sábado, 27 de marzo de 2021

El noticuento de la cantora eterna

Nildita fue como los ángeles que el Padre Celestial envió a los campos del país en aquellas épocas pasadas. Su mamá Salustiana y su papá Marcos ya tenían muchos chicos, llegaron a once. Cuando aún era una nena le gustaban los aviones. Pero un día su papá, que era guitarrista, la llevó al teatro a ver a Gardel que andaba de gira por el pueblo y a ella le gustó tanto que quiso ser cantora como él. Tenía linda voz y cantaba todo el día en el patio de la casa.  Cuando se mudaron a la capital, don Marcos fue llamado por Dios y ella tuvo que empezar a trabajar, siendo apenas una adolescente, en una fábrica textil. Pero, Nilda iba a la escuela y ya cantaba en las fiestas. También se ganaba unos pesitos en los cines cercanos en los números vivos. Un día la escucharon de una radio y actuó en ella, sola y con conjuntos. Desde entonces comenzó a ser conocida como «La Gardel con polleras». Grabó discos como «Adiós Pampa Mia», «Desde el Alma»,«Sus ojos se cerraron» y otros éxitos.También compuso tangos, milongas y filmó películas.El amor fue tema de su vida profesional y de su vida personal. Fue pareja muchos años del inolvidable Homero Manzi.

En su casita de Alsina, en una localidad de Lanús junto al Riachuelo, Nelly Omar (foto) vivió más de cien años, siempre cantando. Aún lo sigue haciendo para los ángeles y al igual que el zorzal criollo, «cada día canta mejor».

                                                                       
                                                      Leonardo Saphir   saphirleonardo@gmail.com