.  
  Esto borra los mitos de que en EEUU está instalada “la mayor democracia del mundo”. El semanario inglés The Economist, ha señalado que “EEUU está en la cola de la lista de las llamadas democracias liberales ¡y solo Albania obtiene una puntuación más baja!”. Y pensar que nuestro lenguaraces –traductores de la política imperial- en los medios de comunicación y desde el poder político de “las Provincias Unidas del Sur” se rompen los cuernos por asimilarnos a semejante cocoliche donde el fraude y el contubernio están a la orden del día.
    Los números señalan otra vez, que fue inhabilitada a participar de la elección una gran parte de la clase obrera. Tambien según estadísticas solo el 43,4% de los jóvenes menores de 30 votó. Es que la democracia formal está en retroceso junto al capitalismo y no despierta expectativas de cambio. Los candidatos se presentan sin programa y si lo tienen es para violarlo inmediatamente. El espectáculo sólo se activa en  las grandes cadenas de medios que funcionan a full, para vender esos productos adulterados. La tarea mediática es concentrar la atención en estos contendiente, cuyas diferencias hay que buscarlas con lupa.
  En Tejas en 7 condados fronterizos, muy pobres, a los que Trump acusó todo el tiempo de “cuna de violadores foráneos”, viven 2,6 millones de “chicanos”, los demócratas con poco podrían haber sacado muchos votos. Pero insólitamente quien creció fueTrump y Biden logró una ventaja solo del 15 %.
     A Biden se lo emparentó con una avalancha de votos inexistentes. Y finalmente la diferencia entre Biden y Trump fue 75 millones para Biden y 71 millones para Trump, que mejoró notablemente la cantidad de votos del 2016. Como la elección se define por los votos al colegio electoral de 538 delegados, los capitalistas que siguen al Trump, entendieron que habia que actuar para anular los votos emitidos por correo los días previos a la elección.
   Que la elección fuera tan ajustada señala que Biden despierta pocas expectativas. Noam Chomsky en junio calificó a Trump como “el peor criminal de la historia”(www.pagina12 25/6/2020). En octubre 34 editores de las principales revistas científicas acusaron a Trump de haber convertido al virus en una tragedia (www.lavangardia 9/10/2020) y todos hicieron fila para tirarle tomatazos, desde familiares directos del presidente, a funcionarios y republicanos en el gobierno criticaron la política de Trump, no obstante Biden ganó por el 1%.  
   En 2 elecciones de las 8 últimas ganaron candidatos que obtuvieron menos votos (Bush y Trump). El escenario es harto resbaloso y dice mucho de la inestabilidad política que recorre a EEUU, a la cual la alimentan las declaraciones chovinistas de Trump apoyadas por corporaciones policiales y grupos armados parapoliciales que practican el gatillo fácil.
   La propuesta de Trump sobre el Covid 19 es oscurantista, contraria a la ciencia y su teoría es “la inmunidad de rebaño”.  Esto provocó 11 millones de contagios y 250 mil muertos. Esto impulsó se cavaran tumbas en plazas por el virus, mientras las personas negras y pobres registraron las más altas tasas de hospitalización y muerte por el Covid.
   A pesar de las características chapuceras, sin plan de prevención que desnudó a Donald Trump, Biden se impuso por sólo el 1% aunque le imputara al presidente su fracasada gestión sanitaria. Esto dice mucho de la evaluaion que tienen los votantes sobre Joe y los demócratas que llevan en su mochila el record de muertos en guerras que los EEUU siembran por doquier durante sus gobiernos.
    Los votantes sumaron como ya lo señalamos un 3% más que en la última elección, las minorías étnicas prevalecieron a la supremacía blanca, la clase trabajadora aportó una leve superioridad sobre el voto empresario de las ciudades chicas y las áreas rurales. Según los analistas cayó el apoyo de los trabajadores blancos a Trump comparado con 2016 ahora el 62% de votos fue a Biden y el 57% a Trump.
 El escenario estadounidense no puede ser peor: La pandemia sigue haciendo estragos y la economía está en recesión, con millones de desocupados, salarios a la baja y servicios públicos paralizados.
   En EEUU la rebelión popular instalada contra el gatillo fácil, la crueldad policial y el racismo alimentado desde el poder, está en marcha y todavía no ha tocado techo. Por sus características de semi independencia de Black Lives Matter, se preveé superará los nuevos desafíos organizativos y políticos.
 
   (*) De Partido Obrero Tendencia