jueves, 23 de julio de 2015

PAMI: una obra social arrasada

  Luis Barreiro narra el maltrato que recibió en la Clínica UOM Avellaneda, donde como afiliado al PAMI  ha tenido que concurrir a raíz de una dolencia. 
  “Permaneci en la guardia -relata- por más de 15 horas. De ellas sólo media hora demandó mi atención porque debí ser internado de urgencia, y el resto del tiempo estuve 5 horas en la ambulancia de PAMI y unas 10  "tirado"  en una silla. A mi lado otra cantidad de pobres viejos como yo con suero, mascaras de oxigeno, sondas, etcétera, que encima fuimos objeto del maltrato de los médicos que sobrepasados por la situación jamás estuvieron a la altura de la circunstancias . 
  “En ese período al menos dos personas perdieron la vida, y si bien no me atrevo a decir que fue por malas praxis, estoy seguro que fue por falta de urgencia en los cuidados y la atención. 
  “Peor fue la internación, con médicos que pasan por las habitaciones sin saber por qué está ahí uno internado, y ante la duda lo unico que hacen es ponerte suero y te sacan sangre todos
los días.  Habitaciones en las que a veces no hay luz, los llamadores para las enfermeras están rotos o cortados -¿intencionalmente?- falta de higiene, no hay chatas y  te dicen que traigas de tu casa o compres una. No hay frazadas y tampoco sillas para el acompañante. 
  “Gracias a un familiar médico pude lograr una mejor atención y su cuidado para poder mejorar y salir de esa situación.  A este familiar terminaban consultando los propios médicos del hospital, casi todos sin experiencia y en su mayoría extranjeros. Pobres aquellos que no tengan la suerte de conocer un médico como en mi caso. 
  “En algún momento pensé que quizás había algún coordinador,  veedor o auditor de  PAMI que verificara las prestaciones alli brindadas, pero eso no fue asi”, señala Barreiro. 
  En la actualidad, el director general de la Regional Xª de PAMI, es Juan Carlos Viscelino.