miércoles, 23 de octubre de 2013

Russo contra los de afuera y los de adentro

La corrupción es en Lanús el punto crucial

    Muchos enemigos de afuera y de adentro, deberá sortear -y fiscalizar- Nicolás Russo (foto) si pretende primero ganar y luego estirar la exigua diferencia que obtuvo en las PASO cuando se impuso por tres puntos contra los candidatos de Darío Diaz Perez. 
  Es que en el massismo hay tres sectores en pugna: el pallarismo, el russismo y el dimasismo, y además de la lógica puja del poder, para ver quien se queda con el candidato a intendente del Frente Renovador para 2015, hay otro factor que divide las aguas: la sospechada corrupción de la gestión Diaz Perez en estos años, que devoró millones y millones provenientes de los impuestos vecinales y fondos federales y provinciales.
  Y en ese sentido Russo fue tajante cuando La Defensa le preguntó el pasado sábado si estaba dispuesto a llevar a la justicia a los presuntos corruptos: —¡No tenga la menor duda que lo vamos a hacer!
  La pregunta vino a cuento porque desde lo más alto del pallarismo se dejó traslucir la intención de “no judicializar la política”, como si hubiera otra forma de solucionar estos problemas en una sociedad civilizada. Y desde ese mismo sector, la desopilante opinión de un edil recién incorporado que dijo: “Yo no voy a denunciar a ningún compañero peronista”. 
  Desde el tercer sector, cuyo jefe es Gabriel Dimasi, ocioso sería decir que ni siquiera quieren pronunciar la palabra corrupción. 
Y volviendo al primer factor de discordia, el de la pujapor el poder, valen las palabras del hoy pallarista Buchi Hernandez que en un plenario espetó: —No le vamos a regalar Lanús a uno
que no es peronista, como Russo- dijo.
  Así las cosas, ni qué decir que Diaz Perez hará le decible y lo indecible para que Russo no triunfe holgadamente, porque de ser así sabe que de diciembre en adelante, se le va a complicar la vida, con un deliberativo con minoría oficialista, probablemente presidido por Russo. 
  Hay otro que la tene complicada. Se trata de Nestor Grindetti quien deberá remar para que el Pro conserve la media de meter dos ediles por elección, ahora con “boleta corta” y nada menos que con él mismo como mascarón de proa.
  Otra que deberá remar si quiere conservar su banca es María La Rosa que en las PASO quedó arañando la reelección.
  Y todos los pronósticos apuntan a que le será muy difícil lograr la reelección al denarvaista Martín Medina, quien ostenta un record: es el concejal que más contratos de trabajo obtuvo: unos 40 según una empinadísima fuente del Sindicato de Trabajadores Municipales de Lanús.
  Los mencionados, estarán pendientes el próximo domingo de lo qué decidirán los 384.013 electores habilitados en Lanús -excepto los que no  votaron en las PASO- que votarán en las 1.099 mesas del distrito.