sábado, 6 de febrero de 2021

El noticuento del doctor Corazón, de Lanús


—Gracias, Dios mio- dijo Albina cuando le anunciaron que era un.varoncito, el recién llegado al mundo.Cuando preguntaron qué nombre le pondrian, apapá
con la conformidad previa de la mamá, le salió un rotundo: —¡Quique!, perdón, Miguel Enrique.
Como a casi todos los chicos del.barrio, a Quique le gustaba jugar a la pelota e ir a la escuela (¿?) SÌ, esperaba poder empezar a estudiar los "bichos". Un poquito más grande, iba a un lugar donde pesaban los camiones y alli se cazaban ranas.  En lugar de llevarlas a mamá para que las cocinara, Quique armó en un fuentón una casita para ellas y les llevaba bichitos para alimentarlas. Sin embargo como tenia el don de usar eficientemente sus manitos, hacía otras cosas, y mamá cuando lo vió le dijo que para operarlas tendria que estudiar de doctor.
Ello le quedó en su memoria. Así cuando empezó la escuela estudiaba mucho. Queria ser médico. Pero, siempre hay un pero. Algunos compañeritos jugaban a fumar, pero como lo hacian a escondidas y Quique era prolijo, sus papis nunca se enteraron y no pudieron enseñarle que era un vicio que afectaba la salud.
Cuando Quique fue grande, los sueños se convirtieron en realidad y se recibió de cirujano con muy buenas notas. También fue alumno de grandes profesores en la Argentina y en Estados Unidos y asistió a muchos congresos. Se casó y tuvo dos hijos.
Estaba muy preparado y le llegó la oportunidad. Cuando la técnica lo permitió, realizó el primer transplante de corazón en la Argentina y lo  hizo en.la Clinica Modelo de Lanús, la más apta por aquellos dias. Fue un acontecimiento mundial y por varios meses ocupó las noticias de los principales diarios del mundo y los articulos de las revistas especializadas.
Su nombre: Miguel Enrique Bellizzi (foto). Fue un pionero y su proeza dio pie a divulgar y multiplicar las numerosas operaciones que hoy salvan tantas vidas.
Pero la tensión que generaba su profesión tenia sus riesgos, el llamado "sindrome del cirujano" y su vicio de fumador no solucionó el problema sino que lo perjudicó. Sólo el amor y la gratitud de sus pacientes, la puede revertir y permite gozar la creatividad de la vida. No hay vicio que los reemplace.
Doctor Bellizzi:  QEPD en la vida eterna.
                                                                                                     Leonardo Saphir