viernes, 6 de noviembre de 2020

Continúa el desguace ferroviario: Entregan un predio a la Unla

por Héctor Rusciano*

 Continúan los proyectos neoliberales.  Distraídos los argentinos con el problema del covid, ahora continúa con la reducción del ferrrocarril Roca en una de sus áreas, que es el llamado “galpón de máquinas”.    Está la intención de entregárselo a la Universidad de Lanús.    
   No importa su destino, hay que entregarlo.  
Si nos remontamos a la década de los ‘90, una ley permite entregar predios o vías que no se usen del estado.  
Por supuesto que hubo abusos.   El modus operandi era y es (porque hasta ahora le sigue dando resultado) cerrar un predio y echando a su personal, luego dejarlo cerrado un tiempo para después entregarlo “porque no se usa”.   
Todos hicieron leña del árbol caído.   El taller de Temperley a manos de una escuela religiosa, Así también hicieron con almacenes, que es donde está actualmente la universidad.   Almacenes era el depósito general de materiales para toda la línea Roca.  Había de todo, ropa, lubricantes, repuestos, materiales eléctricos, artículos de limpieza, máquinas herramientas, ropa de media montaña, etc.   
    A mediados de los ‘90 comenzaron a entrar camiones de empresas privadas a llevarse lo que
había, Luego un incendio en el deposito Nº1 permitió hacer un nuevo inventario de lo existente.
También funcionaba una imprenta encargada de hacer los boletos y talonarios de uso interno.  
Modus operandi: vaciamiento, expulsión del personal, abandono del lugar y luego la entrega del predio.
De la misma manera pasó con el laboratorio, donde actualmente funciona una escuela media, atrás de la plaza Moreno.  
También usaron el mismo procedimiento, donde está Abremate. La sección 45 dentro del mismo taller; la sección de filtrado del agua en Las Colonias; el predio donde estaba la Clínica Ferroviaria; la estación de carga donde su cabecera, se encontraba donde hoy está la plaza de la calle Arias.  Ahora el galpón de máquinas y luego vendrá la entrega del taller de kilómetro 4 y el galpón de Llavallol.    Todos sectores irremplazables para este servicio de transportes.  
 Con una cara de buena conducta, estos señores entregan este galpón a la universidad, y el ferrocarril pierde un departamento que contiene una tornería, 8 vías bajo techo con fosa y puentes grúas, el lavadero de máquinas con caldera y el sector de carga de combustible con dos tanques semi sumergidos de 300.000 litros cada uno.    Todo esto para un mantenimiento liviano y alistamiento de las locomotoras.  
 Por lo que veo, hay un doble discurso: por un lado te hablan de la reactivación de los ferrocarriles, y por el otro lado se entrega de sectores estratégicos.

   (*) Trabajó en Mantenimiento y en el Laboratorio de Telecomunicaciones del Roca